otra vez él

A veces lo extraño desde el fondo. Desde mi mismísima conexión con el cosmos. Desde mi tomacorrientes interno. Lo extraño completamente.

Lo extraño con pasión, sin ansiedad, con completa convicción y placer.

Me detengo un momento, cuando ocurre que lo extraño, y me dejo tomar por esto que es como la resaca de todo lo que pasó, de tanta vida junta. Son segundos, pocos, en que una marea empieza por mis pies, y sube tibia por mi cuerpo hasta llegar por debajo de mis ojos. Y ahí se queda. Sin mojar nada. Y desaparece.

El oculista me dijo que mis ojos andan faltos de lágrimas. Yo sé que esa es una condición destinada a cambiar, a desaparecer. Me rehúso a adjudicarle semejante estado a mi edad cronológica. No lo acepto.

 Mi receta diría algo así como “busque usted algún tipo de confrontación con la realidad y emotive sus ojos”. Algo debe estar por suceder (lo deseo, lo espero, lo pido a lo que queda del año) algo bueno, que regrese mis ojos a la normalidad.

(Extraño llorar mientras lo extraño)

***

No tengas prisa, en verdad no tenemos que llegar a ninguna parte.

falta poco para 28

Te veo todo blanco pedazo de tiempo delante de mí y no tengo cómo mancharte de algo que tenga aunque sea un ligero sentido.

Como anda todo quieto y tranquilo como aguita en un vaso relajado, pues que el único viento que sopla es el de mi respiración. Y sin viento no se avanza, ni para la izquierda ni la derecha. Pasaron las ballenas debajo de mi bote y me dejaron una carta que no debo abrir todavía.

Primero lo primero, me dijeron, y ya tengo los lentes puestos y asumidos y veo mejor. Entiendo mejor, las letras no se juntan, dijo el doctor, mi doctor, nuevo pero viejo, mío, porque me hizo serios descuentos. Mi doctor flaco, alto y pelado, de barba. Mi oculista. Mis ballenas. Mi pedazo de arena y de mar. Mi bote, y mi respiración.

Puse una película a correr ahora, y me llevó en tren entre colores de la vida y maletas de Louis Vuitton que algún día copiaré.

 >>>>>>>               >>>>>>>>               >>>>>>>>

Hasta que tenga nuevas maneras de juntarlas no se habla más de este asunto con palabras.

No decirse la verdad
para comerse el alma
en las esquinas
es decirle al aire
que se inventan relojes
para retrasar el tictac
acelerado de la muerte.



Smilies

Hoy voy a hacer publicidad de otro blog. Se llama “Faces in Places” y se dedica a encontrar rostros en los sitios más insospechados. No sólo en un árbol o en una roca, o en una nube, que eso está muy visto, sino en cualquier lugar u objeto.

Lo que más me ha gustado es que casi todas las caras sonríen. Debe ser por eso por lo que no hay ninguna foto de Mariano Rajoy o de Maria Teresa Fernández de la Vega, je, je. Bueno, no me meto más con ellos, que yo tampoco soy el doble de Adonis (aunque sí sonrío y mucho)

Hay va el enlace. A ver qué os parece. El blog admite colaboraciones, así que si tenéis alguna foto de este estilo, podéis enviarla para que os la publiquen:
Si es que no me entero

A ver si me lo explica alguno que sea más listo que yo, uno que haya estudiado ingeniería, o mejor, uno que haya ganado una oposición, eso es.

A ver, o sea que me decís que si no hay ganado, sube la carne, nos quedamos sin proteínas y morimos.
Y también me decís que si hay ganado, entonces las vacas se tiran demasiados pedos, se incrementa el efecto invernadero y morimos otra vez.
Si hay agricultura, que si tal …
Si hay …


Y no me entra en la cabeza. Hubo un tiempo en el que los árboles medían más de cien metros y el campo estaba lleno de dinosaurios, que ríase usted de un pedo de dinosaurio … por no hablar de las cagadas, claro, vamos que cómo debía estar el campo ... Y parece que vivían todos muy bien, y muy a gusto, hasta que un meteorito o un alienígena borracho que estrelló la nave, lo jodió todo.

Va a ser o que los que molestamos somos nosotros, o que va a tener que caer otro meteorito para poner todo en orden …