Declaración de Estambul en relación al tráfico de órganos y turismo en trasplante


Turismo del trasplante
Posted on 29 mayo, 2014 by El Ojo Ciudadano Chile

El “tráfico de órganos” es la obtención, transporte, transferencia, albergue o recepción de personas vivas o fallecidas o de sus órganos por medio de amenazas, uso de la fuerza o cualquier forma de coerción, secuestro, fraude, engaño, abuso de poder o de vulnerabilidad, tanto por el que entrega el órgano como por el que lo recibe, incluyendo pago por terceros o beneficios para lograr la transferencia o el control de un potencial donante, con el propósito de explotación para extraer órganos para trasplante”.

“Comercio de órganos” es una práctica en la cual un órgano es tratado como un bien económico que puede ser comprado, vendido o utilizado como mercancía.

“Viaje para trasplante” es el traslado de donantes de órganos, receptores o profesionales relacionados con trasplante que cruzan fronteras jurisdiccionales con el objetivo de realizar trasplantes. Los viajes para trasplante se convierten en “Turismo en trasplante” si es que involucran tráfico de órganos o la comercialización de los mismos o de otros recursos como profesionales o centros de trasplante dedicados a entregar trasplantes a pacientes del extranjero, minando de esta manera la capacidad del país para entregar adecuados servicios de trasplante para su propia población.

La Declaración de Estambul de 2008 define al tráfico de órganos como “la obtención, transporte, transferencia, encubrimiento o recepción de personas vivas o fallecidas o sus órganos mediante una amenaza, uso de la fuerza u otras formas de coacción, secuestro, fraude, engaño o abuso de poder o de posición vulnerable”. Asimismo, entre sus principios asevera que “el tráfico de órganos y el turismo de trasplantes violan los principios de igualdad, justicia y respeto de la dignidad humana y deberían prohibirse”. Las declaraciones de principios son muy importantes pero no le solucionan el problema al paciente. Este necesita ya mismo un donante compatible y las chances de encontrarlo son bajas. Es por eso que la demanda de riñones crece día a día y según una investigación de la Universidad de California en Berkeley, se trafican aproximadamente unos 15000 riñones por año y el precio oscila entre 2.000 y 5.000 dólares.

Entre los países reconocidos por ser proveedores de órganos se encuentran Egipto, India, Brasil, Moldavia, Indonesia y Sudáfrica. Las causas prevalentes para la venta de órganos son la pobreza entre los donantes y la desesperación entre los compradores. En el medio queda la corrupción que se reparte equitativamente entre médicos, clínicas, gobiernos, intermediarios, aseguradoras, y otros elementos necesarios para la nada sencilla tarea de trasplantar un órgano. De más está decir que sólo acceden a la compra de un órgano aquellos pacientes provenientes de clases adineradas y que los pobres y otros grupos vulnerables ven a la donación como una forma de hacer frente a las necesidades económicas. Algunos casos impactantes fueron el de presos condenados a muerte en China que unas semanas antes de su ejecución ponían sus órganos a la venta por internet, o el de la ejecución de civiles serbios en la zona de Kosovo como fuente de órganos para trasplantes.

Algunas propuestas para solucionar la falta de donantes voluntarios incluyen la creación de un mercado legal de órganos, como fuera implementado en Irán hace unos años y cuyo resultado es que ya no tiene lista de espera para trasplante renal. Otras alternativas como las campañas masivas de concientización podrían contribuir a aumentar el banco de donantes, aunque los resultados son dispares.

Desde el mundo científico se puede aportar dos líneas de acción para aumentar el número de órganos disponibles para trasplantes. Por un lado, los estudios sobre toma de decisión muestran que las llamadas opciones por defecto tienen un papel determinante a la hora de elegir. Los países con programas de reclutamiento de donantes voluntarios se pueden clasificar entre aquellos en donde el ciudadano debe explicitar que quiere ser donante voluntario (opt-in) y aquellos en donde el ciudadano es considerado donante voluntario a menos que explícitamente exprese lo contrario (opt-out). La realidad muestra que aquellos países con sistema opt-in como Alemania un 12% elige ser donante mientras que en aquellos que implementan un sistema opt-out como Austria, el 98% de la gente elige donar voluntariamente. Desde el punto de vista de las ciencias de la vida, se está avanzando rápidamente en el campo de la medicina regenerativa hacia la generación de tejidos a partir de células madre del propio paciente que puedan reemplazar los órganos dañados. Del mismo modo se están realizando pruebas para crear animales transgénicos (cerdos) cuyos órganos sean compatibles con los humanos. De ser exitosas estas pruebas podríamos pensar en granjas donde la producción animal se conciba no sólo como industria alimenticia sino también como una industria de producción de órganos de reemplazo.

A simple vista uno no relacionaría la ciencia con el tráfico de órganos y el turismo de trasplantes, sin embargo una mirada más profunda muestra que apoyando la investigación y desarrollo en biomedicina se podrá aumentar el número de órganos disponibles para trasplante. Asimismo, desde las investigaciones en psicología encontramos que un pequeño cambio en la forma de redactar un formulario, con costo cero a nivel gobierno, puede contribuir a una política en salud más inclusiva y lo que es aún mejor, puede servir para mejorar drásticamente la calidad de vida de miles de pacientes que hoy siguen en lista de espera.


Imagen:

DESBARATAN EN COSTA RICA UNA RED DE TRÁFICO DE ÓRGANOS FINANCIADA DESDE ISRAEL





Publicado en http://elojociudadanochile.wordpress.com/2014/05/29/turismo-del-trasplante/

Una nueva estrategia contra la diabetes

MEDICINA
Actualidad científica
29/05/2014
  • Una nueva estrategia contra la diabetes
  • Un compuesto recién descubierto retrasa la degradación natural de la insulina en el cuerpo.
Nature
Imagen
El nuevo enfoque, descrito por David Liu y Alan Saghatelian, de la Universidad Harvard, se basa en un compuesto que inhibe la enzima degradadora de la insulina (IDE). Se ha demostrado que la inhibición de esta enzima en ratones eleva los niveles de la hormona. Los pacientes tratados con la nueva sustancia podrían llegar a mantener niveles más altos de insulina, lo que mejoraría la tolerancia a la glucosa y, por consiguiente, el tratamiento de la diabetes. El descubrimiento del compuesto, y las pruebas que demuestran su eficacia en ratones, se han descrito recientemente en Nature.

Durante décadas, los tratamientos para la diabetes centrados en la insulina han consistido en tres estrategias principales: inyectar insulina, proporcionar fármacos que estimulan su secreción o administrar medicamentos que aumentan la sensibilidad a la hormona.

Sin embargo, no se disponía de un método que regulara la degradación de la insulina. El avance logrado ha consistido en identificar una molécula que posee esa capacidad. Aunque la proteína IDE se describió hace 65 años, resultaba difícil hallar un compuesto que la inhibiera. La mayoría de las sustancias ensayadas eran demasiado inestables y no persistían en el cuerpo, o bien carecían de la especificidad de inhibir la IDE sin afectar a la vez a otras proteínas importantes.

Los investigadores de Harvard se propusieron analizar una amplia gama de moléculas para determinar cuáles eran estables y específicas. A continuación, evaluaron los efectos de la molécula candidata con un mayor efecto en ratones obesos y delgados a los que se había administrado glucosa.

Como era de esperar, los niveles de azúcar en sangre disminuyeron más deprisa en los ratones que recibieron la molécula inhibidora que en los ratones de control, fueran estos obesos o delgados. Pero el equipo se dio cuenta de un hecho sorprendente: el inhibidor de la IDE ejercía el efecto contrario cuando la glucosa se inyectaba que cuando se ingería.

Resultados inesperados

Los investigadores sugieren que la razón de tal diferencia se debería a que la IDE también afecta a otras dos hormonas intestinales que regulan el nivel de azúcar en la sangre: la amilina y el glucagón. De este modo, los ratones que recibieron el inhibidor presentaron niveles más altos de glucagón (una hormona que aumenta los niveles de azúcar en la sangre) después de la inyección de glucosa.

Sin embargo, los animales que ingerían glucosa tendían a exhibir niveles de insulina mucho más altos que a los que se inyectaba el azúcar. Es decir, cualquier efecto sobre otras hormonas queda amortiguado por el impacto proporcionalmente mayor sobre la insulina, cuando se ingiere glucosa.
Aunque el descubrimiento de la molécula resulta emocionante, los autores subrayan que la estrategia aún debe optimizarse y puede tardar algún tiempo antes de que llegue a aplicarse en humanos. Sin embargo, el trabajo valida la IDE como una nueva diana terapéutica para luchar contra la diabetes y aporta herramientas experimentales para desarrollar el tratamiento.

Publicado en http://www.investigacionyciencia.es/noticias/una-nueva-estrategia-contra-la-diabetes-12136






Azúcar oculto


  • La amenaza para las personas que padecen diabetes
27 de mayo de 2014. 18:07h Beatriz Muñoz.

En los últimos años el concepto «cero por ciento» «bajo en...» o «sin...» se ha convertido en el mejor aliado para disfrutar de muchos alimentos, generalmente catalogados como «poco saludables», y donde el azúcar o las grasas ocupan, en su composición, un lugar preferente. Sin embargo, este tipo de productos inducen a la confusión del consumidor por la falta de claridad en el etiquetado y porque el azúcar aparece de forma oculta aunque no se denomine como tal, lo que puede tener consecuencias para algunas personas como las que padecen diabetes.

Aumento

Tal y como explica Serafín Murillo, nutricionista e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas asociadas (Ciberdem), «el error al que pueden inducir estas afirmaciones, aunque son lícitas, puede tener unas mayores consecuencias para las personas con diabetes ya que puede descompensar sus niveles de glucemia. Por ejemplo, tomar unas galletas que indican "sin azúcar añadido" puede aumentar la glucemia, ya que contiene otros hidratos de carbono presentes en la harina con la que se han elaborado. Éstos no son azúcares, pero elevan la glucemia del mismo modo que cualquier azúcar».

Precisamente, ante esta situación, el consumidor tiene una percepción errónea respecto a los componentes de los alimentos. En concreto, y según un estudio realizado por Javier Noya, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, para la Federación de Diabéticos Españoles, «resulta muy destacable que más de la mitad de los españoles, el 60 por ciento concretamente, desconoce que los productos sin azúcar añadido pueden aportar otros hidratos de carbono que tras la digestión se convierten en azúcares». Al margen de este tipo de reclamos publicitarios, la investigación advierte del desconocimiento que muestran los encuestados en relación con la presencia natural de azúcares y otros carbohidratos presentes en los alimentos de forma natural.

HABITUALES

«Para la inmensa mayoría de los encuestados, existen unos "azúcares ocultos" ya que hasta tres de cuatro españoles no identifican alimentos como la leche o las frutas como alimentos que aportan estos nutrientes. Existe, sin embargo, algo más de conocimiento en lo relativo a los alimentos que contienen más hidratos de carbono, ya que sólo uno de cada cuatro encuestados ignora que patatas, pan o pasta son los más ricos en ellos. Esta desinformación puede tener un gran impacto sobre la salud y en especial la salud de personas con diabetes», explica Noya.

A modo de ejemplo, Murillo advierte de que «un pan de molde puede indicar "bajo contenido en azúcares" pero contiene muchos hidratos de carbono, en forma de almidón. Estos hidratos de carbono complejos –también presentes en el arroz, las pasta, la patata o las legumbres– se transforman en azúcares durante el proceso de digestión, por lo que se les podría denominar "azúcares ocultos tras el etiquetado nutricional del producto". Las personas con diabetes no deben centrarse en reducir el contenido de azúcares de los alimentos, sino que deben comprobar la cantidad total de hidratos de carbono que aporta ese producto». Y es que alimentos de consumo habitual como la leche también contienen azúcares ocultos. En concreto, si una persona toma un vaso de leche al día, al cabo de un año habrá ingerido más de 3,5 kilos de azúcares sin saberlo», añade el experto. Ante esta situación y dado que todos los hidratos de carbono se convierten en azúcares tras la digestión, es normal plantearse si da lo mismo tomar pan o azúcar. La respuesta, según Murillo, es «no. A pesar de que el efecto sobre el azúcar en sangre puede ser bastante similar, los hidratos de carbono complejos –como el almidón del pan, el arroz o la patata– suelen estar incluidos en alimentos más ricos en otros nutrientes como vitaminas, minerales o fibra, que aportan otros beneficios para la salud». Con la idea de poner un poco de luz a la oscuridad del etiquetado, el experto explica que «se etiqueta como ''bajo en azúcares'' cuando el contenido es inferior a 5 gramos por cada 100 gramos de alimento o ''sin azúcares'' cuando contiene menos de 0,5 gramos por cada 100 gramos. En cambio, sin azúcar añadido advierte que al producto no se le ha añadido ningún tipo de azúcar ni otro alimento para proporcionar sabor dulce».



Desconocimiento

Queda patente, por tanto, el gran desconocimiento que existe entre la población sobre la diabetes y sus necesidades nutricionales. Según el estudio, «el 50 por ciento de los españoles no sabe que un diabético sí puede ingerir alimentos que contengan hidratos de carbono, sólo que debe tener en cuenta el tipo de hidratos de cada alimento por su distinto impacto en la glucemia y controlar las raciones. Y más aún, el 45 por ciento de los españoles no conoce su nivel de azúcar en sangre».

La falta de claridad del etiquetado es el caballo de batalla al que se enfrentan muchos consumidores, en especial los diabéticos. «El etiquetado es claro pues se ajusta a los contenidos de nutrientes de los alimentos. El problema puede estar en que se escribe en un idioma que no entienden la mayoría de consumidores, y para interpretar muchos alimentos se necesita una elevada formación en nutrición. Es por ello que se debe acudir al experto para que ayude a comprender aquello que indica», sugiere Murillo.


Publicado en http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/6486131/salud/azucar-oculto-1#Ttt1QW0BoonLms1D


Trasplante de islotes en un diabético.

En Georgia, un hombre, quien antes fue diabético, celebra ahora su décimo aniversario de estar libre de la enfermedad, gracias a una cirugía experimental llevada a cabo en 2004.

¿La diabetes puede dañar más el corazón de las mujeres que el de los hombres?

Un 44% de las mujeres con diabetes, tienen más probabilidad de desarrollar una enfermedad cardiaca coronaria que los varones con diabetes, independientemente de las diferencias de sexo en los los niveles de otros factores importantes de riesgo cardiovascular.

Lo dice un estudio que se publica en «Diabetologia» y que ha analizado datos de más de 850.000 personas, el cual se remontan a casi 50 años, de 1966 a 2011, y proceden de 64 estudios. Según la información, las mujeres con diabetes tenían casi tres veces más probabilidades de desarrollar enfermedad coronaria que aquellas sin diabetes, mientras que en el caso de los varones, el riesgo era del doble.

Los autores, Rachel Huxley, de la Universidad de Queensland (Australia); Sanne Peters, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), y del Centro Médico de la Universidad de Utrecht (Holanda), y el profesor Mark Woodward, del Instituto George para la Salud Global, (Australia), confirman que es el estudio más importante de este tipo y respalda los hallazgos de análisis más pequeños, incluyendo un menor número de estudios que mostraron un 46 por ciento más de riesgo de morir por enfermedades del corazón en las mujeres con diabetes en comparación con los hombres con diabetes.
Sexo más olvidado

En un nuevo análisis la diferencia de sexo en el riesgo relacionado con la diabetes para un incidente cardiovscular fue consistente en los subgrupos definidos por edad y región y se mantuvo sin cambios después de excluir los eventos cardiovasculares no fatales. Los autores discuten varias razones posibles que marcan la diferencia. Sobre todo en el pasado, las mujeres han sido infratratadas de los factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular, pero, incluso en las poblaciones más contemporáneas, cuando la diabetes se trata de forma parecida a los hombres, las mujeres han tenido en general menos probabilidades de lograr los objetivos del tratamiento.

Por otra parte, los autores igual que otros antes que ellos, deducen que las mujeres pueden deteriorarse metabólicamente aún más que los hombres que se convierte en diabéticos, por lo que están en un punto de partida peor incluso antes de comenzar el tratamiento. Por otra parte, en el estado prediabético donde la tolerancia de la glucosa ya puede verse afectada pero no cumple con todos los criterios diagnósticos de diabetes, los niveles de los factores de riesgo son más elevados en las mujeres que en los hombres.
Prediabetes

Por ejemplo, según el ‘UK General Practice Research Database’, el índice de masa corporal de los individuos en el momento del diagnóstico de la diabetes era, en promedio, casi dos unidades enteras más alto (1,8 kg/m2) en las mujeres que en los hombres. «Es concebible, por tanto, que el exceso de riesgo de cardiopatía coronaria relacionado con la diabetes en las mujeres puede deberse a una combinación de un mayor deterioro de los niveles de factor de riesgo cardiovascular y un perfil de riesgo cardiovascular crónicamente elevado en el estado prediabético, impulsado por un mayor nivel de adiposidad en las mujeres en comparación con los hombres», afirman.


Con información de ABC

Publicado en http://www.noticias24.com/salud/noticia/21799/la-diabetes-puede-danar-mas-el-corazon-de-las-mujeres-que-el-de-los-hombres/