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La dieta y el ejercicio previenen la diabetes durante años

15 de abril de 2014 
Los cambios del estilo de vida que realizan las personas con alto riesgo de desarrollar diabetes reducen esa probabilidad en las dos décadas siguientes, según indica un equipo de China.

La modificación de la alimentación y el ejercicio también disminuyeron la mortalidad, en especial en las mujeres, según surge de los datos del Estudio de Prevención de la Diabetes de Da Qing a seis años.

Los participantes ingresaron al estudio con niveles de azúcar en sangre por encima de los normales, pero no lo suficientemente altos como para diagnosticarles diabetes. Los autores querían comprobar si podrían ayudarlos a prevenir o retrasar ese diagnóstico.

"La diabetes está asociada con un aumento del riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y morir", dijo por e-mail el doctor Guangwei Li, del Hospital de la Amistad China-Japón, en Pekín.

Li comentó que la prevalencia de la diabetes aumentará con el rápido crecimiento económico en China y el resto del mundo. "Tenemos que hacer algo para retrasar la aparición de la diabetes en poblaciones de alto riesgo", agregó.

Con su equipo, estudió a 568 participantes del estudio original, que comenzó en 1986, en Da Qing, China. Al azar, esos pacientes utilizaron tres intervenciones (dieta, ejercicio o dieta más ejercicio) o formaron un grupo control.

La dieta estaba diseñada para ayudar a adelgazar a los participantes con sobrepeso y reducir el consumo de carbohidratos simples y alcohol en los participantes con peso normal. El programa de ejercicio debía aumentar el tiempo que los participantes hacían actividad física.

Los resultados del estudio original indicaron que las tres intervenciones disminuyeron el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 al final de la investigación, en 1992.

Con el nuevo estudio, el equipo quiso conocer si los cambios del estilo de vida del estudio original habían influido en la aparición de la diabetes y la mortalidad varios años después.

Para eso, comparó las historias clínicas y los certificados de defunción de 430 participantes que habían realizado alguna intervención y de 138 del grupo control.

Al final del 2009, el 28 por ciento de los que habían hecho dieta, ejercicio o ambos había fallecido, comparado con el 38 por ciento del grupo control.

Al concentrarse en la enfermedad cardíaca, los autores observaron que el 12 por ciento de los que habían realizado alguna intervención había muerto por alguna causa cardíaca, comparado con el 20 por ciento del grupo control.

La mayor parte de los beneficios se concentró en las mujeres (hubo poca diferencia en la mortalidad de los hombres independientemente de si habían realizado alguna intervención).

Los autores también compararon los diagnósticos de diabetes: el 73 por ciento de los que habían realizado alguna intervención había desarrollado la enfermedad antes del 2009, comparado con el 90 por ciento del grupo control. Esa relación fue similar en hombres y mujeres, según publica el equipo en The Lancet Diabetes and Endocrinology.










Publicado en http://vidayestilo.terra.com/salud/,f2f163f194165410VgnCLD2000000ec6eb0aRCRD.html 

Nota: la única diabetes que a día de hoy se puede prevenir es la diabetes tipo 2. esta entrada solo se refiere a este tipo de enfermedad. La diabetes tipo 1 no es aún prevenible.

La reducción de peso en personas con diabetes tipo 2 mejora la calidad de vida

Look AHEAD Study es un ensayo realizado en 5.145 personas de 16 centros de estudio en Estados Unidos con diabetes tipo 2 que cambiaron su estilo de vida.

14/04/2014 Nota de prensa / Sociedad Española de Diabetes

Durante la celebración del 25º Congreso de la Sociedad Española de Diabetes (SED), que reúnieron en el Baluarte de Pamplona a más de 1.200 profesionales durante los días 3, 4 y 5 de abril, se desarrollaron diversos temas de discusión sobre la diabetes y su relación con enfermedades cardiovasculares, inflamatorias, celiaquía.

Uno de los estudios principales que se presentaron este viernes 4 de abril es el Look AHEAD Study, cuyo ponente, el Dr. Xavier Pi-Sunyer, jefe de endocrinología del Hospital de la Universidad de Columbia, Nueva York, nos explicó los principales resultados de un controvertido ensayo realizado durante más de nueve años y que se suspendió prematuramente al no poder conseguir reducir los accidentes cardiovasculares en personas con diabetes tipo 2 y obesidad o sobrepeso, a pesar de haber cambiado su estilo de vida, logrando una reducción de peso y aumento de ejercicio físico.

Habitualmente se recomienda la pérdida de peso en los pacientes obesos o con sobrepeso que padecen diabetes tipo 2, basándonos en estudios a corto plazo que muestran numerosos beneficios en el control glucémico, factores de riesgo cardiovascular y calidad de vida. Sin embargo, se desconoce si la pérdida de peso reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo. “En el estudio hemos examinado si una intervención intensiva en el estilo de vida de estos pacientes, reduciendo el peso, podría disminuir la morbi-mortalidad entre tales pacientes”, explicó el Dr. Pi-Sunyer.

Para ello, el Look AHEAD Study pretendía evaluar los efectos de la intervención en los estilos de vida sobre los resultados cardiovasculares en personas con diabetes tipo 2 con sobrepeso u obesidad durante 13,5 años. Finalmente se asignaron aleatoriamente a 5.145 con este perfil en 16 centros de estudio de los Estados Unidos y se distribuyeron en dos grupos;
Grupo de intervención. Sobre el que se intervino en el estilo de vida reduciendo la ingesta calórica (1.200-1.800 kcal/día) y aumentando el ejercicio físico (175 minutos semanales de actividad moderada o intensa).
Grupo de control. Al que se le dio consejos de estilo de vida y educación diabetológica.

A pesar de dicha intervención en el estilo de vida de los pacientes, el ensayo fue suspendido antes de tiempo con una media de seguimiento de 9,6 años, ya que se comprobó que no había una diferencia estadísticamente significativa entre los dos grupos en cuanto a la mortalidad y morbilidad cardiovascular. En el grupo de intervención se dieron 403 pacientes con accidente cardiovascular y en el grupo de control fueron 418.

La intervención en el estilo de vida produce nuevos beneficios
Aunque no se redujeron los accidentes cardiovasculares de forma significativa en las personas con diabetes tipo 2 que cambiaron su estilo de vida, el estudio sí demostró nuevos beneficios que mejoran la calidad de vida de dichos pacientes con obesidad o sobrepeso:
Además de conseguir reducir el peso y la circunferencia de la cintura, mejoraron el control glucémico, su condición física y la mayoría de los factores de riesgo cardiovascular, como la tensión arterial, el colesterol- HDL y los triglicérido.
También, el grupo que mejoró su estilo de vida, tenía mayor probabilidad de remisión parcial de la diabetes tipo 2 en comparación con el grupo de control.
Se redujeron en un 31% los niveles de complicaciones renales.
Se redujo en un 14% el riesgo de retinopatía diabética.
En cuanto a la depresión asociada a la diabetes tipo 2, también hubo una disminución del 21%.
Se redujo el empleo de medicación debido al mejor control de la glucemia, lo que también hizo disminuir los episodios de hospitalización de estos pacientes.

“Este efecto es muy positivo y explica por qué los pacientes del grupo de intervención eran menos propensos a ser tratados con insulina durante todo el proceso”, afirma el Dr. Pi-Sunyer.


Imagen 1






Publicado en http://www.discapnet.es/Castellano/Actualidad/Linea_Social/la-reduccion-de-peso-en-personas-con-diabetes-tipo-2-mejora-la-calidad-de-vida.aspx

Imagen 2: http://redgedaps.blogspot.com.es/2013/11/la-intervencion-sobre-los-estilos-de.html


Identifican equilibrio fisiopatológico en pacientes con diabetes tipo 2 y cirrosis

Organización Editorial Mexicana
13 de abril de 2014

México.-No comas mucho dulce, se te va a subir el azúcar; no bebas tanto, te puede dar cirrosis... son algunas frases que escuchamos con frecuencia. Lo que usualmente no oímos es la relación que existe entre la cirrosis y la diabetes.
Imagen 1: Anatomía humana


Esta última y los daños en el hígado forman parte del síndrome metabólico, un conjunto de enfermedades que generan varios trastornos o factores de riesgo en un mismo individuo.

Sin embargo, tras un estudio, investigadores del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM descubrieron que al coexistir esas dos enfermedades en un mismo paciente, con el tiempo alcanzan un equilibrio fisiopatológico.

Tras tomar muestras de sangre a 60 individuos con diabetes mellitus tipo 2 (DM-2), a 70 con cirrosis y a 25 con ambas patologías (con la condición de no ser fumadores o alcohólicos y estar libres de complicaciones renales), los universitarios obtuvieron hallazgos interesantes, publicados en la revista Oxidative Medicine and Cellular Longevity.

Descubrieron que en las personas con ambas patologías existe un equilibrio entre las reacciones prooxidantes y antioxidantes, la regulación de la cisteína y los nitritos en la sangre, así como una mejora considerable en los niveles de fosfolípidos y colesterol.

"La combinación de DM-2 y cirrosis mejora los niveles de ácido tiobarbitúrico (TBARS), es decir, estos lípidos conservan su estructura normal", indicó Rolando Hernández Muñoz, líder de la investigación y doctor en ciencias biomédicas.

De igual manera, se registró una estabilidad en la producción de cisteína libre. Este aminoácido es un constituyente estructural del glutatión (molécula que defiende al cuerpo de la oxidación); ante la presencia del estrés oxidativo la cisteína queda libre, por lo tanto, el glutatión deja de sintetizarse y potencialmente se genera una toxicidad celular, pues es una fuente importante de azufre en el metabolismo humano.

El universitario se ha dedicado a estudiar los efectos antioxidantes de compuestos que protegen al organismo del daño producido por radicales libres generados en las reacciones oxidativas durante la respiración celular. "Si los radicales libres le ganan a los antioxidantes se genera una oxidación descontrolada, llamada estrés oxidativo".

Hasta donde se sabe, detalló, los radicales libres tienen una afinación por oxidar lípidos mediante la liberación de sustancias reactivas de TBARS, que provocan el incremento del colesterol y triglicéridos.

Ubicado en la profundidad del abdomen, el páncreas cumple un proceso indispensable en el cuerpo humano: producir insulina, una hormona cuyo objetivo es facilitar la entrada de la glucosa a las células para proveernos de energía.

En la DM-2, el cuerpo no aprovecha de manera óptima esa hormona, por lo que la glucosa no se distribuye bien en el organismo. Esta deficiencia incrementa el riesgo de la esteatosis hepática, mejor conocida como hígado graso (acumulación anormal de grasa), que gradualmente llevará a la cirrosis.


Imagen 2: Antidiabéticos orales.
Por otro lado, en los pacientes cirróticos el hígado -que sintetiza proteínas, combate infecciones, almacena vitaminas, limpia la sangre- se deteriora y desarrolla, eventualmente, patrones diabetogénicos, describió Hernández Muñoz.

De acuerdo con los resultados de la investigación, existe una correlación entre el estrés oxidativo y la alteración de los lípidos contenidos en la membrana celular (fosfolípidos, colesterol).

Esta última es como un sándwich, en donde las rebanadas de pan son las dos capas lipídicas que separan el interior y exterior de la célula; su relleno está compuesto de fosfolípidos (hilos que permiten el flujo de materia de una capa a otra) y colesterol, entre otros.

Con el exceso de colesterol, la membrana se vuelve rígida, disminuye el transporte de moléculas y se perturba la función de "fluidez" que depende de los fosfolípidos. Sin embargo, aseguró el investigador, al combinarse las dos enfermedades los niveles de colesterol y la alteración de los fosfolípidos se normalizan.

"Aunque algunas alteraciones en pacientes con cirrosis y diabetes se contrarrestan o complementan, no significa que estén mejor o que convenga tener las dos enfermedades. En la biología nada es bueno y nada es malo, todo es relativo; todavía nos falta mucho por estudiar", concluyó.

Publicado en http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n3357554.htm

El músculo es esencial para frenar la obesidad y la diabetes 2


CONGRESO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE DIABETES
El ejercicio físico conocido como “entrenamiento de fuerza” es muy útil para metabolizar la glucosa y la grasa
07.04.14 - 16:21 -
SALUD REVISTA.ES | PAMPLONA

La disminución de la masa muscular se acompaña de más obesidad, resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, dislipidemia e hipertensión arterial. Por eso se aconseja reforzar al músculo, como parte esencial para metabolizar la glucosa y la grasa. Por medio del entrenamiento de fuerza se reduce la pérdida de músculo (que acompaña al envejecimiento) y puede mejorar la tensión arterial, el colesterol y los triglicéridos, además de aumentar la fuerza, la flexibilidad y la resistencia física.

“El entrenamiento de fuerza puede ser un medio muy útil para el tratamiento de la obesidad y de la diabetes tipo 2”, ha afirmado el doctor Javier Ibáñez, del Centro de Estudios, Investigación y Medicina del Deporte del Gobierno de Navarra, durante su intervención en el 25º Congreso de la Sociedad Española de Diabetes (SED). Las razones del experto son:

1. Reduce sustancialmente la pérdida de músculo que se produce cuando una persona hace sólo dieta. Mantener la masa muscular corporal es esencial para un mejor transporte de la glucosa y del metabolismo de la grasa.

2. Evita la reducción del metabolismo de reposo que se produce inevitablemente cuando se sigue sólo una dieta hipocalórica.

3. Ayuda a mejorar las cifras de la tensión arterial, del colesterol y de los triglicéridos.

4. Mejora la fuerza, la flexibilidad y la resistencia física.

5. Mejora el sentimiento de bienestar y autoestima.

6. Es mucho más probable que aquellas personas que han perdido peso y han abandonado la dieta hipocalórica puedan mantener esta pérdida si siguen realizando el entrenamiento de fuerza.

Específicamente en casos de diagnóstico de la diabetes tipo 2, en pacientes con una HbA1c (hemoglobina glicosilada) menor de 7,5%, se puede intentar evitar la solución farmacológica si cambian a una dieta hipocalórica, combinada con ejercicio físico. “Se ha visto que con solo dos sesiones de fuerza por semana, en cuatro meses, sin una dieta hipocalórica concomitante, los pacientes pueden mejorar significativamente los niveles plasmáticos de glucosa y la sensibilidad a la insulina, y disminuir alrededor de un 10% la grasa corporal”, ha concluido el doctor Ibáñez.



Más sobre el entrenamiento de fuerza

  • Incluye levantamiento de pesas, uso de máquinas, flexiones corporales y bandas elásticas. Con él se trabajan diferentes grupos musculares utilizando el propio cuerpo.
  • Si se van a utilizar autocargas o mancuernas/bandas elásticas, se pueden realizar las sesiones de forma autónoma en su propia casa. En caso querer acudir a un gimnasio para mover más peso, sería conveniente la orientación de un monitor, quien indicará los ejercicios a realizar y las cargas con las que tienen que comenzar su programa de entrenamiento.
  • Lo ideal es compaginar los dos tipos de ejercicio: aeróbico (caminar, nadar, etc.) y de fuerza, además de flexibilidad.





Publicado en http://www.ideal.es/salud/vida-sana/20140407/ejercicio-fueza-pesas-paciente-201404071621-rc.html

Un nuevo factor presente en la diabetes tipo 2 y gestacional


abril 7, 2014


Un estudio revela que tanto las mujeres embarazadas con diabetes, como los diabéticos tipo 2 tienen altos niveles de un metabolito de la grasa que deteriora las células beta.

Un nuevo estudio de la Universidad de Toronto (Canadá) revela que tanto las mujeres embarazadas con diabetes como los diabéticos tipo 2 tienen altos niveles de un metabolito de la grasa que deteriora las células pancreáticas secretoras de insulina. Los resultados, publicados en Cell Metabolism (DOI: org/10.1016/j.cmet.2014.03.008), sugieren que el bloqueo de los efectos de este metabolito puede ayudar a prevenir y tratar la diabetes.

Los investigadores examinaron más de 340 moléculas en muestras de sangre de personas con diabetes gestacional, diabetes tipo 2 y un grupo de control sin la enfermedad. Descubrieron que la sangre de los pacientes diabéticos gestacionales y con diabetes tipo 2 contenía un importante número de metabolitos cambiados, incluyendo azúcares, aminoácidos y grasas, en comparación con las muestras de control.

Además, el metabolito de la grasa denominado CMPF estaba presente en grandes cantidades en los dos grupos que tenían la enfermedad. Los experimentos en ratones mostraron que este aumento de la concentración de CMPF causó una disminución en la secreción de insulina por parte de las células beta en el páncreas, lo que provocó la diabetes.

En una serie de experimentos posteriores, los investigadores descubrieron que el CMPF entra en una célula beta a través de un transportador de aniones orgánicos 3 (OAT 3) y, una vez dentro de la célula, genera estrés oxidativo y otros efectos negativos. A continuación, los autores vieron que los efectos de CMPF podrían prevenirse bloqueando su entrada en las células beta productoras de insulina o mediante el tratamiento con antioxidantes.

“Si somos capaces de reducir los niveles de CMPF en la célula beta bloqueando OAT 3, creemos que podemos preservar la función de las células beta y prevenir su fallo, que, en última instancia, causa la diabetes”, explica Kacey Prentice, autora principal del estudio.
abril 1/2014 (Diario Médico)

Kacey J. Prentice, Lemieux Luu, Emma M. Allister, Ying Liu, Lucy S. Jun, Kyle W. Sloop.he Furan Fatty Acid Metabolite CMPF Is Elevated in Diabetes and Induces β Cell Dysfunction.Cell Metabolism, Vol. 19, Issue 4, p653–666. Abr 01, 2014
Imagen








Publicado en http://boletinaldia.sld.cu/aldia/2014/04/07/un-nuevo-factor-presente-en-la-diabetes-tipo-2-y-gestacional/#more-33298

La Comisión Europea autoriza el uso de 'Eperzan' (GSK) para mejorar el control glucémico en diabetes tipo 2


lainformacion.com
jueves, 03/04/14 - 15:20
La Comisión Europea ha autorizado la comercialización del tratamiento semanal con albiglutida, fármaco biológico de GlaxoSmithKline (GSK) cuyo nombre comercial es 'Eperzan', indicado para mejorar el control glucémico en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 en adultos.

MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

La Comisión Europea ha autorizado la comercialización del tratamiento semanal con albiglutida, fármaco biológico de GlaxoSmithKline (GSK) cuyo nombre comercial es 'Eperzan', indicado para mejorar el control glucémico en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 en adultos.

En concreto, el fármaco se ha autorizado en monoterapia, cuando la dieta y el ejercicio por sí solos no son suficientes para lograr un control glucémico en pacientes en los que el uso de metformina se considera inapropiado por intolerancia o contraindicación; y en combinación con otros medicamentos para controlar la glucosa, incluyendo la insulina basal, cuando éstos, junto con dieta y ejercicio, no proporcionan un control glucémico adecuado.

El fármaco forma parte de la familia de los agonistas de los receptores de GLP-1, una hormona incretina importante que ayuda a normalizar el nivel de glucosa del organismo y cuya producción se reduce o desaparece en las personas con diabetes tipo 2, y se administra una vez a la semana con una pluma r y una aguja de 5 milímetros de longitud.

La autorización se ha basado en los resultados del extenso programa 'Harmony', compuesto de ocho estudios fase III en los que han participado cerca de 5.000 pacientes. En estos estudios se comparó su uso frente a los fármacos más habituales en el tratamiento de la diabetes tipo 2, incluyendo la insulina, en pacientes en distintos estadios de la enfermedad y varios grados de insuficiencia renal.

Aunque la mayoría de los estudios de registro de diabetes tienen una duración de seis meses, en cinco de los ensayos 'Harmony' se ha seguido a los pacientes hasta tres años.

En este periodo se ha visto que la reacción adversa más grave fue la pancreatitis, que también se ha registrado con otros agonistas de los receptores GLP-1, algo de lo que los pacientes deben estar informados ya que, si existe sospecha, se debe interrumpir el tratamiento. Asimismo, en pacientes con historia de pancreatitis su uso debe hacerse "con precaución".

Asimismo, el riesgo de hipoglucemia se incrementa cuando albiglutida se utiliza en combinación con secretagogos de la insulina (como la sulfonilurea) o con insulina, por lo que en estos pacientes necesitarán un reajuste de su dosis de sulfonilurea o insulina para reducir el riesgo de hipoglucemia.

OTRAS LIMITACIONES A SU USO

También se sabe que el uso de un agonista de los receptores de GLP-1 puede asociarse con reacciones adversas gastrointestinales. Aunque dado que el uso de la albiglutida no se ha estudiado en pacientes con enfermedad gastrointestinal grave, incluyendo gastroparesia grave, no está recomendado en estos pacientes.

En Europa, dada la limitada experiencia de albiglutida en pacientes con insuficiencia renal grave o en diálisis tampoco se recomienda el uso.

Asimismo, las reacciones adversas más frecuentes durante los ensayos clínicos, que afectaron a un 5 por ciento de los pacientes que recibieron el fármaco, fueron diarrea, náuseas y reacciones en el lugar de la inyección, incluyendo erupción, eritema o enrojecimiento en el lugar de la inyección1.

Tras esta aprobación, GSK espera lanzar albiglutida en varios países de Europa en el tercer y cuarto trimestre de 2014, con lanzamientos adicionales el año que viene. Asimismo, autoridades sanitarias de otros países están revisando actualmente albiglutida como la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés), que en unas semanas anunciará una decisión.

Para el director de la franquicia global de Cardiovascular, Metabolismo y Neurociencias de GSK, Vlad Hogenhuis, esta aprobación permitirá a profesionales sanitarios y pacientes tener acceso a una nueva opción terapéutica semanal que ha demostrado su eficacia en la reducción de la glucosa "con un control duradero y, en general, buena tolerancia".

Los científicos detectan siete regiones nuevas del ADN vinculadas con la diabetes tipo 2



Los investigadores sugieren que sus hallazgos podrían conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para la enfermedad

Mary Elizabeth Dallas

Traducido del inglés: martes, 11 de febrero, 2014

LUNES, 10 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- El descubrimiento de siete nuevas regiones del ADN vinculadas con la diabetes tipo 2 podría llevar a nuevas maneras de pensar sobre la diabetes y a nuevos tratamientos para la enfermedad, sugieren los investigadores.

Los hallazgos estaban entre los resultados del mayor estudio hasta la fecha sobre la genética de la diabetes, que compiló información genética sobre las personas de cuatro grupos étnicos distintos, apuntaron los autores del estudio.

En el estudio participaron más de 48,000 pacientes de diabetes y casi 140,000 personas sin la enfermedad. Al examinar más de 3 millones de variantes de ADN, los investigadores pudieron precisar las regiones que tienen un efecto incluso pequeño sobre el riesgo de las personas de diabetes tipo 2.

Dos de las regiones de ADN identificadas en el estudio están cerca de genes que muestran una asociación potente con unos niveles altos de insulina y glucemia. Esto ilumina cómo los procesos básicos del organismo tienen que ver con el riesgo de diabetes tipo 2, señalaron los investigadores.

"Aunque los efectos genéticos podrían ser pequeños, cada señal nos dice algo nuevo sobre la biología de la enfermedad", comentó en un comunicado de prensa de la Universidad de Oxford la primera autora del estudio, la Dra. Anubha Mahajan, que trabaja en la universidad, en Inglaterra.

"Estos hallazgos podrían conducirnos a nuevas formas de pensar sobre la enfermedad, con el objetivo final de desarrollar terapias novedosas para tratar y prevenir la diabetes", afirmó Mahajan. "Hay muchos motivos para pensar que unos fármacos que actúen sobre esos procesos biológicos tendrían un impacto mucho mayor sobre la diabetes de un individuo que los efectos genéticos que hemos descubierto".

La investigación fue llevada a cabo por un grupo internacional de científicos de 20 países, en cuatro continentes. Los científicos señalaron que el estudio incluyó a hispanos y asiáticos, no solo a personas de ascendencia europea. A medida que más información genética sobre personas del sur de Asia y de África se haga disponible, será posible examinar más de cerca los genes vinculados con la diabetes tipo 2, aseguraron.

Mark McCarthy, el investigador principal del estudio, dijo que "una de las características llamativas de estos datos es la cantidad de variación genética que influye sobre la diabetes que es compartida entre los grupos étnicos importantes".

"Esto nos permitió combinar los datos de más de 50 estudios de todo el mundo para descubrir nuevas regiones genéticas que afectan el riesgo de diabetes", apuntó en el comunicado de prensa McCarthy, del Centro de Genética Humana Wellcome Trust de Oxford.

"El solapamiento en las señales entre las poblaciones de origen europeo, asiático e hispano plantea que las regiones de riesgo que hallamos hasta la fecha no explican las claras diferencias en los patrones de la diabetes entre esos grupos", planteó McCarthy.

El Dr. Andrew Morris, investigador principal, también del Wellcome Trust, dijo que los hallazgos deben aplicar también a otras enfermedades comunes.

"Al combinar datos genéticos de los distintos grupos étnicos, deberíamos también esperar poder identificar nuevas variantes de ADN que influyan sobre el riesgo de enfermedad cardiaca y sobre algunos tipos de cáncer, por ejemplo, que sean compartidas entre los grupos étnicos", comentó Morris en el comunicado de prensa. "Tiene el potencial de tener un impacto importante sobre la salud pública global".

El informe aparece en la edición en línea del 9 de febrero de la revista Nature Genetics.


Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTE: University of Oxford, news release, Feb. 9, 2014

HealthDay

(c) Derechos de autor 2014, HealthDay

Publicado en http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_144552.html