Para mantenerse con vida, los pacientes que sufren falla renal necesitan un trasplante. Cuando ese problema es intensificado por una excesiva coagulación de sangre, también necesitan mucha suerte. M necesitaba un trasplante urgentemente pero su condición sanguínea había obstruido todos los vasos sanguíneos de su ingle excepto una vena a través de la que recibía diálisis. Esto bajaba significativamente las posibilidades de tener un trasplante exitoso.
Hace ocho años el joven había recibido un riñón de su hermano, pero el trasplante, que se hizo en Egipto, falló inmediatamente.
Teniendo en cuenta esto, los médicos israelíes se enfrentaron con un gran desafío ya que temían no poder encontrar venas saludables para alimentar al riñón trasplantado. Como resultado, los especialistas trabajaron “en reversa”: primero operaron a M y chequearon que tuviese vasos utilizables y luego quitaron uno de los riñones de su hermana y se lo trasplantaron.
Para compensar las venas bloqueadas, el cuerpo de M había desarrollado un sistema de vasos de bypass. Poco después de la cirugía, se hizo evidente que esta red colateral no podía hacer frente a las demandas del trasplante. Dos horas después de salir del quirófano, el joven fue devuelto a la cirugía. Los exámenes revelaron que, si bien todas las conexiones vasculares realizadas por los médicos de Rambam estaban trabajando, los propios vasos sanguíneos de M no podían sostener el riñón trasplantado.
El personal médico israelí nunca se había enfrentado a una situación semejante. “Fue una pesadilla”, dijo el Dr. Ran Steinberg, jefe de Cirugía Pediátrica. Para resolver el problema, los médicos implantaron un conector sintético entre la vena que sale del riñón y la que sale del hígado. Esta innovación funcionó y el cuerpo de M fue capaz de funcionar con el nuevo riñón. Después de una estancia de ocho meses en el Rambam, el chico acaba de regresar a su casa en Gaza y regresará a Israel para chequeos periódicos.
“No hay palabras para describir la emoción de triunfar en una situación imposible. No todo el mundo creía que tendríamos éxito. Tan pronto como M comenzó a recuperarse, las sonrisas de nuestros médicos regresaron. Es un gran chico y él será capaz de disfrutar de la vida normal de cualquier niño de su edad”, dijo el doctor Steinberg. JC
Para compensar las venas bloqueadas, el cuerpo de M había desarrollado un sistema de vasos de bypass. Poco después de la cirugía, se hizo evidente que esta red colateral no podía hacer frente a las demandas del trasplante. Dos horas después de salir del quirófano, el joven fue devuelto a la cirugía. Los exámenes revelaron que, si bien todas las conexiones vasculares realizadas por los médicos de Rambam estaban trabajando, los propios vasos sanguíneos de M no podían sostener el riñón trasplantado.
El personal médico israelí nunca se había enfrentado a una situación semejante. “Fue una pesadilla”, dijo el Dr. Ran Steinberg, jefe de Cirugía Pediátrica. Para resolver el problema, los médicos implantaron un conector sintético entre la vena que sale del riñón y la que sale del hígado. Esta innovación funcionó y el cuerpo de M fue capaz de funcionar con el nuevo riñón. Después de una estancia de ocho meses en el Rambam, el chico acaba de regresar a su casa en Gaza y regresará a Israel para chequeos periódicos.
“No hay palabras para describir la emoción de triunfar en una situación imposible. No todo el mundo creía que tendríamos éxito. Tan pronto como M comenzó a recuperarse, las sonrisas de nuestros médicos regresaron. Es un gran chico y él será capaz de disfrutar de la vida normal de cualquier niño de su edad”, dijo el doctor Steinberg. JC