Vivimos en un país donde si dices que le has pagado el IVA al fontanero la gente te mira raro, donde algunos van a Urgencias para no tener que pedir cita al médico de cabecera, donde se venden más detectores anti-radar que en ningún otro lugar del mundo, dónde la gente construye donde le sale del pijo y luego tiene la hipocresía de salir en la tele a protestar ... y cuando tras argumentar todo esto alguien que sabes que es honrado te dice que le jode pagar impuestos y que preferiría que cada palo aguantase su vela, ... pues dudas, y te vas a casa pensando que quizá no estamos haciendo las cosas del todo bien.
En la fábula la cigarra sufría su destino tras holgar durante el verano, pero en la vida real la hormiga pone parte del fruto de su esfuerzo en la hucha del Estado. Y luego es el Estado quien reparte el contenido de esa hucha sin reparar en si quien lo recibe es una hormiga necesitada o una cigarra tripuda.
No digo yo que el Estado tenga que abandonar a la cigarra, pero tampoco incentivarla para que lo sea ¿no?