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10 claves para conseguir un cuerpo de playa

Ponte en remojo

"La ocasión la pintan calva: aprovecha el buen tiempo para nadar todo lo que puedas. Por un lado, cumplirás con tu demanda de cardio diario; por otro, tonificarás los músculos de tu tren superior, cosa que no haces con los otros típicos ejercicios cardiovasculares", asegura Nuria Miralles, licenciada en educación física y directora del Centro Servol de Vinaroz (Castellón). Además, la natación te ayudará a fortalecer músculos de la espalda "que tanto cuesta trabajar en gimnasio, por lo que te sentarán mucho mejor las camisas". Para sacarle el mayor rendimiento a tus sesiones en la piscina, "usa unas palas durante los primeros minutos: con ellas aumenta notablemente la resistencia del agua, por lo que deberás esforzarte más", añade Miralles.

Reduce el tiempo entre series

En la sala de pesas podemos jugar con los tiempos de descanso entre un ejercicio y otro. Si los acortas, quemarás muchas más calorías, muchas de las cuales provendrán de la quema de grasas.

Haz cardio aeróbicamente

Si mantienes las pulsaciones bajas mientras corres o pedaleas, la vía aeróbica estará abierta en todo momento, con lo que la energía la extraerás directamente de las grasas.

Descansa un día

Es la forma simpática de decirte que entrenes 6 días a la semana durante todo el verano. Aunque en Men's Health no somos muy partidarios de los entrenamientos estacionarios, es el momento de enmendar todas las veces que has faltado a tu cita con el gimnasio. Aprovecha el poco tiempo que te queda… Y el año que viene ponte las pilas.

Bate tu récord de velocidad

"¿Cuánto tiempo hace que no echas una carrera de 100 metros a la máxima velocidad que te permiten tus piernas?", pregunta Juan Carlos Rey, licenciado en educación física de Boadilla del Monte (Madrid). "Echa un vistazo a los cuerpos de varios velocistas: el denominador común es el volumen muscular. Te sorprenderás de las agujetas que tienes al día siguiente en algunos grupos musculares que ni sospechabas", previene Rey. ¿Las buenas noticias? Te ocupara muy poco tiempo y trabajarás tu musculatura de una manera global. Además del beneficio muscular, "las carreras de alta velocidad provocan una demanda de oxígeno importante, tanta como para que tu corazón se mantenga a un ritmo de pulsaciones alto y, así, sigas quemando grasas hasta tres horas después de terminado el ejercicio".

Trabaja más las piernas

La mayor parte de los músculos de tu cuerpo están en las piernas, lo que significa que si las trabajas quemarás más calorías durante todo el día. Se acabaron los "cuerpos cigüeña": cuerpo grande, patas de alambre.

No te agobies

Está claro que el objetivo que tenemos es llegar hechos unos "davides" a la playa; pero difícilmente lo conseguiremos todos. El resto tendremos que conformarnos con nuestra mejor versión, que no te equivoques, es mucho mejor de lo que te crees.

Cambia de abdominales

"Muchas veces hacemos un ejercicio abdominal que nos encanta y no lo queremos cambiar; es nuestro ejercicio", cuenta Guillermo Alvarado, director del centro Performa de entrenamiento personal de Valencia. "Pero, como bien sabes, la variedad es uno de las claves de un buen entrenamiento. Prueba ejercicios abdominales distintos: isométricos, invertidos, con máquina, con polea; los que sean, pronto notarás los resultados", asegura el experto.

Cuidado con los suplementos

Si quieres definir, deja de tomar suplementos: son un gran aporte de calorías y en este momento del año de lo que se trata es de quemarlas, no de sumarlas.

Prueba alguna clase dirigida

Acudir al gimnasio durante seis días a la semana está claro que puede resultar aburrido si no te buscas alicientes. Por eso, "probar una clase dirigida específica hará más llevadero el ejercicio. Las hay de muchos tipos diferentes y te ayudarán a quemar más grasa. Si no te lo crees, prueba una de boxeo", reta José Mª Martínez Sardon, director del gimnasio Sport System de Madrid.

Ejercicios y rutinas: Un detallado análisis sobre la sentadillas

La sentadilla es el mejor ejercicio para desarrollar las piernas. Si se ejecutan de forma correcta, aumentan de forma dramática la fuerza y la potencia de las piernas, mejorando y estimulando el crecimiento de la parte inferior. Debido a su excelente reputación, se ha convertido en una prueba suprema de la fuerza de las piernas. Considerando su obvia importancia, te ofrecemos información detallada sobre este ejercicio para que optimices tus ganancias en fuerza y tamaño, y al mismo tiempo reduzcas la posibilidad de lesiones…

UNA TÉCNICA CORRECTA DISMINUYE CONSIDERABLEMENTE LAS LESIONES

Cuando se hacen de forma apropiada, las lesiones relacionadas con las sentadillas son muy raras. Sin embargo una mala técnica puede producir lesiones en la espalda, rodillas o cadera. Por ejemplo, la flexibilidad de los tobillos es indispensable para el equilibrio apropiado cuando se ejecutan las sentadillas. Si la flexibilidad en esa área es baja, los talones tenderán a elevarse del piso durante la parte descendente del movimiento. Se ha mostrado que esto puede resultar en un movimiento compensatorio de las articulaciones, especialmente en la rodilla, causando un daño potencial.

Un estudio mostró que durante la sentadilla la inflexión de los tobillos, con una reducción del 20% en la dorsiflexión, produce una mala posición en la rodilla, aumentando la posibilidad de lesiones en esa región. Una mejora en la flexión del tobillo sería la solución ideal, sin embargo el uso de un disco colocado debajo de los talones debería ofrecer la estabilidad necesaria para mitigar la lesión en la rodilla hasta que se consiga la flexión de tobillos deseada.

Además de la influencia negativa que la inflexión del tobillo genera en la rodilla, también se han estudiado las fuerzas que impactan directamente en la rodilla durante las sentadillas. Estos estudios han mostrado que si bien estas fuerzas son tolerables, existe una potencialmente dañina y que aumenta considerablemente cuando la rodilla se desplaza más delante de los dedos de los pies durante la fase ascendente de la sentadilla.

Se debe intentar evitar mover las rodillas hacia adelante sentándose durante el movimiento descendente, pero no se debería comprometer la posición de la columna. Otro estudio reveló que la flexión excesiva de la columna, causada por inclinarse mucho hacia adelante, mostró generar fuerzas extremas en la columna que aumentan sustancialmente la posibilidad de lesiones en esta región. Además, estirar demasiado la columna para evitar el movimiento de las rodillas también aumentará el riesgo de lesiones lumbares. Así lo demostró un estudio del equipo Dolan que confirmó que incluso una ligera inclinación de 2 grados en la extensión de la columna de una posición neutra aumentó las fuerzas de compresión en la columna hasta en un 16%.

Debido a que la columna es extremadamente vulnerable a una flexión y extensión excesiva durante la sentadillas, es necesario mantenerla en una posición neutra durante todo el movimiento incluso cuando se intenta evitar el desplazamiento de las rodillas. Esta posición se facilita manteniendo la mirada al frente, de esa forma se reduce la tendencia de una flexión o extensión innecesaria de la columna.

DIFERENTES PROFUNIDADES O SEPARACIÓN DE LOS PIES EN LAS SENTADILLAS PARA PROPÓSITOS ESPECÍFICOS

Ejecutar las sentadillas a diferentes profundidades o con diferentes ángulos de flexión de rodilla, activa diversos grupos musculares en el cuerpo. Por esa razón, la profundidad de la sentadilla es una variable muy potente que puede ser alterada para conquistar tus objetivos de entrenamiento. Si quieres desarrollar tus cuadríceps, lo mejor es la sentadilla paralela (rodilla flexionada a 90 grados), mientras que no hay actividad en los cuadríceps cuando hay un ángulo de flexión de rodillas mayor. No obstante, si deseas mejorar tus glúteos o caderas, debes aumentar el rango de la sentadilla a una profundidad completa (flexión de la rodilla mayor de 100 grados).

En una investigación se estableció la correlación entre la actividad del glúteo mayor y el aumento en la profundidad de la sentadilla. Los investigadores mostraron que la contracción de ese músculo no era significativamente diferente entre la sentadilla parcial (flexión de la rodilla a 40 grados) y la sentadilla paralela, pero aumentó tremendamente durante la sentadilla completa.

También, la separación de los pies durante este ejercicio ha mostrado activar ciertos grupos musculares. Los investigadores McCaw y Melrose reportaron que una postura más ancha aumenta la actividad del glúteo mayor, con una mayor actividad percibida a 140% de la anchura de los hombros.

En el fútbol americano, cuando un jugador domina por completo el juego, se le conoce como “cambiador de juego”. Por la increíble capacidad de las sentadillas de influir positivamente en el físico, me gusta referirme a este ejercicio como el “cambiador de físico”.

La radical capacidad de la sentadilla de estimular el crecimiento y la fuerza muscular, se deriva de los grandes grupos musculares que son activados durante su ejecución, tales como los cuadríceps y el glúteo mayor, permitiendo el uso de pesos muy pesados. Esta activación con pesos pesados es una potente combinación que altera de forma fundamental la bioquímica de las células musculares, produciendo un ambiente anabólico extremo donde se desarrolla el crecimiento muscular. Por otro lado, si la sentadilla no se realiza correctamente podría haber consecuencias negativas. Es necesario tener un conocimiento fundamental del movimiento de la sentadilla para maximizar la musculatura y reducir los riesgos de lesiones.

 Te puede interesar este articulo:  El ejercicio aeróbico y de resistencia combinado podría mejorar tu crecimiento muscular

Ejercicios: Agarre neutro para mejorar en press

Los presses con agarre neutro o semi-supino son uno de esos pequeños detalles que perfectamente se podrían practicar en todas las salas de entrenamiento del mundo y que, por alguna razón, nadie lo hace.

Cuando me refiero a agarre neutro, no me refiero sólo a la posición de las muñecas que facilita que las palmas de las manos se miren durante el press, sino a una recolocación de los codos más cercana del tronco adoptando un patrón motor más natural y, por tanto, más eficiente. Mirémoslo desde otro punto de vista. Imaginad que tenéis que empujar un coche en doble fila, una puerta, o cualquier objeto que tengáis delante vuestro… ¿Pondríais los codos a la misma altura que el hombro o, por el contrario, se encontrarían alrededor de 45º a medio camino entre el tronco y la horizontal? Si en todo movimiento de la vida cotidiana tu cerebro te indica que el patrón más eficiente en esta clase de movimientos es poniendo el codo a la altura del pecho, y no del hombro… ¿Por qué lo haces de diferente manera en el gimnasio?

Estas son algunas de las razones por las que me gusta especialmente este grip para el trabajo de presses:

- Disminuyen el riesgo de lesión por pinzamientos en los hombros. Los agarres pronos tienden a acortar demasiado los pectorales y los músculos subescapulares, provocando esta clase de síndromes. Uno de los más habituales es el síndrome subacromial o pinzamiento del tendón del manguito rotador, lesiones comunes cuando sometemos al hombro a estrés sistemático en flexión anterior y rotación interna, empeorando cuando el brazo es elevado/alejado del lado del cuerpo, algo que posibilita el agarre prono y que evitaríamos con el grip que trato en este post.

- Permiten un mayor rango de movimiento, ergo una mayor activación muscular, movilidad, y respuesta hormonal lo que se traduce en mejores resultados y en una mejor función de los deltoides anteriores. Esto se debe a que por la nueva posición de la mancuerna tardaría más en hacer contacto con nuestro tronco. Incluso Bruce Lee decía que se podía sacar más fuerza en un puñetazo con un agarre semi-supino.

- Provoca una mayor activación de los serratos facilitando una mayor estabilidad de los hombros y evitando una de las causas del crepitus de hombros, una lesión habitual en aquellos que llevan años entrenando con altas cargas y que se relaciona con el trabajo a alta intensidad y baja estabilidad en la articulación.

- Los músculos elevadores del brazo, como por ejemplo el deltoides, trabajarían en una posición de menor acortamiento, ganando en eficiencia mecánica en algunos presses y facilitando un mayor rendimiento.

Cada vez que he cambiado el grip de un deportista acostumbrado al agarre prono a uno neutro o a un punto intermedio, he tenido que bajar la carga debido a la falta de costumbre. No obstante, en cuanto el entrenado automatiza el patrón motor y se siente cómodo con esta nueva posición, siempre hemos acabado consiguiendo mover pesos superiores a los máximos observados con el agarre prono clásico.

Pierde grasa... ¡Corriendo!

La carrera es uno de los ejercicios que más calorías quema. En este artículo te presentamos un plan de 6 semanas para que consigas tu objetivo de perder peso.

Si tienes una mínima forma y buscas perder peso prueba con la carrera, es uno de los ejercicios que más calorías quema, sobre todos si haces cambios de ritmo, que activan tu metabolismo y elevan el consumo energético. Empieza con estas tres sesiones por semana, dejando un día de descanso entre ellas.

Acentúa bien los ritmos: suave te tiene que costar muy poco, has de poder hablar, y sprint ha de ser esfuerzo máximo que puedes mantener el tiempo que marcamos. Medio es tu ritmo de rodaje habitual.

1ª semana 2ª semana 3ª semana 4ª semana 5ª semana 6ª semana
5’ suave + 4 (5’ ritmo medio + 20” sprint) + 5’ suave 5’ suave + 4 (10’ ritmo medio + 20” sprint) + 5’ suave 5’ suave + 4 (8’ ritmo medio + 25” sprint) + 5’ suave 5’ suave + 4 (10’ ritmo medio + 20” sprint) + 5’ suave 5’ suave + 4 (10’ ritmo medio + 30” sprint) + 5’ suave 5’ suave + 4 (10’ ritmo medio + 40” sprint) + 5’ suave
35’ carrera contínua al 75% de tu F.C. máx. 40’ carrera contínua al 75% de tu F.C. máx. 35’ carrera contínua al 75% de tu F.C. máx. 40’ carrera contínua al 75% de tu F.C. máx. 45’ carrera contínua al 75% de tu F.C. máx. 40’ carrera continua al 75% de tu F.C. máx.
5’ suave + 4 (5’ ritmo medio + 25” sprint) + 5’ suave 5’ suave + 4 (10’ ritmo medio + 20” sprint) + 5’ suave 5’ suave + 4 (8’ ritmo medio + 25” sprint) + 5’ suave 5’ suave + 4 (10’ ritmo medio + 30” sprint) + 5’ suave 5’ suave + 4 (10’ ritmo medio + 40” sprint) + 5’ suave 5’ suave + 4 (10’ ritmo medio + 50” sprint) + 5’ suave

Ejercicios: Sube el listón del press de banca

El press de banco estándar es un gran ejercicio para ganar masa muscular. Pero si lo que realmente quieres es trabajar la fuerza y llegar a levantar un peso considerable, debes trabajar el máximo número de músculos posible

Para levantar más peso en el press de banco no basta con potenciar únicamente los pectorales

1 ARQUEA LA ESPALDA

Probablemente estés acostumbrado a estirarte sobre el banco igual que te estiras en la cama: con el cuerpo liso. Al arquear la espalda reduces el desplazamiento (la distancia que tienes que mover el peso). Cuanto menor sea esa distancia, más peso vas a poder levantar. Al tiempo que arqueas la espalda, clava los hombros contra el banco y apriétalos hacia el centro.

2 PLANTA BIEN LOS PIES EN EL SUELO

La fuerza que aplicas en el levantamiento no procede únicamente del pecho y de los brazos. Haz fuerza con los talones para conseguir un mayor impulso. Parece una tontería, pero puede ayudarte a aumentar más de lo que piensas el peso levantado.

3 PEGA BIEN LOS CODOS

Mantén los codos pegados al cuerpo a lo largo de todo el movimiento. Así, reducirás la carga aplicada sobre los hombros y harás que participen los dorsales, con lo que ganarás estabilidad y fuerza.

4 TRAZA UN ARCO CON LA BARRA

Baja la barra siguiendo una trayectoria en J desde la posición por encima del pecho (la inicial) hasta la final, unos cinco centímetros por debajo de los pezones. Sigue la trayectoria inversa para levantarla. De este modo te ayudas con los hombros, con lo que aumentará la potencia muscular empleada y levantarás más peso.

Consejo extra

Si haces levantamientos con una buena carga que te haga trabajar los grandes grupos musculares, en pocas semanas puedes aumentar tu máximo en el press de banco entre 2 y 5 kilos. Si te centras solo en unos cuantos ejercicios por sesión y te tomas descansos más largos, también te recuperarás más rápidamente entre series y podrás trabajar más duro. Y acabarás ganando más fuerza, que es tu objetivo final.

Minimizar la ganancia de grasa mientras se gana masa

Como la mayoría de vosotros sabe ya, o estáis a punto de saber, para ganar masa muscular una de las cosas que debéis hacer es consumir más calorías de las que quemáis cada día. Por supuesto, uno de los efectos secundarios de quemar menos calorías de las que consumís a diario es que existe una buena probabilidad de que también tengáis la tendencia de ganar grasa corporal.

Lo que tenéis que hacer es dar con el punto exacto en el que maximizáis la ganancia de músculo al tiempo que minimizáis la acumulación de grasa corporal.

Desgraciadamente, si vais a ser culturistas serios, vais a tener que atravesar periodos en los que acumularéis un exceso de grasa corporal. Justamente por eso, si lleváis el suficiente tiempo en el gimnasio habréis oído hablar a los competidores de las fases de volumen y de definición. Bien, pero cuanto menos grasa acumuléis durante la fase de volumen, menos tendréis que reducir durante la de definición. Y eso significa que no tendréis que hacer una dieta tan estricta y que preservaréis más músculo cuando llegue el momento de prepararse para competir. De manera que, aunque ganar algo de grasa será necesario cuando se busca aumentar el músculo, hablemos de cómo lograr que esa ganancia de grasa sea lo menos posible.

Está claro que necesitamos mantener tanta masa muscular como sea posible para la competición.

Una de las primeras cosas que tenéis que hacer es maximizar vuestra capacidad anabólica. El anabolismo se produce cuando el cuerpo está en un entorno que promueve el crecimiento muscular, mientras que lo que se conoce como catabolismo es un estado en el que el cuerpo degrada el tejido muscular. Como culturistas necesitáis definitivamente mantener el cuerpo en estado anabólico tanto tiempo como podáis. Por fortuna para nosotros los culturistas, el entrenamiento con pesas es anabólico de por sí mismo. Sin embargo, también es necesario llevar a cabo algunas acciones importantes, tales como obtener la correcta nutrición y el suficiente descanso para ayudar al cuerpo a mantener ese estado anabólico. Por consiguiente, el entrenamiento con pesas, así como comer y dormir bastante, favorecerán la construcción de músculo por encima de su ritmo de degradación.

Todo en la naturaleza tiene normalmente su opuesto (yin y yang) y si hacéis mucho ejercicio cardiovascular, entonces lo más probable es que pongáis al cuerpo en una situación catabólica que favorezca la degradación del tejido muscular. Esa es la razón por la que habréis notado que los corredores de maratón son musculosos por naturaleza, pero no tienen músculos grandes ni poderosos. Los suyos son muy definidos y pequeños. Y por eso mismo muchos culturistas añaden el ejercicio aeróbico a sus programas cuando se disponen a reducir el coeficiente de grasa. Pero para permanecer anabólicos tenéis que sacar el máximo partido de todo cuanto hagáis para maximizar todos los procesos celulares que os permitan regresar el gimnasio tan pronto como sea posible, para poder desencadenar el estado anabólico con una buena sesión de pesas. Y lo repito, eso significa no descuidar la buena nutrición y el descanso en vuestro programa.

Primer paso: el entrenamiento

Lo primero que necesitáis es un buen entrenamiento básico y pesado. Enseguida vuestro cuerpo entrará en proceso anabólico puesto que necesitará transportar cualquier caloría que consumáis a las células musculares justo después de entrenar. Esto hace más improbable que alguna de esas calorías se convierta en grasa corporal. Debéis desafiar a vuestro cuerpo con pesos pesados para iniciar el proceso que conduce al aumento del músculo y la reducción de la adiposidad. Si no forzáis a vuestro cuerpo a entrenar más duro de lo que está acostumbrado a hacer, entonces no tendrá incentivo para cambiar. Nuestro organismo disfruta del equilibrio para mantenerse en estado estable y constante, así que necesitáis los pesos pesados para hacer crecer los músculos.

Segundo paso: el descanso

Una vez que os habéis sometido a un programa de entrenamiento que os fuerce a ejercitaros muy duro, entonces el siguiente paso para crecer, lo creáis o no, es descansar. Podéis seguir el mejor programa que exista y hasta llevar una buena dieta, pero si no obtenéis suficiente descanso, entonces todo lo demás será una pérdida de tiempo. Por ejemplo, si estáis ingiriendo un montón de nutrientes excelentes para promover el crecimiento, pero no estáis durmiendo suficiente y el cuerpo no puede utilizar los procesos metabólicos para digerirlos de forma óptima, no habrá forma de que podáis emplearlos correctamente para generar crecimiento. Éstos serán excretados o acumulados como tejido graso. Entonces, en ese caso, habréis cambiado un entorno perfectamente anabólico en otro de signo catabólico y eso es probablemente lo último que queréis hacer, así que necesitáis mucho descanso para que vuestro cuerpo pueda utilizar eficazmente la nutrición mientras descansáis.

La nutrición, el tercer paso

La siguiente parte del juego es la nutrición. Como dice el viejo refrán “Somos lo que comemos” así que escoger sabiamente los alimentos que consumís tendrá el máximo impacto en lo grande que podéis llegar a poneros. Y también ejercerá un impacto igual de relevante en la cantidad de grasa corporal que lleguéis a acumular. La clave consiste en comer de forma que mantengáis un estado anabólico y evitéis el catabólico. Ya desde este momento estaréis pensando que la clave para activar el anabolismo es la ingestión de proteínas. Sin embargo, vuestra mayor preocupación estará en los hidratos de carbono, especialmente en aquellos que se consumen inmediatamente después de entrenar.

Cuando entrenáis, vuestro cuerpo quema las reservas de glucógeno (azúcares almacenados). Si permitís que los niveles de glucógeno se mantengan muy bajos, entonces el organismo entrará en estado catabólico y degradará el tejido muscular y otras proteínas con el fin de reconstituir los depósitos de glucógeno. Lo cual es mal asunto, porque eso significa que esas proteínas no estarán disponibles para construir nuevos músculos o para permitir recuperar el actual. Necesitáis un medio de transportar tantos hidratos de carbono como sea posible a los músculos justo después de entrenar para evitar esa situación negativa.

Y esto lo conseguiréis de dos formas:

1) Inmediatamente después de vuestra sesión incrementaréis la cantidad de hidratos de carbono que ingerís.

2) Emplearéis un nuevo tipo de hidrato de carbono que entre en el sistema más rápido de lo usual y por tanto os mantenga anabólicos. Lo cierto es que en realidad es bastante más sencillo de lo que parece.

Durante el día, un culturista consumirá normalmente cinco comidas, pero la mayoría si está motivada hará incluso seis. Esas seis comidas contendrán las cantidades de proteína, hidratos de carbono y grasas divididas de forma equitativa, excepto en una comida, ésta es la que sigue inmediatamente el entrenamiento.

Supongamos que coméis 40gramos de hidratos de carbono por comida y puesto que realizáis seis comidas, eso supone una ingestión de 240gramos al día. Pues bien, la que hagáis justo después de entrenar requerirá el doble de hidratos de carbono de una comida normal, así que necesitaréis reducir algunos carbohidratos de un par de comidas de forma que podáis doblar la cantidad después de la sesión, sin por ello tomar demasiados durante el día. Las mejores ocasiones para hacerlo son en la ingesta que hagáis antes de entrenar y en la última del día, antes de ir a dormir. Si reducís 20gramos de cada una de esas dos comidas, os encontraréis con 40 extra, que son los necesarios para que después de la sesión dispongáis de 80gramos en lugar de los usuales 40.

Pero al mismo tiempo, estáis manteniendo la misma ingestión calórica y de hidratos de carbono que antes.

Asimismo, existen dos tipos distintos de hidratos de carbono. Son los de alto y bajo índice glucémico. Este nombre proviene de la rapidez con la que el cuerpo los absorbe. Cuanto más alto sea el coeficiente glucémico, más rápido los digerirá vuestro cuerpo y los músculos los absorberán. Un índice glucémico de entre 70 y 160 se considera alto y otro entre 55 y 69 es considerado medio, mientras que por debajo de 55 se clasifica como lento.

En todas vuestras comidas, excepto en la que sigue al entrenamiento, debéis emplear hidratos de carbono de bajo índice glucémico. Eso garantizará que se queman lentamente en el sistema y proporcionan una constante liberación de carbohidratos para una energía sostenida. Así se evita que el azúcar sanguíneo se eleve demasiado rápido y también que la insulina aumente, lo cual produciría acumulación de grasa corporal.

Fuentes óptimas de hidratos de carbono de bajo índice glucémico son las batatas, el arroz integral, los vegetales de hoja verde, la calabaza, los copos de avena y el salvado sin procesar y las legumbres.

Sin embargo, inmediatamente después del entrenamiento debéis procurar consumir hidratos de carbono de alto índice glucémico, la razón es que ese tipo de hidrato de carbono entra en el sistema mucho más rápido y restituye los depósitos de glucógeno inmediatamente para asegurar que los músculos disponen del suficiente para recuperarse enseguida. Recordad que eso los hará crecer en lugar de ser degradados para formar glucógeno con sus aminoácidos, o para ser empleados en otras partes del cuerpo en lugar de en el músculo, dónde son necesarios para mantener el estado anabólico.

Buenos ejemplos de hidratos de carbono de alto valor glucémido son cualquier tipo de carbohidrato hecho con harina procesada, tal como los panes, las pastas, etcétera. Las patatas blancas y el arroz blanco también constituyen buenos ejemplos de ese tipo de carbohidrato.

Hablando de hidratos de carbono y de proteínas, también necesitaréis consumir más calorías de las habituales para activar ese entorno anabólico. Medio kilo de músculo equivale unas 3500 calorías. Por lo tanto, si coméis esa cantidad extra de calorías a la semana por encima de lo normal, pondréis a vuestro metabolismo en un entorno propicio para ganar medio kilo semanal. Si realizáis seis comidas al día, entonces bastará con añadir unas 83 calorías a cada comida (83,3×6 comidas x 7 días) = 3500.

Simplemente aseguraos de que se trate de calorías lo más limpias posibles, puesto que estaréis comiendo más de lo habitual y no queréis incrementar el coeficiente de adiposidad.

Minimizar la grasa corporal

Ahora que hemos pasado bastante tiempo hablando acerca de maximizar la ganancia de músculo, también deberíamos hacerlo de cómo mantener la ganancia de grasa al mínimo.
Una cosa que debéis recordar mientras entrenáis, es que al cuerpo le gusta ajustar su capacidad de crecer o de perder peso dependiendo de cuantas calorías recibe a diario habitualmente. El metabolismo controlará cómo quemáis esas calorías, así que aumentarlas o reducirlas hará que funcione más rápido o más lento. Por tanto, sed cautos, si consumís 8000 calorías diariamente, eso difícilmente conseguirá que vuestro cuerpo se ajuste a tal cantidad de comida y sea capaz de metabolizarlas sin ganar grasa.

El truco está en averiguar cuál es la cifra idónea de calorías que estáis consumiendo ahora, para a partir de ahí poder utilizar el sistema de “Montaña Rusa” para mantener vuestro metabolismo justo dónde debe estar para ganar peso, cuando ese es el objetivo o bien perderlo cuando es lo que necesitáis. Supongamos que después de entrenar con un compañero durante meses descubrís que vuestro consumo calórico es de una media de 3500 calorías diarias para ir adquiriendo masa muscular.

Durante los días de descanso en que no os entrenáis con peso, reduciréis las calorías ligeramente por debajo de vuestras necesidades. De manera que consumiréis entre 3350 o 3250 calorías en esos días. De esa forma todavía obtenéis suficientes nutrientes, pero como no estáis entrenando no degradaréis tejido muscular. De todas maneras estaréis comiendo lo suficiente como para mantener el tamaño, pero esa ligera reducción ralentizará un poco el metabolismo ese día, puesto que el número total de calorías será un poco inferior al normal.

En cambio, en los días que entrenáis, subiréis las calorías en la misma cantidad que las habéis reducido el día que no entrenáis. Por consiguiente, puesto que la media calórica diaria era de 3500 calorías, ahora serán 3650 o 3750. Esto acelerará vuestro metabolismo, puesto que el cuerpo dispondrá de más calorías de las que librarse. A pesar de que estáis modificando la ingestión de calorías cada día con altibajos (como una Montaña Rusa), al final de la semana la media diaria seguirá siendo de 3500 diarias.

Otra cosa a tener en cuenta, es que en esos días en no os entrenáis con pesas, debéis procurar realizar una pequeña cantidad de ejercicio cardiovascular. Olvidaos de intentar romper ningún récord mundial, porque eso limitaría vuestra capacidad de recuperación y entorpecería con vuestras sesiones de pesas. Un par o tres sesiones de 30-45 minutos a la semana, a una intensidad moderada serán más que suficientes para mantener la grasa alejada. Además, no solamente creáis una ligera deficiencia calórica que será necesaria para perder grasa, sino que incrementaréis el flujo sanguíneo a los músculos, lo que mejorará notablemente su recuperación.

De manera que poned en práctica estos consejos y podréis minimizar la ganancia de grasa mientras estáis aumentando la masa muscular. Se necesita un poco de esfuerzo, pero bien vale la pena. No debéis conformaros simplemente con ganar peso, sino que debéis querer que sea peso de calidad. Perder grasa y ganar músculo al mismo tiempo no es algo que sea muy fácil de conseguir. Sin embargo, mientras que ganáis ese músculo duro como piedra desde luego sí que podéis limitar la cantidad de grasa que ganáis durante ese proceso si aplicáis la información que acabamos de presentaros en estas páginas.
Chicos, ¡manos a la obra y a ponerse grandes!

El consumo de suplementos sobre la salud del corazón

Gracias a un estudio estratificado doble ciego hecho en Estados Unidos, pudimos obtener una idea clara de como actúan ciertos suplementos de pre y post-entreno que sirven para incrementar el rendimiento dentro del gimnasio y su impacto sobre la salud del corazón y la pérdida de grasa; el fondo de la cuestión era saber si existía algún riesgo asociado entre el consumo de suplementos y/o sus ingredientes con la salud metabólica y su incidencia sobre el corazón.

El trabajo científico esta vez se realizó con hombres entrenados bajo un programa de musculación periodizado y este grupo es significativamente muy importante para la industria de la nutrición deportiva, porque el efecto combinado de los suplementos de pre y post-entreno sobre el sistema cardiovascular y la grasa corporal forman parte de un todo dentro de un cuerpo que se ve estimulado permanentemente.

El experimento se realizó con 24 hombres que entrenaron 3 veces por semana, durante 6 semanas con un entreno periodizado, complementado con la ingesta de un suplemento de pre-entreno 15 minutos antes de la sesión y otro de post-entreno inmediatamente después de la sesión; el placebo en este caso fue la maltodextrina isocalórica.

Antes y después del ciclo del experimento, se midieron la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la grasa corporal total, y la masa libre de grasa, además de las medidas de la sangre en ayunas (glucosa, lípidos, nitrato, nitrito, cortisol) y la alta sensibilidad a la proteína C-reactiva (hs-CRP); todo esto se hizo mediante pruebas médicas concluyentes.

Los resultados muestran que no hubo interacción para la glucemia, los lípidos, los niveles de nitrato o nitrito, la hs-CRP, las concentraciones de cortisol o la grasa corporal, sin embargo hubo un efecto en el tiempo de reducción significativa de la grasa corporal para los que se suplementaron con productos específicos en comparación con el grupo placebo; el otro punto observado fue que la ingesta de los suplementos para incrementar el rendimiento no alteró los parámetros de salud cardiovascular o los índices sanguíneos en hombres que son saludables y que entrenan, aunque en ciertos parámetros los niveles sean diferentes entre ambos grupos.

Artrosis deportiva, qué es y cómo evitarla

Las dolencias musculares y de las articulaciones son algunas de las que más nos preocupan a todos los que practicamos deporte. Una de las dolencias más comunes es la artrosis de los deportistas, un mal que afecta a muchas personas que han trabajado durante años con su cuerpo. Nosotros en esta ocasión nos vamos a detener en los motivos por los que se produce y saber cómo evitarlo.

El deporte es una de las mejores maneras de mantener la salud y conseguir una fortaleza muscular y articular, pero también puede ser contraproducente siempre que no se realice de la manera adecuada, pues el ejercicio mal ejecutado puede acabar por tener una fuerte repercusión en nuestro cuerpo.

Por qué se produce la artrosis

La artrosis se produce principalmente por el desgaste de las articulaciones producido por el roce. Las articulaciones están aisladas y unidas las unas a las otras por cartílagos que amortiguan los efectos del roce. Es cierto que con el paso del tiempo se debilitan, llegando a producir desgaste y haciendo que aparezcan problemas como la artrosis y demás dolores articulares.

Este proceso puede agudizarse con la actividad deportiva, ya que una práctica continuada sin una ejecución adecuada puede acabar por tener muchas consecuencias en el organismo. Los golpes, los movimientos inadecuados, los vicios posturales, el exceso de tensión concentrado en una zona o articulación, así como la debilidad muscular de las articulaciones, puede acabar por causarnos a la larga artrosis prematura.

Evitar la artrosis

Es cierto que el deporte puede ser contraproducente , pero también puede ser la solución a este mal, ya que bien realizado y ejecutando adecuadamente cada movimiento, evitando cargar las articulaciones, conseguiremos no solo protegerlas, sino que además las fortaleceremos, ya que mejoraremos la circulación y con ello dotaremos de nutrientes a toda la parte de las articulaciones.

Otro punto a tener en cuenta a la hora de proteger las articulaciones del deterioro es fortalecer los músculos que las rodean, ya que de este modo representarán una sujeción mayor. Para ello es necesario ejecutar rutinas de entrenamiento adecuadas en las que no forcemos nunca las articulaciones y trabajemos los músculos adecuados. Realizar los ejercicios con las cargas adecuadas para ir aumentando progresivamente es lo ideal y lo que debemos buscar para evitar sustos futuros.

Entrenamiento de pirámide invertida

El Sistema de Pirámide recibe su nombre del hecho de hacer un ejercicio determinado aumentando el peso en cada serie hasta alcanzar el máximo kilaje previsto. En ese momento. reducimos el peso en cada serie sucesiva. Damos un ejemplo en la imagen 1 usando el press de banca.

El entrenamiento de Pirámide no permite hacer demasiados ejercicios en cada entrenamiento ya que el número de series resultaría excesivo. ¿Os imagináis que hacéis cuatro ejercicios para pecho usando el sistema de pirámide descrito? Acumularíais 28 series en una sola sesión.

El Sistema de Pirámide requiere también mucha energía, lo que significa que tu intensidad de entrenamiento sufrirá. ¿Cómo puede ser eso? Porque existe una relación inversa entre volumen e intensidad de entrenamiento.

Sucede así: Podéis entrenar duro durante poco tiempo o no tan duro durante más tiempo. pero no es posible entrenar a tope durante demasiado tiempo. De hecho, si te entregas de verdad en cada serie de cada ejercicio, no durarás más de 20 a 30 minutos por músculo. Si crees que puedes entrenar duro durante más de una hora, es que no sabes lo que es entrenar con intensidad.

Imagen 1 – Pirámide Convencional de Press de Banca
En una pirámide tradicional, vamos subiendo lentamente el
peso hasta alcanzar el máximo previsto.

El Entrenamiento de Pirámide requiere más gasto energético durante el entrenamiento, pero también consume más energía después de entrenar, en términos de capacidad recuperatoria. Después de entrenar, la primera prioridad del cuerpo es recuperar las calorías gastadas durante la sesión. Luego el cuerpo empieza a reconstruír los tejidos dañados durante el entrenamiento. Todo esto consume energía y tiempo.

Por lo tanto el Entrenamiento de Pirámide puede conducir a muchos a sobreentrenarse. porque sus cuerpos no son capaces de recuperarse de la sobrecarga. El sobreentrenamiento detiene el progreso y. en algunos casos. puede producir una pérdida de músculo y fuerza.

Entrenamiento de Pirámide Invertida: Dando la vuelta al entrenamiento.

Lee Labrada es uno de los antiguos culturistas con mejor físico de la actualidad (ver foto de arriba) y a sus 53 años tiene un físico imponente. Uno de sus métodos de entrenamiento favoritos era el que os vamos a explicar en detalle a continuación: El entrenamiento de Pirámide Invertida.

Como su nombre implica, el Entrenamiento de Pirámide Invertida (EPI) supone empezar con el máximo kilaje en la primera serie (después de, por supuesto, haber hecho un par de series de calentamiento) y luego se reducen los kilajes en cada serie sucesiva.

¿Cuál es el beneficio?

La teoría se refiere a que al trabajar los músculos con la máxima carga cuando se sienten más frescos reclutamos el máximo de fibras musculares y conseguimos, por lo tanto, mayor desarrollo muscular.

Recordad que las fibras musculares se contraen siguiendo el principio de todo o nada: cuando se estimulan, las fibras individuales de un músculo se contraen del todo o no llegan a contraerse. Cuanto más grande sea el peso utilizado, es necesario reclutar más unidades motoras para permitirnos levantar el peso.

Cuando empezamos las primeras repeticiones de un ejercicio, una parte del número total de fibras que constituyen los músculos se contrae completamente y nos permite completar el movimiento. En cada siguiente repetición, las fibras musculares se fatigan y se reclutan más fibras musculares hasta que, en teoría, se han reclutado todas las fibras musculares disponibles para contraerse y levantar el peso.

La forma más rápida de fatigar un músculo es utilizando el máximo peso posible para el número prescrito de repeticiones en el momento en que el músculo está más fresco, siempre durante las primeras series de un ejercicio, no en la mitad o al final. Esto es importante porque cuando un músculo está fresco, el glucógeno y el ATP del mismo están al máximo. Es entonces cuando los músculos pueden generar una gran producción de potencia.

Dirigiéndose al umbral de crecimiento.

Al utilizar los máximos kilajes al principio del entrenamiento, podemos fatigar antes el músculo y conducirlo hacia el umbral de crecimiento: el punto en que el nivel de fatiga muscular resulta lo bastante alto para producir una respuesta de crecimiento. Vuestro objetivo durante un entrenamiento debe ser fatigar los músculos trabajados cada vez más.

En otras palabras, queréis que los músculos se acaben cansando progresivamente, hasta alcanzar un punto en que ya se han agotado. En ese momento la única respuesta del músculo que estáis trabajando será crecer y fortalecerse (suponiendo que reciba descanso y nutrición adecuados), para poder soportar en un futuro la sobrecarga con más facilidad. Hacer más series y repeticiones supone perder el tiempo y conduce a sobreentrenar una vez que ya hemos logrado el estímulo del cambio.

El EPI puede llevarnos deprisa hasta el umbral de crecimiento. Eso significa unos entrenamientos más intenso e incluso más reducidos. Quiere decir que no sólo consigues mejores resultados sino que gastas también menos tiempo en el gimnasio.

El calentamiento, imprescindible

El mayor reto al empezar el EPI es que tus músculos deben calentarse primero porque si no te arriesgas a lesionarte.

Piensa en ellos como en bandas de goma, y en los tendones como en cuerdas de nylon. Si intentas estirar una goma o una cuerda de nylon cuando está fría hay posibilidades de que se rompa. Pero si el nylon o la goma se calientan primero, se hacen más elásticas y soportan las cargas que se les impone.

Por eso resulta imperativo calentarse antes de empezar a utilizar el EPI.

Cuando utilicéis el EPI, calentaréis el músculo con un peso más ligero. El propósito es aportar sangre a la zona y conseguir que los tendones y articulaciones se preparen para el entrenamiento pesado que sigue. Necesitamos que esos tendones y articulaciones estén calientes y elásticos. En el Sistema de Pirámide convencional, nos calentamos haciendo series múltiples, progresivamente más pesadas, lo que compromete la energía contenida en el músculo antes de llegar a las series que producen resultados. Es diferente.

Cómo realizar la Pirámide Invertida

Para utilizar la Pirámide Invertida ,comenzad calentándoos con un par de series ligeras del ejercicio utilizado.

Efectuad después la primera serie pesada del ejercicio.

Veamos un ejemplo de nuevo con el press de banca: (Es un ejemplo, cada uno debe usar sus kilajes adecuados).

En la primera serie de calentamiento, levantad 60 kilos para 15 a 20 repeticiones. En la segunda serie de calentamiento, aumentad el peso a 80 kilos y haced 10 repeticiones. Después, incrementad el peso hasta vuestro máximo kilaje de entrenamiento de 133 kilos y haced 10 repeticiones. Cuando lleguéis a la décima, no podréis hacer otra sin ayuda -habéis alcanzado el fallo positivo. Es vuestra primera serie de trabajo.

En vuestra segunda serie de trabajo, usad el mismo peso de 133 kilos e intentad hacer 6 repeticiones antes del fallo. Los músculos del pecho ya están empezando a fatigarse y se congestionan.

Como queréis mantener las mismas repeticiones en la próxima serie, reducid el peso aproximadamente en un 10% hasta 120 kilos. Esta será la serie tercera y final.

Imagen 2 – Pirámide Invertida de Press de Banca
En una Pirámide Invertida, después de hacer calentamientos ligeros, pasamos a nuestra serie pesada antes de ir bajando peso.

En ese momento, escogeremos un segundo ejercicio como el press inclinado con mancuernas y empezaremos con una serie de calentamiento, digamos que con 25 kilos. Pasaremos después a nuestra primera serie pesada, para hacer 10 repeticiones con mancuernas de 40 kilos. En la segunda serie, bajaremos a 35 kilos e intentaremos hacer el máximo número de repeticiones posible, quizás alrededor de ocho. Para la serie tercera y final, agarraremos las de 30 kilos y repetiremos con ellas hasta quedarnos agotados: posiblemente llegaremos a nueve.

El EPI resulta ideal para el desarrollo muscular y durante los ciclos de precompetición cuando se trata de mantener el músculo a la vez que eliminamos la grasa.

Si todavía nos sentimos bien, escogeremos otro ejercicio, tal vez aperturas con mancuernas. Tres series a tope y el pecho estará como una bomba. Si examinamos la rutina de pecho de esta pirámida invertida, observaremos que la hemos completado con sólo nueve series pesadas, excluyendo calentamientos. Comparad eso con las siete series mediocres efectuadas en un ejercicio de pecho en el Sistema de Pirámide Convencional. ¡No hay comparación en cuanto a intensidad y resultados!

La intensidad es la reina cuando se trata de estimular el crecimiento muscular.

Vigilad vuestros períodos de descanso

Para mantener una intensidad elevada durante el entrenamiento, descansad lo menos posible entre series. Una buena regla es darse el tiempo justo para que se recupere el aliento. Esta clase de ritmo es mejor para el cuerpo que el uso de un sistema rígido en que se cuentan los segundos que faltan para la próxima serie. Al controlar la respiración en vez del reloj, vuestro cuerpo adapta automáticamente los períodos de descanso a su óptima duración.

Siguiendo este método, resulta lógico que descanséis 60,90,120 segundos o más entre series de músculos grandes como las piernas, mientras que al trabajar los músculos pequeños como el bíceps, el período de descanso entre series podrá durar sólo 45 segundos. La idea consiste aquí en fatigar progresivamente el músculo, y el descanso excesivo trastorna este propósito.

¿Es la Pirámide Invertida adecuada para ti?

Pues Lee Labrada afirma:

“El EPI funciona bien en los programas de atletas y culturistas bien acondicionados. Los principiantes o los atletas fuera de forma no deben utilizarlo, porque este sistema de entrenamiento es intenso y puede dañar articulaciones y tendones cuando se realiza incorrectamente.

Una de las quejas más comunes entre aquéllos que lo prueban pero lo dejan es que molesta a sus articulaciones. Pero si nos calentamos adecuadamente antes de entrenar, evitaremos la mayor parte o todos estos problemas.

El EPI resulta ideal para desarrollar los músculos y mantener la masa muscular a la vez que quitamos la grasa durante los ciclos de precompetición.

El EPI fue mi sistema preferido de entrenamiento en mis diez años de profesional de la IFBB. Conseguí aumentar más de 25 kilos de músculo y transformé literalmente mi físico.

Probad el Entrenamiento de Pirámide Invertida y comprobad personalmente cómo se desarrollan vuestros músculos, aumentan su definición y os proporcionan una condición física inmejorable.”

Ejercicios y rutinas: El poder de la variedad

Uno de los principales errores que comete la gente día tras día en los gimnasios, no sólo de este país, sino de todo el mundo, es fallar en el principio de variedad.

Si bien es cierto que los principiantes pueden obtener resultados tras varios meses siguiendo el mismo entrenamiento, esto apenas ocurre en los primeros 6-12 meses. Si llevas más tiempo y consideras que no progresas, es posible que sea por lo que explico a continuación.

Todo entrenamiento debe contener variaciones sustanciales a largo plazo como podría ser el cambio de intensidades, objetivos, métodos de trabajo, y variaciones a corto plazo que no serían tan radicales pero ayudarían a evitar el estancamiento. En este caso, sería interesante introducir cada 2-4 semanas modificaciones sencillas como alteraciones en tiempo de descanso, ejercicios, planos, rango, orden de ejercicios, número de series, y cualquier otra variable que suponga un nuevo desafío para el organismo. En el caso de trabajar superseries, o bien parejas, puedes cambiar el orden en el primer caso y los emparejamientos en el segundo.

En el caso de hacer sentadillas podrías modificar el rango y pasar de deep squats a trabajar rangos parciales o viceversa, añadir cadenas, o incluso pasar de back squats a front squats, o la modalidad de back squat en high bar a low bar. Cualquiera de los ejemplos comentados anteriormente supondría un cambio suficiente como para suponer un nuevo desafío que merezca una nueva adaptación. No debemos olvidar que, si bien buscamos la adaptación a un estímulo externo, si no modificamos este mismo estímulo una vez nos hayamos adaptado nos estancaremos y dejaremos de progresar.

Todavía no entiendo por qué tanta gente sigue el mismo entrenamiento cuando hace tiempo que han dejado de evolucionar. No sé si esperan que al final el organismo les otorgue la tan deseada progresión por aburrimiento.

Si quieres seguir progresando cuando otros se estancan no debes olvidar los siguientes puntos. Apúntatelos si hace falta en la mano, y si eres de esos que lleva el cuerpo completamente tatuado te aseguro que esto merece que le encuentres un hueco y no lo pierdas de vista:

1.- Cada vez que repites un mismo entrenamiento pierde efectividad. La efectividad de un entrenamiento depende del desafío que este supone para el organismo y conforme nos vamos adaptando este será cada vez menos efectivo.

2.- Si repites el mismo entrenamiento demasiado seguido, aunque sólo sea los mismos ejercicios, te estarás arriesgando a un gran número de lesiones relacionadas con el sobre uso de ciertos tejidos y estructuras. Además, no podemos olvidarnos de los desequilibrios entre fuerzas que estaríamos provocando y que a medio plazo evitarán que sigamos progresando. Este problema es muy habitual en aquellos deportistas que consideran que hay ejercicios “mejores” y “peores” para un determinado fin. Al final, peor que cualquier ejercicio, es no cambiarlos periódicamente.

3.- Todo entrenamiento tiene ventajas e inconvenientes. Da igual lo bien diseñado que esté. Todo aspecto positivo tiende a desaparecer conforme el organismo se va adaptando pero los aspectos negativos siguen igual de presentes.

4.- Empieza utilizando entrenamientos y sistemas que suelan funcionar por razones lógicas pero no te olvides que no hay un entrenamiento perfecto para todo el mundo. Si observas que el entrenamiento que suele funcionar a otros a ti no, experimenta. El programa perfecto no existe. Un mal entrenamiento que suponga un desafío para el organismo será más efectivo que uno perfectamente diseñado y equilibrado al que nos hayamos adaptado.

5.- Cuando cambies los ejercicios, busca sustitutos que estresen puntos diferentes de la curva de fuerza. Un ejemplo claro lo veríamos con los ejercicios de flexión del codo. Si tan sólo cambias la barra por mancuernas, o una barra recta por una EZ, la curva sigue siendo la misma, con sus mismas fortalezas y debilidades. En su lugar busca cambiar ángulos obligando a enfrentarse a la gravedad en diferentes puntos de la curva y altera radicalmente el punto de máxima tensión mecánica. Un claro ejemplo sería los curls con banco inclinado, el banco scott o los spider curls. Trabajar toda la curva te ayudará a seguir progresando en el futuro y evitará lesiones.

Índice glucémico de la fruta, un dato a tener en cuenta para entrenar mejor

Una buena alimentación a la hora de hacer deporte es fundamental si lo que queremos es conseguir buenos resultados. Cuidar la alimentación es una garantía a la hora de conseguir los resultados requeridos en el gimnasio. Los niveles de glucosa son fundamentales para tener la energía suficiente y por ello en esta ocasión queremos detenernos en unos alimentos que tienen un índice glucémico muy dispar, la fruta.

La fruta, como todos sabemos, tiene un índice glucémico importante que nos ayudará a tener energía para afrontar la actividad deportiva y hacerlo de la manera más saludable posible. La fruta es una de las mejores alternativas al contener muy baja cantidad de grasa y altas dosis de nutrientes necesarios para el organismo. Pero es necesario saber cuándo es mejor consumir un tipo u otro de fruta y así obtener los mejores resultados.

El índice glucémico en la fruta

Antes de nada es necesario que sepamos las diferencias existentes entre el tipo de índice glucémico. El índice glucémico (IG) es el tiempo que tarda el organismo en convertir esos azúcares que contiene el alimento en glucosa y pasar a la sangre para luego utilizarlo en forma de energía. Por esto existen alimentos que tienen un IG alto, es decir, que se asimila antes su glucosa, y otros que lo tienen más bajo, por lo que se tarda más en asimilar la glucosa.

Si tenemos en cuenta el IG en la fruta vamos a ver aquella que lo tienen bajo. Estas frutas tienen azúcares que el organismo tarda más en asimilar, por ello son muy recomendables para ingerir antes del entrenamiento, ya que nos mantendrá con más energía por un periodo de tiempo mayor. Entre este tipo de frutas destacaremos la manzana, el pomelo, las fresas, las uvas, la pera, las cerezas…

En cuanto a los alimentos con un IG alto hay que tener en cuenta que la asimilación de los hidratos por parte del organismo es más rápida y por eso es necesario que sepamos que la fruta con un IG alto es muy recomendable a la hora de buscar una rápida recuperación. Tomarla después del entrenamiento es la mejor alternativa. Entre las frutas de este grupo destacaremos el plátano, la piña, el mango, la sandía, el melón o la naranja entre otros…

Es importante tener esto en cuenta, ya que de este modo optimizaremos al máximo la energía que nos proporcionan los alimentos y que tan necesaria es para poder llegar a buen puerto con las rutinas de entrenamiento. Saber cómo alimentarnos en todo momento es esencial a la hora de llevar a cabo un entrenamiento óptimo.

Correr: La clave para ganar velocidad, aprende a economizar tu energía

La clave para ganar velocidad: aprende a economizar tu energía. Es una forma interesante de correr más rápido, gastar menos energía y mejorar así tu eficiencia. Aquí tienes algunos consejos para lograrlo.

1. Cadencia de zancada. Igual que en la bici, la cadencia ideal para economizar esfuerzo ronda los 85-90 ciclos por minuto en personas más altas y las 90 a 100 en los más pequeños. Si no tienes un sensor de pie que te indique la cadencia cuenta las veces que el pie derecho (ciclo completo) apoya sobre el suelo por minuto.

2. Longitud de paso. Casi todos los corredores principiantes pecan de exceso de longitud de paso, apoyando por delante del centro de gravedad. Mira hacia abajo y si te ves los pies por delante al correr es que estás haciendo una zancada demasiado larga, ¡acórtala!

3. Muévete sólo hacia delante, y no osciles arriba y abajo, porque es un gasto inútil de energía. Imágínate que corres bajo un techo justo de tu altura para evitar ir dando saltos. En muchos casos los tres primeros puntos van juntos: corres a saltos porque das una zancada muy larga debido a una cadencia demasiado baja.

4. Controla tus brazos. Un braceo excesivo supone una torsión del tronco en sentido contrario para compensar, gastando una energía que podrías usar para correr más rápido. Mantén los codos a 90º y no cruces los brazos por delante. Los brazos guían el movimiento de las piernas, por eso cuando quieras cambiar el ritmo o subir una cuesta empiezan tirando de brazos con fuerza.

5. Los pies cerca del suelo. A más velocidad más altura alcanzan tus talones pero cuando corres a ritmo medio es mejor llevar los pies cerca del suelo, conservando tu valiosa energía.

Brazos grandes, ¿trabajo bíceps o tríceps?

Si eres principiante en esto de la musculación seguramente crees que para tener unos brazos enormes tienes que trabajar el bíceps como un poseso, matándote con los curls, las dominadas supinas, los remos o las concentradas, pero nada más lejos de la realidad.

Para tener unos brazos más grandes lo ideal es poner más énfasis en el trabajo de tríceps, más que en el de bíceps, si bien no hay que olvidar el entrenamiento de ninguno de los dos, bueno, en realidad, de ningún grupo muscular de nuestro cuerpo.

El tríceps ocupa el 60% del espacio de tu brazo, así que es el que le va a dar volumen. Se compone de tres porciones de ahí lo de tri, mientras que el bíceps sólo tiene dos, por eso es bi. Es importante tener en cuenta esto porque mucha gente cree que el brazo es sólo el bíceps, y esto es un grandísimo error.

Perfecciona tu entrenamiento interválico de alta intensidad o HIIT



Ya hemos hablado del entrenamiento interválico de alta intensidad o HIIT y el método Tabata se encuentra dentro de esta modalidad de trabajo. Hoy te mostramos cómo perfeccionar tu entrenamiento Tabata y así, lograr un cuerpo en forma en poco tiempo.

¿Cómo aplicar el método Tabata?

El método Tabata es un entrenamiento intenso, con intervalos y de corta duración. Para aplicar esta modalidad de entrenamiento, debemos escoger un ejercicio y realizar durante 20 segundos, la mayor cantidad de repeticiones posibles, a continuación debemos respetar un descanso de 10 segundos exactos y continuar 7 series más.

Es decir, el metodo Tabata consiste en realizar 8 series de 20 segundos cada una, con el mayor número de repeticiones en este tiempo, con 10 segundos de descanso entre ellas.

Así, en sólo 4 minutos logramos un entrenamiento intenso, corto y que produce verdaderos resultados.

Si bien podemos aplicar el método Tabata con cualquier ejercicio, lograremos mayor intensidad y un trabajo más completo con menos sobrecarga en un sólo músculo y menor riesgo de lesiones, si empleamos movimientos que involucran más que un sólo grupo muscular, es decir, con ejercicios básicos. Por ejemplo, podemos usar para entrenar con el método Tabata, sentadillas, flexiones de brazos, zancadas o dominadas.

Ventajas del entrenamiento por intervalos de alta intensidad

Entre las principales ventajas de trabajar por un corto tiempo, con intervalos con breves descansos entre sí, y sobre todo, a una máxima intensidad, encontramos la posibilidad de mejorar simultáneamente el sistema aeróbico así como el sistema anaeróbico.

Es decir, no sólo ayudaremos a mejorar la resistencia cardiovascular sino también, liberaremos más testosterona y hormona de crecimiento, logrando mayor resistencia muscular y capacidad anaeróbica.

Como si fuera poco, podemos incrementar nuestro metabolismo grandemente logrando un mayor gasto calórico, no sólo mientras entrenamos, sino también estando en reposo.

Todas estas ventajas podemos obtener entrenando a muy alta intensidad como lo exige el método Tabata.

Cómo perfeccionar tu entrenamiento Tabata

Si quieres emplear esta modalidad de entrenamiento con intervalos de alta intensidad, te recomendamos tener en cuenta los siguientes consejos para perfeccionar tu entrenamiento Tabata y poner el cuerpo en forma en poco tiempo:

- Si empleas carga, utiliza un 50 a 75 % de la carga que habitualmente usas, pues se trata de una modalidad más intensa y exigente.
- Mejor contar con la ayuda de un compañero, que controle la cantidad de repeticiones que realizamos en cada serie y que nos indique cuándo pasar de serie a descanso y viceversa, de manera de no tener que estar pendiente de un reloj. Sino, un buen compañero puede ser un temporizador como estos ejemplos online que ayudan a entrenar por intervalos.
- Mejor no emplearlo todos los días debido a su alta intensidad, pues puedes complementar el entrenamiento Tabata una o como mucho dos veces por semana con un entrenamiento de moderada intensidad y mayor duración.
- Mejor no soltar la carga con que trabajas, de manera de no pasarnos del tiempo de descanso y mantener la concentración en el método. Así, si trabajas con mancuernas, no las sueltes en los segundos de descanso.
- Controla tus progresos registrando cuántas repeticiones realizas por serie y si logras aumentar dicha cantidad, estarás batiendo récord.
- Si lo realizas junto a la rutina habitual, déjalo para el final, pues se trata de un entrenamiento muy agotador que después, no te permitirá realizar nada más.
- Recuerda que es un entrenamiento muy exigente, por lo que si no te sientes capacitado, no lo hagas.
- Además, no es apto para cualquiera, sino que previo a su ejecución, recomendamos realizar una prueba de máximo esfuerzo y un chequeo médico que asegure que somos aptos para esto.

Con estos consejos puedes hacer un buen uso del método Tabata para lograr un cuerpo en forma en poco tiempo, pues no necesitarás más que 4 minutos para trabajar duro.

Adelgazar: Como calcular el porcentaje de grasa corporal

El exceso de grasa corporal es una condición que favorece la aparición y desarrollo de trastornos metabólicos y cardiovasculares como diabetes, hipertensión arterial, hiperlipidemia, arteriosclerosis cerebral y enfermedad coronaria; razón por la cual, conocer el porcentaje de grasa corporal y establecer las medidas preventivas y/o correctivas pertinentes permitirá controlar y prevenir la aparición de estas enfermedades que afectan la calidad de vida de quienes las padecen.

Ser delgado no significa que se tenga un bajo o normal porcentaje de grasa corporal y ser obeso tampoco es indicativo de que nuestro cuerpo tenga un alto componente de masa adiposa, por lo que guiarse por la imagen que nos devuelve el espejo o confiar en las opiniones de terceros no son las mejores técnicas para determinar el porcentaje de grasa en nuestro organismo.

Un método muy popular para expresar la relación de grasa corporal consiste en deteminar el rango al que corresponde una persona mediante la correlación de peso, talla, sexo y edad según tablas preestablecidas y de allí calcular el índice de masa corporal.

Este índice es una relación matemática que se calcula dividiendo el peso de la persona, expresado en kilogramos, entre la estatura elevada al cuadrado, expresada en metros.

Puedes usar la calculadora para determinar tu índice de masa corporal y otras medidas biométricas de manera sencilla.

Indice de Masa Corporal

Desnutrición (Mujeres – de 16 y Hombres – de 17)
Bajo Peso (Mujeres 17 a 20 y Hombres 18 a 20)
Normal (Mujeres 21 a 24 y Hombres 21 a 25)
Sobrepeso (Mujeres 25 a 29 y Hombres 26 a 30)
Obesidad (Mujeres 30 a 34 y Hombres 31 a 35)
Obesidad Marcada (Mujeres 35 a 39 y Hombres 36 a 40)
Obesidad Mórbida (Mujeres 40 o + y Hombres + de 40)

Los resultados de este método no son del todo confiables porque una persona puede pesar mas de lo que corresponde a su estatura por un aumento considerable de masa magra -por ejemplo las personas que entrenan con pesas- sin tener un exceso de grasa corporal, de la misma manera una persona con peso normal o subnormal puede tener un alto porcentaje de grasa.

Lo mas apropiado para determinar de manera segura el porcentaje de grasa corporal es acurdir a un médico o especialista para que, guiándose con los resultados obtenidos de un conjunto de pruebas y evaluaciones, nos diga con certeza ese valor.

Uno de los métodos mas confiables, sencillos y directos para el análisis de composición corporal es el basado en la impedancia bioeléctrica; que consiste en medir la resistencia a una corriente eléctrica aplicada a través de electrodos, esa resistencia es inverasamente proporcional al agua corporal total a través de la cual viaja la corriente.

Los músculos, vasos sanguíneos y huesos son tejidos corporales que tienen un alto contenido de agua que conduce la electricidad fácilmente, la grasa corporal es un tejido que tiene poca conductividad eléctrica; el analizador de grasa corporal envía un corriente eléctrica extremadamente débil al cuerpo para determinar la cantidad de tejido de grasa, la débil corriente eléctrica no se siente mientras se opera el analizador de grasa corporal. El porcentaje de grasa corporal se calcula con una fórmula que incluye cinco factores: resistencia eléctrica, altura, peso, edad y género.

En la actualidad existen varias marcas que nos ofrecen equipos de uso doméstico para calcular el peso y el porcentaje de grasa corporal de manera bastante confiable.

Buscando la definición muscular

Cuando comienza el buen tiempo y el calor hace acto de presencia la gran mayoría de nosotros comienza a querer perder el exceso de grasa acumulado en el invierno. Esto conlleva la búsqueda de la definición muscular que podemos conseguir de diferentes maneras. Nosotros vamos a ver cómo se puede hacer.

Existen diferentes maneras y una serie de principios básicos a tener en cuenta a la hora de conseguir una buena definición muscular. En esta ocasión vamos a desgranar todos ellos para saber que una buena combinación de todos hará que consigamos unos resultados espectaculares y más duraderos.

Controlar los alimentos para definir

En primer lugar vamos a detenernos en la importancia de controlarlos alimentos que ingerimos. Disminuir las cantidades de hidratos para así conseguir que el cuerpo queme las grasas acumuladas para conseguir energía necesaria para la actividad que vamos a llevar a cabo. Dejar de lado los azúcares y las grasas es necesario también para lograr un cuerpo más definido.

Realizar ejercicio aeróbico

Junto a la alimentación no hay que olvidar la realización de ejercicio aeróbico. Esta parte es igual de importante que la dieta a la hora de definir, ya que nos ayudará a activar el metabolismo y conseguir quemar más calorías haciendo que las reservas de grasa del organismo disminuyan. Esta actividad además no ayudará a mejorar el sistema respiratorio y el cardiaco.

Ejercicio anaeróbico

No hay que olvidar el trabajo anaeróbico. Aunque la gente no lo crea es importante a la hora de definir, ya que también acelera el metabolismo, sobre todo el consumo basal, haciendo que quememos más calorías en reposo. El ejercicio anaeróbico nos ayudará a mantener los músculos tonificados mientras perdemos grasa, haciendo así que los músculos se noten mucho más.

A pesar de todo, si queremos lograr que los resultados se noten más el entrenamiento anaeróbico lo realizaremos con ejercicios en los que sometamos a los músculos a un trabajo intenso, para así conseguir quemar más calorías y mantener los músculos tonificados. Eso sí, es necesario que mezclemos los tres principios para así conseguir unos resultados perfectos y visibles.

Ejercicios y rutinas: Trucos para no dejar de evolucionar

Escribir este post me ha hecho recordar una frase de Al Pacino en la grandísima película de Oliver Stone Un domingo cualquiera, donde alecciona y motiva a sus jugadores con la frase “pulgada a pulgada” sobre la importancia de perseverar con paciencia, pero con determinación y paso firme.

Es habitual que nos obsesionemos con el peso que movemos. Solemos asociar la fuerza de una persona con el peso que es capaz de mover y, en un intento por llegar a la cifra deseada, buscamos atajos que pueden hacernos perder el rumbo. Llevo tiempo hablando de la importancia de saber introducir las progresiones que desafíen al organismo a una constante adaptación y, de esta manera, evitar el estancamiento.

Por alguna razón, tal vez por culpa de ese ansia que tiene el hombre -no tanto las mujeres- de mover más y más peso, consideramos que estas progresiones deben reflejarse en una carga cada semana más elevada. Esto es posible cuando eres un principiante y tu organismo está capacitado para obsequiarte con ese progreso galopante, pero nada tiene que ver con las dificultades y obstáculos con los que se encontrarán estos mismos individuos conforme vaya pasando el tiempo y la curva que relaciona tiempo y progreso empiece a achatarse. Llegado este momento, hay quien se desespera porque no es capaz de seguir incrementando el peso. La sombra del estancamiento se antoja cercana, y empezamos a cuestionarnos las aspiraciones que hemos visto con nuestro progreso hasta el momento.

Una vez en este punto, cuando ya no resulta posible tocar más peso, pero no nos conformamos con el estado de forma adquirido, podemos cambiar el objetivo del entrenamiento, dar un rodeo, o bien intentar seguir introduciendo las progresiones de manera más inteligente:

1.- Peso: El problema de los gimnasios habituales es que apenas te permiten jugar con incrementos racionales del peso. Cuando estás empezando, es posible que puedas saltar de mancuernas de 8 a 10Kg, o bien utilizar discos de 2,5Kg a cada lado de una barra de manera que el incremento mínimo sean 5 kilos en total, pero esto no es nada fácil cuando llegas a unos pesos determinados y este incremento mínimo se convierta en un escalón demasiado grande. En este caso, podrías seguir subiendo carga de manera gradual, pero necesitarás incrementos de no más de un kilo. De esta manera, es posible que en press banca no puedas saltar de 100 a 105 pero si pones 102 y la semana siguiente 104, en 3 semanas ya habrás llegado a un peso que de otra manera habría resultado imposible.

2.- Repeticiones: En caso de que no puedas subir peso, puedes probar intentar una repetición más cada semana. Los rangos de fuerza van desde una sola repetición hasta 5, en hipertrofia funcional de 6 a 8, en hipertrofia pura de 9 a 12, y en resistencia prácticamente desde las 12 hasta 25-30. Puedes moverte dentro del rango a razón de una sola repetición semana tras semana, actualizar el peso cuando alcances el límite superior, y vuelta a empezar.

3.- Tempo: Otra opción sería reducir la velocidad de las repeticiones, sobre todo en la fase excéntrica, de manera que el tiempo bajo tensión sea cada vez mayor. Para fuerza tendríamos un rango de TUT de entre 1 y 20 segundos, 20-40 para hipertrofia funcional, 40-70 para hipertrofia sarcoplasmática o pura, y hasta 120 segundos para resistencia. Podríamos mantener peso y repeticiones, pero aumentar el tiempo bajo tensión semana tras semana y, una vez alcanzado el límite del rango, actualizar peso y/o repeticiones.

4.- Descanso: Otra opción sería alterar el descanso entre series de manera que, al igual que en los casos anteriores, cada vez se descanse menos manteniendo peso, tempo y repeticiones. Una vez alcanzado el límite del rango actualizaríamos el peso y volveríamos a empezar. Para fuerza tendríamos un rango de descanso entre series de entre 3 y 5 minutos, 2-3 para hipertrofia funcional, 1-2 para hipertrofia pura, y entre 10 y 90 segundos para resistencia.

Al final, todo se reduce a someter al organismo a un estímulo progresivamente creciente que le obligue a seguir adaptándose y evitar, de esta manera, el estancamiento. Llegará el momento en que debamos tener paciencia y resignarnos ante la idea de que, tal vez, no vayamos a obtener los resultados deseados tan pronto como se antojaba en un principio. Si no tiramos la toalla, y seguimos progresando poco a poco, pulgada a pulgada, semana tras semana, perseveraremos y alcanzaremos las metas que nos propongamos.

Las varices y el rendimiento deportivo

Las varices siempre fueron odiadas por estropear la estética de nuestras piernas, no sólo por el sexo femenino, sino también, entre los hombres. Sin embargo, las varices no sólo son un problema superficial sino que además de nuestra estética, pueden influir en el rendimiento deportivo.

Varices: ¿qué son y cómo impactan en el rendimiento deportivo?

Las varices no son más que un indicador de circulación sanguínea deficiente y de escaso retorno venoso. Así, la sangre que no puede circular con fluidez por las venas y retornar desde los pies hacia el corazón con facilidad se va acumulando en conductos dilatados y deformados que nosotros denominamos varices.

Por supuesto, al no circular bien la sangre, los músculos ante un esfuerzo físico se ven limitados porque la oxigenación no es la adecuada a causa de los problemas de irrigación, lo cual se traduce en menor rendimiento deportivo, que se percibe sobre todo, en casos de varices severas.

Además, las piernas con varices pueden verse con edemas, inflamadas, con dolor, hormigueo y sensación de pesadez, lo cual por supuesto, puede limitar nuestro desempeño ante una carrera por ejemplo.

Y si bien hay actividades como nadar, andar a paso ligero o montar en bici, que favorecen el retorno venoso y la circulación sanguínea, hay otros deportes de alto impacto como el fútbol o el correr, que pueden agravar las varices tal como lo hemos dicho en un post acerca de circulación sanguínea y deportes.

¿Cómo reducir el impacto de las varices sobre el rendimiento?

Si tengo varices y quiero limitar su influencia en el rendimiento deportivo, así como reducir la sintomatología de las mismas, lo primero que debo hacer es consultar con un especialista en flebología para determinar el tipo de tratamiento más adecuado.

Sólo en casos extremos se puede recurrir a una cirugía para eliminar la variz y recuperar la adecuada circulación sanguínea, pues en casos más sencillos se pueden esclerosar las varices o lo que es lo mismo “secarlas”, inhabilitarlas convirtiéndolas en tejido fibroso. Se trata de un procedimiento rápido y de escasa complejidad.

En casos aun más suaves, se puede recurrir a medidas paliativas de los síntomas que ocasionan las varices y que limitan el rendimiento deportivo, por ejemplo, en corredores y futbolistas se pueden emplear medias de compresión para favorecer el retorno venoso y así, atenuar el hinchazón de piernas y el dolor o adormecimiento en las extremidades inferiores.

Las varices no son sólo un problema de estética sino que muchas veces pueden influir en nuestro rendimiento deportivo y afectar verdaderamente nuestra circulación sanguínea. Es en este momento donde debemos tomar medidas para atenuar sus consecuencias.

Introducir los aeróbicos en vuestra vida

Todos conocemos la finalidad de los ejercicios aeróbicos. Sin embargo, pocas personas han parado a preguntarse qué son y por qué se denominan así.

Por eso hoy traemos un artículo que detalla los ejercicios aeróbicos desde un punto de vista clínico.

El ejercicio aeróbico proporciona acondicionamiento cardiovascular. El término aeróbico significa “con oxígeno”, lo que significa que la respiración controla la cantidad de oxígeno que puede llegar a los músculos para ayudar a quemar combustible y movimiento.

Algunos de los beneficios del ejercicio aeróbico son:

Mejora el acondicionamiento cardiovascular
Disminuye el riesgo de enfermedades del corazón
Reduce la presión arterial
Aumenta el HDL o colesterol “bueno”
Ayuda a mejorar el control de azúcar en la sangre
Ayuda a controlar el peso y / o pérdida de peso
Mejora la función pulmonar
Disminuye la frecuencia cardiaca en reposo

Ejercitarse con seguridad

Se recomienda hablar con el médico antes de comenzar un programa de ejercicios. Pregunta, en tu caso, las limitaciones que puedas tener. Las personas que sufren de diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón, artritis, afecciones pulmonares u otras condiciones de salud pueden necesitar pautas de seguridad adicionales para el ejercicio.

Nota: Si desarrollas síntomas durante el ejercicio, como inusual falta de aire, opresión en el pecho, pecho, hombro o dolor en la mandíbula, sensación de desmayo, mareo, confusión, o dolor en las articulaciones, debes dejar de hacer ejercicio inmediatamente.

Algunos ejercicios de impacto

El ejercicio de impacto aeróbico incluye:
Natación
Ciclismo
El uso de un máquina elíptica
A pie
Remo

El ejercicio aeróbico de mayor impacto incluye:

Funcionamiento
Saltar la cuerda
Realización de rutinas de ejercicios aeróbicos de alto impacto o paso

¿Cuánto tiempo me tomarán estos ejercicios?

La American Heart Association recomienda que todas las personas alcancen un mínimo de 30 minutos de algún tipo de ejercicio cardiovascular 5 a 7 días por semana.

Esto puede ser dividido en períodos de tiempo de 10 minutos. Esto significa que tomar tres caminatas de 10 minutos cada uno le permiten llegar a la pauta mínima recomendada para reducir el riesgo de enfermedades del corazón, diabetes, hipertensión y colesterol alto.

No hay necesidad de descansar entre las sesiones a menos que estés en un nivel extremo de capacitación, tales como la preparación para una maratón, o si experimenta dolor en las articulaciones se repita.

Si el dolor articular es un factor limitante, sería conveniente alternar ejercicios menos dolorosas con las que pueden causar dolor en las articulaciones o de suspender el ejercicio doloroso por completo.

Explicación de intensidad

La intensidad viene determinada por la fuerza con que está trabajando. La intensidad del ejercicio se determina cuáles son sus metas, qué limitaciones tiene, y su nivel de condición física actual.

Frecuencia cardíaca y ejercicio

Su ritmo cardíaco aumenta en correlación directa con la intensidad del ejercicio. Niveles de frecuencia cardíaca puede variar significativamente de una persona a otra en función del nivel de fitness, la genética, el medio ambiente y la tolerancia al ejercicio.

Ejercicios y rutinas: Una alternativa al gimnasio

Sal a correr a la calle y sigue esta rutina de entrenamiento que emplea el "mobiliario urbano" para ganar músculo y mejorar tu forma física.

A botar se ha dicho

Trota por la calle durante 10 minutos a un ritmo suave. A continuación, da entre 15 y 25 zancadas largas con un braceo potente (codos adelante y atrás con energía) para trabajar el tren superior. Este es uno de los ejercicios más completos que existen. Para asegurarte que le sacas el mayor partido, repite siempre el recorrido y toma referencias de distancia y de tiempo para tratar de aumentar el recorrido en cada sesión.

Agáchate y haz fuerza

No, no se trata de poner un huevo, sino de hacer unos isométricos de sentadillas a una pierna. Después de correr otros 5 minutos, detente para fortalecer los cuádriceps: apóyate en un árbol para guardar el equilibrio y cruza el tobillo derecho sobre el muslo izquierdo. Flexiona la rodilla izquierda hasta casi alcanzar el ángulo recto y aguanta unos instantes antes de subir. Haz entre 8 y 15 repeticiones con cada pierna.

Trabajo de gemelos

Corre durante 5 minutos y luego apoya las palmas de las manos sobre una pared o un árbol grande, con los pies a un metro de distancia y los brazos a la altura de los hombros. A diferencia de los perros que veas por la zona, mantén las piernas rectas y los talones apoyados en el suelo. Ahora levanta tu peso empujando con el talón izquierdo. Haz entre 15 y 25 repeticiones rápidas y cambia de pierna.

A lo hecho, pecho

Corre durante 5 minutos. Después, haz unos ejercicios isométricos de pecho: separa los pies a la anchura de las caderas, dobla los codos y presiona las palmas una contra la otra con todas tus fuerzas. Es importante que mantengas una presión constante mientras cuentas despacio hasta 15. Descansa y repite tres veces.

El último escalón

Corre 5 minutos más y termina en el peldaño de acceso a una casa. Apoya el peso en la puntera y deja los talones colgando del escalón. Baja lentamente hasta que notes que se te estiran los gemelos y, acto seguido, ponte de puntillas. Haz un total de 20 repeticiones.