Cochabamba: Cuatro personas fueron beneficiadas con trasplantes gratuitos de riñón

Cochabamba - La aplicación del Decreto Supremo 1870 benefició a cuatro personas con trasplantes gratuitos de riñón en la ciudad de Cochabamba, informó el lunes el responsable del Programa de Salud Renal, Marcelo Rojas.

"Ya tenemos cuatro trasplantes realizados desde que se firmó un convenio con Univalle", aseveró.

Según Rojas, existen diez personas que están en la lista de espera para acceder a ese beneficio.

Los procedimientos para optar por las operaciones avanzan con normalidad e incluso se hicieron más sistemáticos para la tranquilidad de los interesados, aseveró.

El experto recordó que la selección de los candidatos para los trasplantes de riñón depende de que cada uno cuente con un donante vivo y del cumplimiento de requisitos en tres niveles.

La categoría A incluye a pacientes con mayor necesidad de las operaciones y que deben pagar las pruebas pre y pos trasplante, la intervención quirúrgica y la medicación en la fase de recuperación.

"Hay una categoría B, donde la calificación dice que el paciente necesita también de apoyo, pero tiene por lo menos algún tipo de recurso. En esta categoría, el programa paga todo el trasplante, la cirugía, la internación y el tratamiento posterior", dijo.

Rojas añadió que en la categoría C se toma en cuenta a posibles beneficiarios que tienen los recursos económicos necesarios para financiar parte de las intervenciones quirúrgicas, pero se les colabora con medicación de inmunosupresión durante toda su vida.

La muerte de Driss Elgharadi, diabético tipo 1.


La muerte de Driss Elgharadi, diabético tipo 1.


Si has sufrido hipoglucemias severas te van a entrar ganas de decirle cuatro cosas a quien escribió esto:

El joven del autobús se desmayó a causa del calor
-El conductor fue despedido acusado de negligencia-

EPA \ Driss Elgharadi, el joven marroquí de 20 años que se quedó encerrado 36 horas en el autobús que cubre la línea entre Huesca y Sariñena, se desmayó y murió posteriormente como consecuencia del calor y de la falta de oxígeno. Así lo ha establecido la autopsia practicada al cadáver.

El fallecido, que estudiaba enfermería, padecía diabetes, por lo que la combinación de calor y escasez de aire para respirar pudo inducir una crisis glucémica de la que no pudo ser curado en la sección de Urgencias del hospital San Jorge, adonde fue conducido cuando el propio chófer del vehículo lo halló tendido en el interior de autobús, a principios de mayo.

El chófer fue despedido por la empresa donde trabajaba, que lo acusó de negligencia.





El joven del autobús tiene nombre. Se llama Driss Elgharadi. Y no perdió el conocimiento por un golpe de calor ni ocho cuartos. Lo perdió por sufrir una bajada de azúcar del carajo de las buenas. Y ya sí, tras perder el conocimiento, y que nadie le echara en falta al bajarse todo el mundo, acabó muriendo por falta de oxígeno, y por "calor". Con una hipoglucemia severa sudas a chorros. Si encima se quedó expuesto al calor en un horno como pueda ser un autobús cerrado a cal y canto, se juntaron "el hambre con las ganas de comer".


Este muchacho podías haber sido tú, o tu amigo que tiene diabetes tipo 1, o cualquier otra persona con diabetes tipo 2, lada o gestacional que no hubiera podido reconocer los síntomas.

El joven del autobús, el joven del autobús... Es y seguirá siendo una persona. Y un despido duele, pero perderle duele más. Que se lo pregunten a sus padres, que no podían pagarle un sensor de esos que llevan las niñas de papá, y que avisan. No ser rico (ya ni siquiera hablo de no ser pobre) y tener diabetes no es razón para que te consideren cuando mueras como "el joven del autobús". Y lo que más repatea es lo de que "se desmayó" por el calor. Calores les daba yo a los que no saben de esto, y se las dan de listos tecleando.

El día que podamos tener sensores y bombas de insulina, o eso que los que las venden llaman páncreas artificial, esto no pasará.

El día que nos puedan inyectar un chute de células productoras de insulina y disfrutar de un tiempo normoglucémicos, tampoco.

Mientras, hale, a seguir siendo difamados. Si la espichamos será por calores. Óle, di que sí.


Beatriz González Villegas.



El papel de la enfermería en el seguimiento del paciente diabético es fundamental


AVILES
«La enfermería sigue siendo clave para evitar que se produzcan»
Selena Casas y Rosa Díaz consideran que su trabajo indica nuevos campos en el seguimiento del paciente diabético

12.05.14 - 01:41 -
F. DEL BUSTO | AVILÉS.


El papel de la enfermería en el seguimiento del paciente diabético es fundamental, si bien en opinión de Selena Casas y Rosa Díaz la investigación realizada demuestra que hay campos que aún se pueden incorporar a esa labor.

«Habitualmente se pregunta por aspectos de su higiene, ejercicio, la alimentación; pero hay temas que son importantes de tratar, como la aplicación de la insulina. El enfermo no suele plantearlos en la consulta en la creencia de que lo que hace está bien, entonces es el profesional el que debe sacarlos», comentan.

Así, en su investigación los pacientes calificaban como normal su decisión de seguir pinchándose en la zona donde se había producido la lipodistrofia. Su explicación era que sentían menos molestias que se utilizaban otra parte del cuerpo. «La falta de sensibilización es una de los síntomas de la lipodistrofia; por lo que se debe explicar a los enfermos los riesgos de inyectarse en esa zona y la necesidad de rotar», comentan.

Miedo a los recortes

En las conversaciones con los afectados, también surgían problemas derivados de la crisis económica, en concreto por los recortes en Sanidad. Fue un tema que salió de forma recurrente cuando ambas veían que el fallo más frecuente era la reutilización de las agujas.

«Entre los ajustes que se ha hecho se encuentra la limitación de las tiras para controlar la diabetes. En muchas ocasiones, cuando les preguntamos por la reutilización de las agujas, su respuesta es que tienen miedo a no recibir más agujas, cuando no existe ningún tipo de limitación», comentaron. De todas maneras, no se puede olvidar que el problema de las lipodistrofias era previo a la crisis y los estudios anteriores ya muestran incidencias similares a las registradas ahora.

Durante la investigación, ambas aprovecharon para corregir los hábitos erróneos en los pacientes. «Cuando veíamos que algo se hacía mal, se lo explicábamos e indicábamos la técnica correcta», aseveran. De forma generalizada, «la respuesta siempre fue positiva».

De esa manera, refuerzan una de las conclusiones alcanzadas durante la investigación: la importancia de la consulta de enfermería en el seguimiento de los pacientes diabéticos. «En general, Enfermería de Familia es clave para el seguimiento de todas las enfermedades crónicas», subrayan.

En el caso de la diabetes destacan como ya se venía realizando en diferentes campos. «Además del trabajo que se venía haciendo en temas como la alimentación y ejercicio, aquí encontramos un tema nuevo para incorporar al seguimiento», concluye.




Publicado en http://www.elcomercio.es/v/20140512/aviles/enfermeria-sigue-siendo-clave-20140512.html

La píldora de insulina que podría cambiar la vida de los diabéticos

12-05-2014, 01:30| Ciencia y Vida |
La píldora de insulina que podría cambiar la vida de los diabéticos
Está en desarrollo. Se espera para 2016.



Buenos Aires
Científicos de la India están desarrollando píldoras de insulina que podrían reemplazar las conocidas inyecciones para las personas que sufren de diabetes. La pastilla, buscada desde hace mucho tiempo por los científicos, podría revolucionar la forma de tratamiento y la calidad de vida de millones de diabéticos, al sustituir las inyecciones.

En los experimentos en ratones llevados a cabo por los investigadores del Instituto Nacional de Educación Farmacéutica e Investigación del país asiático (NIPER, por sus siglas en inglés), las píldoras disminuyeron los niveles de glucosa en sangre tanto como la insulina inyectada.

Además, los efectos de esta nueva forma de medicación contra la diabetes duraron más tiempo que la insulina inyectada, destacaron los científicos.
Los responsables del trabajo indicaron también que la principal dificultad en un principio fue que la insulina en píldoras se desintegraba al llegar al estómago y no era absorbida con facilidad hasta el torrente sanguíneo a través del intestino delgado.

Para resolver estos problemas, los investigadores del NIPER decidieron usar lípidos para proteger la insulina de las enzimas digestivas, mientras que para facilitar su transporte y absorción se agregaron ácido fólico y un tipo de vitamina B.

También científicos australianos se encuentran en pleno desarrollo de un preparado que podría sustituir la insulina, con la idea de que sea de consumo por vía oral.

Se trata de un grupo de científicos de la Universidad de Curtin, Australia, que durante 10 años estudiaron millones de compuestos químicos intentando copiar el mapa molecular de la insulina. Así encontraron uno que podría liberar a los enfermos de diabetes de las interminables inyecciones de insulina.

¿En qué consiste la enfermedad?

La diabetes es una afección que se desencadena cuando el organismo pierde capacidad de producir suficiente insulina o de utilizarla con eficacia. La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas y permite que la glucosa de los alimentos pase a las células, para convertirse en energía.



Publicado por http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2014/5/12/la-pildora-de-insulina-que-podria-cambiar-la-vida-de-los-diabeticos_224416

Carta al Excmo. Señor ex Jefe de Estado y ex Comandante General del Ejército de Guatemala, José Efraín Ríos Montt

Señor General (retirado) Ríos:

Manolo E. Vela Castañeda | manolo.vela@ibero.mx                                                 Cuando reciba esta carta Usted estará en su casa, al lado de su familia, arropado, tranquilo. Pero para muchos guatemaltecos Usted es un genocida y un criminal de guerra, que fue condenado en un juicio. Claro, después de aquel proceso los poderosos de siempre le ayudaron, haciendo que tres magistrados deshonestos –Alejandro Maldonado Aguirre, Héctor Hugo Pérez Aguilera y Roberto Molina Barreto, sus nombres ya nunca se nos olvidarán– le hicieran el favor de dejarlo en libertad. Como comenté en otra parte: en Guatemala los de arriba siempre han tenido –a sus órdenes– a “sus” magistrados.

Pero en la historia de la humanidad Usted, general, es reconocido ya como uno de los más grandes genocidas, a la par de Hitler (Alemania), Stalin (URSS), Mao Tse Tung (China), Pol Pot (Cambodia), Idi Amín (Uganda), Augusto Pinochet (Chile), Marko Mladic (Yugoslavia), entre otros… Las atrocidades cometidas por las tropas del Ejército que Usted comandó no podían permanecer tapadas por un dedo. Solo a Ustedes, los militares, pudo habérseles ocurrido que lo que estaban haciendo no iba a salir a la luz pública, que por siempre iban a mantener bajo su control a la sociedad y a las instituciones. Pero es que claro, hacia 1982, Ustedes habían detentado el poder por dos décadas. Hacia 1982 estaban en la cima, omnipotentes y eufóricos; detentando un poder absoluto, casi como dioses.

En su estrategia de defensa, general Ríos, Usted no perdió el tiempo intentando desmentir las atrocidades cometidas por las tropas del Ejército que Usted dirigía. Cuando declaró ante el tribunal –el que lo condenó a prisión– Usted afirmó que “yo no era un comandante de compañía; yo no era un jefe de batallón; yo no era un comandante de zona. Yo era un jefe de Estado”. Y además indicó que “cada comandante tiene una jurisdicción, una autonomía […] y en consecuencia es el jefe del Estado Mayor de la Defensa el responsable de las operaciones”. Pero también indicó que “a mí, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional o el Ministro de la Defensa no me daban informes de ninguna naturaleza”. Pero es que el Jefe de Estado tenía –general Ríos– el derecho y la obligación de saber. No se trata de si a Usted sus subordinados no le informaban, sino que Usted, DEBÍA estar enterado, porque era parte de las obligaciones propias de su cargo.

Pero Usted, general, estaba lejos de ser un “oficial de despacho”. Al contrario: a Usted le gustaba estar con las tropas. Les daba discursos –muy a su modo, alternando gritos–, y con esto pretendía subirles la moral, alentándoles a hacer lo que debían hacer: matar. Les comunicaba, también, por distintos medios y de diversas formas, que lo que seguía era un pacto de impunidad: que nadie iba a decir nada, porque nadie debía enterarse de estos hechos. Que esto era parte de una guerra contra civiles; porque las guerrillas –Ustedes lo sabían bien– se habían replegado ya y se hallaban fuera de su alcance. ¡Ah qué guerra más infame! atacar a mujeres, niños y ancianos.

Usted no fue un general que estuviera de espaldas a las matanzas que en las ciudades y en las diversas regiones de Guatemala se llevaban a cabo. Usted le imprimió entusiasmo a las operaciones de contrainsurgencia en las que se empezó –de forma sistemática– a cometerse actos de genocidio. Solo así es posible –para mí– entender cómo, mientras escuchaba a los testigos en el juicio, sobrevivientes de las atrocidades cometidas por sus tropas, Usted seguía inmutable, ni una muestra de humanidad apareció en sus ojos; Usted hacía como que si veía un papel; y por momentos hasta llegó a esbozar una sonrisa nerviosa y arrogante. Usted es una de esas personas en las que el mal echó raíces y se apoderó de su conciencia. Usted, general, fue la muerte y es el rostro del dolor de muchos.

General Ríos: a Usted no se le juzgó porque haya salvado al país de la subversión, sino porque las tropas del Ejército bajo su mando mataron a miles y miles de personas indefensas. Sus subordinados cometieron un tipo de actos muy particulares: violaciones, formas atroces de matar, tortura, violencia inútil, general Ríos. De esto se le acusó y por esto fue que se le condenó, general. Usted no podía detener estos hechos, general Ríos, porque Usted fue un asesino entusiasta, adicto a causar miedo a través del terror.

Tengo que aclararle que estas líneas no están inspiradas en mis convicciones políticas, que todos las tenemos y derecho a ello nos asiste. Responden, simple y llanamente, más bien, al muy básico sentido de humanidad con el dolor de los otros, de muchos. Pero esto es algo que ni Usted, ni quienes le apoyan, son capaces de sentir.
Usted es uno de esos criminales –como muchos en Guatemala– que seguirán libres, hasta que la justicia le alcance de nuevo, o su vida llegue a su fin. Entonces, general, sus familiares podrán verlo acicalado para los últimos homenajes, y tendrá un entierro digno; el mismo que las tropas a su mando le negaron a tantos y tantos guatemaltecos. Allí empezará otro camino, hacia otro lugar, donde seguro, volverá a ser juzgado. Pero en aquel lugar ya no podrá contar ni con Maldonado Aguirre, ni con Pérez Aguilera, ni con Molina Barreto. Mientras ese momento llega, que no será de descanso eterno, siga disfrutando de la libertad y del confort de un domingo cualquiera en algún lugar de la Ciudad de Guatemala.

http://www.elperiodico.com.gt/es/20140511/domingo/247121/