Novela barcelonesa

Así empezó mi verdadero alejamiento de Lolita: refugiándome en brazos de otra mujer. Una mujer triste que no conocía, que jamás había visto antes y que probablemente nunca podría amar como la había amado a ella. Pero los hechos del hombre suelen ser casi siempre así: insidiosos y torpes, intuitivos, desgarradamente absurdos.



Fueron unas relaciones violentas y fosforescentes: una larga cadena de fuegos fatuos que nos ayudaban a ella y a mí a seguir viviendo, a destruir tedios y a reírnos de la vida a costa de traiciones. Ni ella ni yo nos queríamos el uno al otro: nos complementábamos, nos explotábamos mutuamente como dos vampiros ansiosos de vivir su muerte. Tampoco nos odiábamos. Era solamente una forma narcisista de querernos a nosotros mismos, de darnos satisfacciones, sin sentimientos ni exigencias.”


Estas líneas las he encontrado abriendo al azar una página de “La gangrena”. El libro lo escribió Mercedes Salisachs y es un magnífico exponente de la literatura barcelonesa (eso sí, el título se las trae).

¿Por qué literatura barcelonesa y no catalana? Porque el azar quisó que Mercedes Salisachs, Eduardo Mendoza y Carlos Ruiz Zafón nacieran en la ciudad condal en 1916, 1943 y 1964, respectivamente. Un nexo argumental, la Barcelona urbana, les une, e incluso sus novelas parecen unidas por un mismo hilo hasta el punto de parecer capítulos de la misma saga.

Me encantan. Si no habéis leído "La Gangrena", "La verdad sobre el caso Savolta", "La ciudad de los prodigios" o "La sombra del viento", os los recomiendo. Todos ellos son Barcelona en estado puro.

mesas


Sobre la mesa pongo, al final, todo
Nada queda vacío conmigo
Llenarlo hasta desbordarlo
Poco a poco
Tenerlo todo a la vista
Lo que guardo se me pierde
Mi mente y mis ojos andan muy juntos

ronquido por teléfono


me tienes marcando con el dedo números
en el teléfono
treinta números para alcanzarte
cero ocho veintidós
dos seis seis
tres tres tres tres
y más
y el tuyo
para oír tu hola
y sonreír desde adentro
con el corazón latiendo tan fuerte
que hasta aquí se escucha.
de pronto roncas en mi oído
y cuatrocientos planetas se alinean frente a mí
para recordármelo todo.

entonces de algún lugar que no conozco sale luz
y abro más los ojos y veo la magia que no tiene trucos
que es tan cierta que me hace dudar
tan linda que me aterroriza.

estás tan dentro que me tienes casi completa
raptada.
retenida contra mi estúpida voluntad.

ruidos

mi estómago anda queriendo comunicarse.
hace días,
semanas
casi meses ya
que hace ruidos extraños
sin dolor
como un silbido a la distancia
un estoy aquí cantando
no se queja
no golpea
es como si quisiera decirme
creo que estoy contento

un sentido entero

Tengo ganas de sentir por todos lados
dejar ir
unir las partes
que mi piel entera vea
que mis manos también oigan
que mi espalda sea capaz de olerte
que mi pelo sienta el viento en cada hebra
que de mis uñas salga luz
de mis pasos palabras
quiero sentir el sabor de todo con sólo mirarlo.

De repente así no caería tan fácil en cada tentación
no iría tan de prisa
no tomaría tantas cervezas
no necesitaría a nadie más que a ti.