“En el día a día de las organizaciones, el trabajo se organiza a través de procesos. Se supone que un proceso de trabajo es la manera óptima de ordenar las tareas de distintos departamentos, con el fin de conseguir un resultado de máxima calidad empleando el menor tiempo posible.
Lamentablemente, los procesos tienen lagunas y tienen que ser continuamente revisados para no provocar ineficiencia. Para esto está el buen hacer del trabajador, que con buena voluntad y un esfuerzo suplementario suple un problema temporalmente no resuelto por el proceso estándar.
Problema: cuando el trabajador y sus jefes se aprovechan de una laguna a la que culpan de su propia incompetencia. La inteligencia humana al servicio de la desidia y la vagancia es la peor de las lacras de la cadena productiva”.
Vulpes Vulpes Segovianus
Anno V ¾