política y corazón

cualquiera (que no fuese español) escuchando la rueda de prensa de la presidenta Kirchner y bajo su discurso trémulo, habrá sentido quedos acordes de tango. El tango, vehículo de la tristeza que encierra el amor porteño canta estrofas doloridas, pasionales, de noches que ya se fueron e hilos que hace tiempo fueron cortados. Ayer, dineros aparte, la mandataria habló al mundo de cumplir la última voluntad de su amado. ¡Qué hermoso, Cristina! La multitud encandilada, sostenía en vilo las lágrimas a punto de caer de su presidenta. Epopeya nacional contra la hidra colonialista.

Cualquiera, oyendo la elegía póstuma, pensaría que Nestor Kirchner era un paria, un desahuciado de las internacionales, un luchador incansable contra el capitalismo pero ... si los Kirchner son la imagen del comunismo, que pongan un antifaz a Lenin, no sea que se levante y se le caiga el sudario del susto.

En fin, tangueros entrañables los argentinos. Lástima que sin el tango no puedan vivir y ya, desde este momento, estén llorando su buena dicha porque YPF, en un par de años, dejará de nuevo de ser argentina para ser norteamericana o china. Mientras, los españoles, tristones porque no sabemos cuántos enanos quedan por crecernos todavía, entonaremos una Salve, que para saetas ya tenemos las que nos lanzan nuestros "hermanos" de ultramar.

¿Vamos a lo fácil?

hace tiempo que no llevo el coche al Bernabéu, por la ecología y tal. Por el mismo motivo, llevo tiempo dejándolo en el garaje 3-4 días a la semana. La alternativa, el transporte público. Ayer, al salir del fútbol fui al tren. Error. A las 23:20 había pasado el último. Vaya, normalmente había cuatro más, hasta las 00:30.

Recortes. Esos trenes no van tan llenos como los de hora punta.

El pasado agosto fui al médico y me aconsejó una serie de análisis preventivos. Vaya, no está mal, pensé, primera vez que voy en diez años y voy a hacer el gasto. Error. En febrero (seis meses después) fui a recoger los resultados y, vaya, me dice el médico que no me han realizado el estudio solicitado.

Recortes. Ese estudio ya no es estándar en la sanidad pública. El médico, rojo como un tomate, me recomendó que me hiciese el estudio por lo privado.

Lo próximo será quizá mañana, o pasado. Me echaran del curro con 20 días, no me importa si lo hacen hoy, pero como esperen a que cumpla unos cuantos años más ... O meteré mi coche en un agujero de esos que son cada vez más frecuentes en las carreteras, o algún gilipollas me clavará una navaja en alguna calleja mal iluminada.

¿Son cosas de ciencia ficción? Error. Son recortes.


Y digo yo, ¿de verdad que ya han optimizado todo lo posible? ¿han detectado y corregido ineficiencias, ahorros no realizados, sinergias? ¿han anulado a los mangantes que en cualquier organización meten la mano en la caja? ¿han diseñado algún plan de mejora de esa tan manida "productividad" (o lo que es lo mismo, producir más en las mismas horas)? ¿no habrían de hacer todo lo anterior antes de empezar a "recortar"?

la agonía de la "ayuda al desarrollo"

está claro que nadie puede estar de acuerdo 100% con el partido al que vota, salvo quizá aquél que redacta el programa electoral. Y aun siquiera éste, pues es improbable que sea tan ingenuo como para desconocer que los programas nunca se cumplen. Dicho esto, los electores se agrupan en torno a las siglas que son más afines a su pensamiento político y social, o resignados, en torno a  aquéllas que menos les repugnan. A veces esta reducción a principios muy básicos es hasta beneficiosa, pues una gran mayoría es capaz de olvidarse de sus intereses particulares y votar conjuntamente para generar un gobierno fuerte.

Pero por desgracia, por el camino, unos y otros se ven obligados a renunciar a las partes "poco importantes" de su ideario, los lujos, las utopías, ...  que nunca serán una prioridad para el gobierno resultante. Una de estas perjudicadas es "la ayuda al desarrollo"

La mayoría de los españoles crecemos en la religión católica, entre colegios y familias simpatizantes de Caritas, Manos Unidas; admiramos a los misioneros como personas de valor infinito, dispuestas a dar sus vidas por los demás, y nos integramos en movimientos caritativos enfocados a compensar la situación de las clases desfavorecidas; movimientos religiosos y ONG´s o "maratones" televisivos de recaudación o de campañas de ayuda a catástrofes.

Personalmente me siento defraudado, año tras año, por la acción del gobierno de turno, del PP o del PSOE, los unos por abandonar la caridad a la salida de la eucaristía, y otros por dejar su solidaridad obrera embustera e internacional para sus cánticos y para las páginas de sus programas políticos.

¿0,7%? ¿objetivos del milenio? todo eso no es más que publicidad de usar y tirar para esta gente que, en cuanto hay que recortar, lo hace por la ración del débil.

decadencia


dejando de lado ideologías, me parece increíble que los votantes no castiguen con más severidad la corrupción. ¿Cómo escarmentar a los políticos si no les damos caña en las urnas? Si en Andalucía, Valencia y Baleares se mantiene el gobierno después de lo que ha sucedido ... se confirma que nuestro país es decadente en valores.


¿Vientos de cambio? ¡y una mierda!

el tejo


Noto algo raro. Mi sombra, en lugar de caminar a mi ritmo, decide adelantarme y colocarse delante. Sabe que me he perdido y pretende encontrar el camino de regreso por sí misma. No conozco esta parte del bosque, y bordeo gruesos abetos a la vez que tarareo para tranquilizarme. El pánico o el frío me hacen tiritar y resoplar cada vez más fuerte mientras cada vez hay menos luz en el bosque y las guirnaldas del atardecer desaparecen una a una de las copas de los árboles. De repente un claro, con un viejo árbol en el centro, aparece entre la maraña de robles. También hay ocho piedras cúbicas y blancas que se desordenan en derredor, y reflejan la luz de una luna que aparece radiante por el Norte. 

Desde mi posición veo aparecer una mujer. Aún no es vieja y debio ser bella un día. Lleva en las manos un cubo de madera y varios cuencos vacíos. Se detiene junto a cada una de las piedras y reparte uno de los recipientes para cada roca. Después deja el cubo al pie del árbol, un tejo, seguramente el más grande que haya visto nunca, un árbol antiguo, surcado de nudos y grietas tan antiguos como la misma sierra. Miro mi hacha como reflejo del oficio de leñador que siempre he desempeñado y calculo cuánto me darían en el pueblo si convierto ese anciano en tablones.

Sólo pasa el tiempo. Nada más. La luz de la luna se atenúa por efecto de una insidiosa niebla que me paraliza aún más, ahora por el frío. Así, acurrucado y tembloroso vuelvo la mirada al claro y todo esta igual que hace un instante, salvo que sobre las losas descansan ahora siete figuras, ¿de dónde han salido? En este momento sé que debería irme, y vosotros también (lo sabéis), pero no puedo. Hasta el viento se ha quedado inmóvil escuchando la letanía que parte, no de las gargantas de los que se sientan en el claro, sino del corro de árboles que lo circundan. Poco a poco la música se va metiendo en mi cabeza, poco a poco, la música ... un son lento, con sabor a tierra y antigüedad ...

Las ramas de decenas de árboles me empujan a ocupar el octavo sillar y descubro que mis compañeros están cubiertos de musgo y barro mojado. Sus pies, enterrados en el suelo, no son sino fuertes raíces que reptando se unen con los míos, pero reacciono y consigo liberarme golpeando con mi hacha. Algo parecido a la sangre mancha de verde intenso mis pantalones de faena ...

Los viejos dicen que la niebla se lleva cosas. Inadvertidamente, como llega se va, silenciosa. Y siempre se lleva algo. También se va la cabeza de los que oyen la letanía del bosque. No recuerdo haber retornado a la aldea pero aquí estoy y ya llevo días sin poder articular una palabra. De mi mente sólo parten acordes y nadie parece entenderme cuando hablo. Oigo a mis hijos hablar a través de las paredes y fantasean con espectros, con el ataque de un lobo, con maldiciones. Dicen que mi pelo es ahora gris verdoso, como el musgo que cuelga de los árboles viejos, y el señor médico no parece entender que el muñón que hay donde se encontraba mi pie termine en un extraño material como de madera ...





ensalada de noticias

a tenor de una noticia publicada por un amigo, escribía hace un rato que siendo cada vez más común la distorsión informativa, debemos esforzarnos mucho para tratar de ver claro entre tanto lodo. Y hay mucho, en forma de blogs, tweets, "confidenciales" que nos llegan al ordenador, tertulias radiofónicas o ruedas de "expertos" televisivos, donde antes había hojas parroquiales, oradores espontáneos o libelos propagandistas de los distintos partidos.

La pregunta es, ¿es mala la saturación de información? ¿acaso sería peor una reducción de la pluralidad hasta el punto de tener una prensa oficial que nos cribara el acceso libre a lo que los demás piensan? ¿cuál es el punto medio, si lo hay?

En mi caso, adquiero semanalmente alguna revista especializada, en papel, y accedo a varios blogs y resúmenes de prensa económica a diario. Respecto a los periódicos compro prensa escrita tres o cuatro días a la semana, alternando El Páis y ABC. Los domingos el AS. Antes también compraba Público el viernes.

Ahora Público ha caído, como lo hicieron hace años El Independiente o El Sol. ¿Me polarizaré hacia la derecha informativa por esta razón? no creo. Hay muchas alternativas para alimentar mi ansia informativa. ¿Una pena? sí, siempre que muere un periódico me deprime un poco, pero no deja de ser un negocio y si no tiene respaldo económico para salir en papel, tendrá que evolucionar. Tampoco hay que rasgarse las vestiduras, como la pléyade de personas que ayer lloraban la pérdida. Probablemente, si todos ellos hubieran comprado Público a diario, éste no habría desaparecido.

Bueno, me voy a leer Público en la red, que ya he terminado con The Guardian y sobre todo con vuestros blogs !!

los zapatos huérfanos

hoy he pasado por el sanatorio de zapatos. Tengo unos que me gustan mucho y tienen la suela algo maltrecha. Por suerte, no he tenido que pedir cita para dentro de mucho tiempo como sucede (cada vez más a menudo) en la Sanidad de los humanos. Al entregar mis zapatos, el zapatero me ha extendido un recibo como otras veces, pero hoy además me ha pedido dinero. Me extrañó, pero el hombre, como excusándose, me señaló un cartel donde advertía de que a partir del 1 de febrero se cobra por adelantado. Ya entiendo, le he dicho.

Hace unos días un amigo me comentó que en los talleres es cada día más frecuente que alguien deje su coche para reparar y nunca más vaya a recogerlo. Me da pena pues me evoca esa leyenda urbana (o no) de viejecitos abandonados en una gasolinera o en casa ajena mientras su familia se va a hacer unos recados. Al menos, estos últimos regresan y el viejecito suspira aliviado mientras piensa que peor destino tienen algunos muebles viejos.

Zapatos, coches, abuelos, todos huérfanos de cariño debido a la crisis del dinero y a la crisis de valores.

Hace años leí, sin terminarlo, un libro de Millás titulado "No mires debajo de la cama". Hablaba de zapatos con vida, que hablan, que aman, que sienten, que odian. Probablemente algunos de ellos odien hoy a los dueños que les abandonaron. Algunos quizá entiendan sus razones, entiendan que alguien tuvo que elegir entre ellos y otro gasto más perentorio. Otros atizarán su rencor amontonados sobre otros pares de zapatos huérfanos de dueño. Y todos, como esos coches del taller o ese abuelo de la gasolinera, mirarán con esperanza a cada persona que se acerque, deseando en silencio que alguien regrese a por ellos.




al borde

-Yo rezo todas las noches.

-¿Qué pide en sus rezos?

-Que me saquen de aquí. ¿Qué es esto en lo que estamos metidos? ¿Usted lo sabe? ¿De quién es la culpa? Busquemos un culpable, ¿por qué nadie más lo pide? ¿Por qué soy el único buscando al responsable de todo este desastre?

-¿De qué desastre?

-¿No lo ve usted?

-No, yo sólo veo un hombre triste, desdichado, un hombre que ha perdido toda esperanza.

-No sé si he perdido algo o más bien algo va creciendo dentro de mí. Cuando le hablo a Clara ella me mira asombrada. De dónde sale todo eso, me pregunta con miedo. ¿Cómo que de dónde? De aquí adentro! De acá! Abro la boca para que mire dentro, me sacaría los ojos para que vea bien de qué esta hecho este hombre que se la folla todas las noches. Pero algo de toda esta mierda le atrae y no entiendo por qué… no se lo cuestiono tampoco, en cualquier momento se da cuenta de que estoy a punto de perder la razón y …

-¿Qué? ¿Entonces qué?

-Entonces se iría, y ya no me quedaría ni un pedazo de razón para tolerar esto un minuto más.

Música

Oír la voz de Enrique Iglesias puede deprimirme profundamente. Siento que mi vida es miserable, que no supe cómo formar parte de algo bueno. Sentado solo en mi casa oyendo la radio que pone la señora de limpieza, baladas románticas, es como estar presenciando mi propia decadencia.

Hoy soy un pueblo abandonado.

Pongo algo de Arcade Fire, siento que me representa. Esa intensidad… ellos hablan por mí. Supongo que eso es lo que cualquier fan inepto diría no? Me cago en mi falta de originalidad.

bola de pelos

Una bolita de pelo negro al viento transita despacio por encima de mi cabeza. La gata la ve, y desde su silla salta ágilmente, toma vuelo, salta sobre mi cabeza y la agarra con la boca. Al caer al suelo la bola de pelo se le escapa y la toma con las patas, dehaciéndola en miles de pelitos pequeños que se esparcen por suelo. La gata los mira y se queda detenida un instante. La miro, y desde acá arriba adivino que irá por el más cercano y luego al de al lado, y así, los irá tomando todos con las patas hasta juntarlos. La gata, en cambio, los deja y vuelve a su silla a esperar uno que se no deshaga cuando lo agarra.

una bolsa

El piso estaba lleno de bolsas. La gata caminaba entre ellas, deteniéndose en la más grande para investigar, meter la nariz, la cabeza, el cuerpo, y luego intentar escapar, como si algo o alguien viniera por detrás para cerrar la bolsa con un nudo y alejarla de aquí, como si de basura se tratase. Una de las patas traseras se atasca en el asa y los rápidos movimientos de la gata obligan a la bolsa a crujir y moverse tras ella, creando más tensión en esta pequeña investigadora temerosa dotada de muy poco coraje. Al subir las escaleras la bolsa la persigue, sin quedar atrás, avanza con la gata hasta el segundo piso. Con los dientes intenta abrirse camino, devolverle a sus patas la agilidad usual, pero el ruido la espanta y continua su escape hacia el marco de la ventana, que, dos pisos por encima de la calle, está abierta de par en par. La bolsa o yo, parece pensar, cuando mira hacia abajo y se lanza con un maullido guerrero que a muchos no convence. Su pelaje negro brilla con la luz de los faroles de la calle, la ansiada libertad está cada vez más cerca, con la caída la bolsa se libera y la pata trasera vuelve a ser de exclusividad de esta gata que al caer al suelo intacta devuelve el orgullo a su especie. La bolsa se ha separado, en efecto, pero al caer no encuentra mejor lugar para aterrizar que sobre la cabeza de la gata que se lamía ya las patas como dejando atrás lo sucedido. Cubierta nuevamente de bolsa, la gata se queda quieta. La cola afuera, se mueve despacio de un lado a otro, la punta sola de arriba abajo, solo cabe adivinar lo que hará ahora. Pocos segundos pasan a través de ella, tranquila, encuentra repentinamente cierto descanso, cierta protección dentro de esta improvisada cueva de plástico blanco. Se escuchan silbidos a lo lejos, alguien la extraña, ella lo oye, responde con maullidos intermitentes leves, que no llegan a los oídos de quien la llama. Sin saberlo ella, una cabeza humana se asoma por la ventana pero no ve en el suelo más que una bolsa blanca. Cierra la ventana y prosigue con su búsqueda, para abandonarla en pocos minutos asumiendo la gran pericia felina para regresar a la cama cuando la noche se ha instalado. Abajo, en cambio, una repentina torpeza se ha apoderado de la mascota castrada y engordada, muy lejana ya de aquella que saltaba por los techos más altos y lejanos, la que podría haber encontrado la manera de salir de esa bolsa y volver a calentar los pies de quien la alimenta.

La gata se ha quedado dormida, cubierta de blanco, son ya las 11 de la noche, se oye el camión recolector y a los 3 hombres que levantan una a una las bolsas de basura del distrito para lanzarlas al camión que compacta en pequeños paquetes cada tantos kilos de desperdicios. Sorprendería que uno de ellos hiciera algo más allá de lo que su trabajo exige, recoger la basura de los puntos establecidos, pero en esta oportunidad la pequeña anciana de la puerta cercana a donde la gata duerme escondida, está sacando, ella sola, una bolsa negra con desperdicios y otra muy grande con ropa para regalar a los trabajadores nocturnos. Uno de ellos, el más joven, la ve desde lejos, y corre para ayudarla. Recibe las bolsas con mucho agradecimiento, ayuda a la señora con la bolsa negra y le dice que descanse. Ante este súbito incremento en la actividad de la noche, la gata despierta y realiza una serie de movimientos rápidos y desesperados por salir de su guarida temporal. La señora la confunde con un roedor indeseable y deja salir un pequeño pero certero alarido y dice claramente la palabra rata. La gata, que es negra, escapa por los bordes de las paredes, dejando atrás, por fin, la bolsa, y el joven, que no puede dejar pasar una ocasión para demostrar gallardía, emprende la persecución con las bolsas en las manos. La cabeza humana que asomó por la ventana hace ya una media hora vuelve a aparecer y pregunta está bien señora? A lo que esta responde hay una rata enorme. La fobia por las ratas impide que la cabeza humana se involucre en la situación con lo cual se despide y cierra con rapidez y cerrojo, la ventana. La pequeña gata negra ha logrado alejarse lo suficiente del recolector heroico, y está por cruzar la calle hacia los arbustos del parque de enfrente donde podrá pasar la noche escondida, protegida, ya casi lo imagina, hasta que salga el sol y ella pueda esperar a que su dueño la encuentre. En medio del asfalto el camión también avanza y es lamentable cómo suceden las cosas a veces cuando los caminos de uno y otro ser se encuentran para la desgracia de uno de ellos, el más pequeño e indefenso, peludo ser, que al ser sobrepasado por la inmensa llanta del camión no puede siquiera emitir un sonido de despedida de este mundo cruel y material, donde la rapidez y la agilidad quedan atrás para dejarnos tan solo con un cuerpo ensanchado y lento, que, además, es lo que queda de nosotros para terminar en una bolsa plástica blanca, cerrada con un nudo, lanzada sin lástima ni tristeza al camión que ahora une el paquete que llega con los que ya estaban ahí y tritura todo para hacer espacio a las siguientes bolsas que vendrán a lo largo de la noche.

Riña a garrotazos

estos días está el país revuelto, pero para bien. Las conciencias, agitadas, han ocupado un lugar junto al vaso de vino y el plato de sopa, incluso a veces son el primer plato de cada comida. Las opiniones, afiladas como dardos, cruzan la mesan esquivando vasos y botellas para clavarse en el corazón del oponente. No hay familia que valga cuando se trata de defender o atacar al super juez. Ataques, contraataques, fintas, crochet de izquierda y golpes directos a la opinión convencida de un tipo que, al igual que nosotros, normalmente no tiene mucha base teórica sobre la que sustentar su opinión. Duelo de voluntades, no de intelectos.

Estos días, señores, los medios nos obligan a discutir sobre temas sobre los que no tenemos ni idea.

siempre me pregunté por qué discutían estos dos

¿cazador cazado?

Escribía hoy en otra red social, "si la policía deja en paz a todos los sospechosos menos a uno, ¿tiene éste derecho a sentirse perseguido?"


Pregunta sencilla, pero con una respuesta compleja, sobre todo si la llevamos al campo de la actualidad y le ponemos nombre y apellido: Baltasar Garzón. Cuando este ciudadano ejercía papel de policía no creo que se hiciera la pregunta con frecuencia, pero creo que ahora sueña con ella. En un país donde hay escasísimos casos en los que un juez se enfrenta a inhabilitación, al amigo Baltasar se le juzga por triplicado.

¿Qué opináis?

Renovables

se me escapan un poco las cifras cuando leo sobre energía. En parte, la culpa es de los periodistas, a los que sospecho tan indocumentados como yo mismo. En parte, del gobierno y de las eléctricas, que dan información contradictoria y poco comparable. El resultado mosquea, pues aunque no soy desconfiado, cuando muchos se ponen de acuerdo para ocultarme información ... malo. Como leí en algún sitio: "si jugando al póker a la quinta mano no sabes quién es el primo ... es que eres tú"

A ver, andamos a vueltas con que las instalaciones foto-voltaicas tienen amortizaciones a largo plazo, con que los molinos dependen del viento, con que los biocombustibles sólo dan dinero si el petróleo está caro ... y tal y cual. Dejando de lado el tema nuclear, cuyo debate está muy politizado y es altamente sensible a la subjetividad de cada uno, y la hidroeléctrica aceptada por todo el mundo, debemos preguntarnos ¿es más cara la energía renovable que la que conseguimos quemando gas, carbón o petróleo?

El gobierno debería proporcionarnos una respuesta clara y concisa, mostrándonos una matriz en la que apareciesen los distintos precios del kw conseguido con un barril de crudo a 140$ a 200 o a 80$ y comparándolos con los obtenidos por otras vías. Fijaos que no hablo de polución, ni de Kioto, ni de contaminación radiactiva. Para no meter más factores en la discusión hablo sólo de dinero. Pues bien, ni así son capaces los actores del mercado energético de explicarnos qué podemos esperar en los próximos años. Tampoco el gobierno es capaz de mostrar una previsión a 10-20-50 años sobre qué podemos esperar del futuro. ¿Existe algún modelo capaz de predecir si un hipotético despliegue masivo de molinos costeros y de edificios con fachadas llenas de paneles cubriría la demanda eléctrica del futuro? ¿cuenta ese hipotético modelo con hipótesis sobre paneles más eficientes o molinos con mayor capacidad?

Mi opinión, desde un punto de vista realista y de asegurar el suministro, ahora estable, es continuar con la política actual para el corto e incluso el medio plazo, pero, mirando a futuro debemos ser conscientes de que nuestra dependencia de los combustibles importados nos hace débiles, a España y a la U.E. en general. Sol, aire y mar tenemos a punta de pala y si aún no hay tecnología capaz de sacar energía de aquéllos, debemos invertir en obtener ese conocimiento.

Otros ya lo hacen, como estas dos plantas californianas del desierto de Mojave, la primera ya funciona y la segunda está en proyecto, con tecnología española por cierto:

500MW - tecnología Bright Source Energy

250MW tecnología Abengoa Solar
en comparación, una fotografía de la Central Térmica de Andorra, en Teruel, una de las de mayor capacidad de nuestro país. Funciona quemando 350.000 kilos de lignito cada hora. Tenemos unas 60 centrales térmicas en España:

1101KW - Endesa

Te garantizo que ...

... esta inversión es segura, qué mi empresa es solvente, que esta casa se revalorizará ...

¿Cuántas veces nos han dicho una de estas frases en los últimos años? en el Banco, en alguna reunión de inversores, en la oficina de la inmobiliaria. Eso por no hablar de las conversaciones de barra de bar o de tertulia de amigos, donde cada uno de nosotros damos rienda suelta a nuestra verborrea experta asesorando a otros sobre acciones "chicharro", fondos "hedge" y demás chollos financieros o urbanísticos.

Hace años ibas al banco y metías tu dinero donde te decía el de la sucursal. Total, "el experto era él". Ahora tienes que tener mucha prudencia y dos "masters" para poder leer la letra del contrato y los pensamientos ocultos del comercial del banco. Preferentes, convertibles, estructurados ... son adjetivos que enmascaran la cada vez más compleja realidad de los productos financieros. Su objetivo: uno solo, que gane el banco. Ellos juegan con tu avaricia e inexperiencia. A veces con tu candidez. Y no hablo del "asesor" del la oficina bancaria, quien la mayoría de las veces es tan cateto en economía como nosotros. Tras el comercial hay legiones de expertos en Marketing que se dedican a leer tu comportamiento, de matemáticos que conocen al dedillo las tendencias del mercado, y de tiburones que alimentan sus "bonus" de idiotas como nosotros.

Desde hace muchos años cuando alguien me pregunta mi opinión sobre una inversión me decanto por el lado de la prudencia. Sólo recomendaría una inversión arriesgada a alguien con amplios conocimientos sobre el mercado y que además supiera leer el futuro. Claro que si se cumpliesen esas dos premisas, no me preguntarían a mí.

¿Hipotecas en yenes? no gracias. Buff ... llevo estudiando dos años el contrato de la mía y aún no lo entiendo bien. Y eso que está en euros.

Belleza

ayer oí a unos chavales debatir sobre si la actriz más bella de la "Historia" es Jessica Alba o Megan Fox.

Inmediatamente eché a volar mi memoria y aparecieron estas mujeres. Debo estar haciéndome mayor:

Veronica Lake
Gene Tierney


Italia is different, Spain too

oye, lo bien que nos lo pasamos la semana pasada y lo mucho que subimos el orgullo patrio. En este país, donde se estila la envidia, lo que más nos gusta es hacer leña del árbol caído. Y si es un buque hundido, pues lo desguazamos.

Recuerdo que en durante el bachillerato el segundo más tonto de la clase tenía martirizado al que ostentaba el titulo de pardillo mayor. A aquel sujeto le caían collejas desde que entraba hasta que salía, pero se iba medio contento a casa, pues en algún momento del día gozaba su efímero momento de triunfo: un cachete al que sólo era un poco más marginado que él. Con el tiempo he comprobado que los tíos peligrosos no son necesariamente los que eran matones en la clase, o los que recibían estoicos todos los palos, sino aquéllos que viviendo en la parte baja de la escala no tenían otro deseo que subirse a la cúspide.

La semana pasada reviví esa sensación. Los españoles riéndose de los italianos. Vaya cuadro. No me cuesta mucho imaginar al "Bigotes" o a "Correa" con uniforme de capitán de barco de recreo. Y tampoco  me cuesta mucho imaginarles soltando excusas en italiano acojonado, como el ínclito Schettino.


Ganar ... de cualquier manera

leo a Zidane en el "AS" defendiendo a Pepe y a Mou no me gusta. Me ha defraudado, aunque pensándolo bien, Zidane fue un genio en el césped pero supongo que como analista no va más allá de un forofo más, un aficionado que además sigue cobrando del club al que defiende.
Los madridistas estamos en horas bajas pues parece que ganar al Barça es ahora más difícil que abrir una nueva ruta en la cara norte del K2. Pero además de perder, hay un grupo de madridistas que estamos tristes por los derroteros que está siguiendo el club en los últimos tiempos. Ganar, ganar, ganar, de cualquier manera si es preciso. Ese es el credo de los dos sujetos que dirigen hoy al Real Madrid. Florentino y Mou, tal para cuál. Uno deslumbrado por el poder y otro por su ego. No me representan. Ni a mí ni a los que defendemos la epopeya del que hasta hace poco era el mejor club de la Historia del fútbol.

Para esos aficionados ganar es importante, pero el “cómo” lo es más. Soy del Madrid desde pequeño. Zidane no. Y se le nota. Hemos mirado la tele 20 años sin ganar la copa de Europa, y no pasó nada, algunos pasaron 31 años sin ganarla, pero se sentían orgullosos de defender al Real Madrid. En todos los pueblos de España la gente era de su equipo local y además, del Madrid. Ahora nos miran con recelo, sino con odio.  Me desespera que nuestro club se ensucie, me entristece de verdad. Siempre tuvimos la chulería del campeón, cierto, pero lo de ahora va más allá. El estilo del Madrid de hoy es chabacano y cutre.

la Pepa

2012, doscientos años ya desde aquella reunión de visionarios en una ciudad sitiada y batida por la artillería francesa. Jóvenes, ilustrados, ingenuos, deslumbrados por el brillo de una Francia revolucionaria que disparaba libertad y tiranía simultáneamente.

Hoy, doscientos años después, la Constitución de Cádiz sigue siendo una lectura ilusionante


la rebeldía del cínico

son muchas las voces que hablan de la creciente falta de civismo de la gente. Se ve en el metro, en la oficina, en el grupo de amigos. Es palpable. Pero, ¿cuál es la razón?: la mayoría apunta al sistema educativo, a la falta de disciplina ... a los jóvenes. Pero, ¿y los que no son jóvenes? yo veo esa misma falta de civismo en personas de toda edad y condición. Se podría suponer que esa actitud viene del descuido, pero muchos de los que la ejercen manifiestan que es elegida, que les gusta ese estilo de vida. "Yo no soy maleducada, simplemente digo la verdad sin tapujos", me espetó una compañera hace tiempo.

Y es que, al menos en mi entorno, es creciente el número de personas que se muestran cínicos en la defensa de sus argumentos y olvidan las más elementales normas de respeto al prójimo. Asisto a diario a conversaciones serias o banales donde mandan las palabras gruesas y las actitudes propias de gánster.
Es más, a veces incluso se deja de lado el fin último del diálogo, plantear y convencer, y la discusión pasa de ser un medio a un objetivo en sí misma. Se diría que hay gente que está deseando saltarse los prolegómenos para llegar rápidamente al enfrentamiento.
Paralela a esta actitud se encuentra la de crítica y escarnio de los "bienquedas" o de aquéllos que buscan el consenso. Parece que estos discutidores profesionales identifican su argumentación ruda con pureza de sentimientos, vituperando el esfuerzo integrador de los que dialogan, que pasan a la casta de pusilánimes o tibios.

Pasa igual en el día a día. Está de moda ir mal vestido, desastrado como dicen en el pueblo. Todos los días hay gente en el tren con los pies sobre el asiento de enfrente. Gente de todas las edades. Quizá sea un fallo de RENFE y haya que poner reposapiés para las delicadas extremidades del hombre moderno. Cuando les llamas la atención, la mayoría baja los pies, para volver a subirlos cuando te das la vuelta. En fin, en eso ha quedado la rebeldía del cínico, en simple y llana mala educación. Parece que la conducta asocial les redime de sus frustraciones.

Quizá esta deriva tenga que ver con las tendencias más y más individualistas de la sociedad que me rodea, pero principalmente con el paso del tiempo. Muchos, con la edad y por desesperanza en ideales que creían ver realizados algún día se vuelven asociales. Otros por hartazgo de las rutinas que imponía la educación de sus mayores se rebelan contra ellas. Los más, por esnobismo puro y duro, pues el cinismo es una manera de destacar como cualquier otra.

incluso la tele nos proporciona héroes cínicos a los que admirar




a aprender, a la escuela

vaya por delante que no soy experto en tasas por tanto seguro que alguna cosa se me escapa al hablar de la subida de impuestos que ha publicado el nuevo gobierno de España. A esta falta de base teórica uno el problema de no conocer la magnitud del desafío. El gobierno no nos explica cuánto dinero se necesita y cuánto de ese dinero se conseguirá a través de este aumento impositivo. Las cifras bailan de mes a mes y ello produce desconfianza e inseguridad.

Dicho esto me parece correcta la subida de impuestos para mantener el nivel de prestaciones que el Estado ha venido proporcionando. Pero, además exijo:
  • que las medidas de control del fraude aumenten
  • que se impongan penas de cárcel a los defraudadores. No pagar a la Hacienda de todos es robar a todos.
  • que se publique el nombre de los defraudadores. El anonimato favorece este tipo de conductas
  • que el gobierno sea consciente del esfuerzo que pide a los ciudadanos. Un aumento impositivo medio del 3% unido a la congelación salarial (en lo privado ya se lleva aplicando unos años), supone una pérdida de poder adquisitivo del 6 ó 7%,: unos 1.100€ menos para un salario neto de 18.000€ anuales.
  • que la ley sea igual para todos los trabajadores, independientemente de su régimen fiscal. Por tanto se debería aplicar una tasa progresiva también en el régimen societario.
Y dicho esto, que el dinero recaudado se utilice con sabiduría y responsabilidad. Los malos gestores deben ser auditados y sancionados. Perder 5.000 millones por una mala decisión debe aparejar al menos una inhabilitación para gestionar dinero público en el futuro. Necesitamos gestores hábiles y responsables, no becarios de alto copete. Como dije en un post anterior, la buena intención se presupone, pero no basta para hacer las cosas bien. Como dice un amigo, "a aprender a la escuela, el gobierno es para gente experta"