Suelo terminar la semana laboral agotado y por eso no suelo salir los viernes. ¡Agotado pero no acabado! así que los sábados, ya con nuevos bríos, me preparo para la fiestuki nocturna. Anteanoche decía en el blog que el sueño me hacía ver la realidad borrosa. Buf, ayer noche también vi borroso, sí, pero por las copas en este caso. Ya me lo decía mi madre, "hijo, a ver con quién te juntas". ¡Gentuza, que me lleváis por el mal camino!.