Veamos: un chico entra en un lugar lleno de melenudos metaleros e inmediatamente puede sentirse "fuera de sitio". ¿Por qué? es de la misma edad que ellos, son casi todos chicos, algunos miran el fútbol en la pantalla y gritan gol a la vez que él. Al chaval le gusta el whisky y la cerveza, como a ellos; incluso quizá descubra entre esos rostros a alguno que estudie su misma universidad. Y a pesar de todo, con tantas semejanzas, un cachorro de "Nuevas generaciones", con su Barbour y sus vaqueros de marca, con su barbita bien recortada sobre una camisa con iniciales, ha de ser muy conocido en el barrio, cliente habitual y un crack de las relaciones públicas para ser bien aceptado en el local.
Por más que lo compruebe, no deja de maravillarme nuestro parecido a los hombre primitivos. Somos tribales. Somos gregarios. Tenemos un impulso de permanencia al grupo mucho más potente del que podemos creer. Y tendemos a parecernos, quizá en un intento de reconocimiento mutuo o por la necesidad de vivir en un ambiente conocido y familiar.
Y de todos los síntomas grupales, quizá el que mejor nos define es la apariencia externa. No hay tigre sin rayas, ni grupo de niñas con las mismas zapatillas. No hay moderno sin smartphone, ni hippie sin pañuelo al cuello. ¡Claro! sería trabajoso tener que escudriñar las intenciones de cada persona que nos cruzamos a diario, pero los códigos de vestir, los sitios que frecuentamos, el acento al hablar, facilitan mucho las cosas.
Más ejemplos: un hombre entra en una oficina bancaria y espera encontrar a tres o cuatro empleados púlcramente vestidos y bien educados. Ese ambiente le genera confianza. Lo ha visto muchas veces. No en vano todas las sucursales del país son casi idénticas. Le escamaría que en una de las cajas hubiese una clarividente pitonisa mirando a la bola para saber si subirán sus acciones, o si en una de las mesas el comercial, vestido de bandolero montañés, afilara distraído su faca de dos palmos. Afortunadamente todo está en su sitio, y se dirige hacia el comercial "de toda la vida", quien con sus modales de caballero y su aspecto profesional, le hará el favor de recomendarle una inversión en un producto financiero "de total confianza".
Ups ... creo que este último ejemplo destroza mi argumentación. Vaya. Milenios de confianza en los códigos tirados por la ventana.
Te presentamos al terrorífico ser de la película Mamá
‘Mamá’ la terrorífica película española que se ha convertido en todo un éxito de taquilla, cuenta la escalofriante historia de dos niñas, las hermanas Victoria y Lilly, que desaparecieron de la urbanización donde vivían sin dejar rastro. Su tío Lucas (Nikolaj Coster‐Waldau) y su novia Annabel (Jessica Chastain) las han buscado sin cesar desde entonces. Cuando ocurre lo imposible y las niñas aparecen en una cabaña medio derruida, la pareja empieza a preguntarse si no han acogido a alguien más en su casa además de las niñas.
¿y el personaje que da nombre a la película? Mamá es el elemento en que se basan el corto y el largometraje. En ambos casos, el espectro está interpretado por Javier Botet, un actor español experto en movimientos al que Andy Muschietti había visto en la película de terror ‘REC’, y que le pareció idóneo para el papel.
Con sus 2,13 metros de altura, un aspecto poco habitual y habilidades físicas a la par de su tamaño, Javier Botet se mueve con delicadeza, lentitud y de forma aterradora en el papel de Mamá. Barbara Muschietti lo resume en una frase:
‘Javier no pronuncia una sola palabra, pero lo dice todo’.
Con el fin de plasmar con exactitud lo que tenía en mente, Andy Muschietti realizó una serie de pruebas físicas con Javier Botet en las que manipulaba sus movimientos. Juntos encontraron el equilibrio perfecto entre el actor, las prótesis y los efectos computarizados. El miedo nace de la presencia física de Mamá, y el reto residía en equilibrar los efectos digitales con el maquillaje.
¿Quieres conocer al personaje en movimiento?.
¿y el personaje que da nombre a la película? Mamá es el elemento en que se basan el corto y el largometraje. En ambos casos, el espectro está interpretado por Javier Botet, un actor español experto en movimientos al que Andy Muschietti había visto en la película de terror ‘REC’, y que le pareció idóneo para el papel.
Con sus 2,13 metros de altura, un aspecto poco habitual y habilidades físicas a la par de su tamaño, Javier Botet se mueve con delicadeza, lentitud y de forma aterradora en el papel de Mamá. Barbara Muschietti lo resume en una frase:
‘Javier no pronuncia una sola palabra, pero lo dice todo’.
Con el fin de plasmar con exactitud lo que tenía en mente, Andy Muschietti realizó una serie de pruebas físicas con Javier Botet en las que manipulaba sus movimientos. Juntos encontraron el equilibrio perfecto entre el actor, las prótesis y los efectos computarizados. El miedo nace de la presencia física de Mamá, y el reto residía en equilibrar los efectos digitales con el maquillaje.
¿Quieres conocer al personaje en movimiento?.
Noche en el Museo 3 se estrenará en las navidades de 2014
La saga familiar 'Noche en el Museo' no generaba titulares desde el año 2010, cuando ya se hablaba de la intención de generar una (rentable) tercera entrega. Con Ben Stiller al frente ahora se anuncia su estreno para las navidades de 2014.
Las dos primeras entregas de 'Noche en el Museo' vieron la luz en cines en los años 2006 y 2009. Su corte de aventuras familiar, amable y sin complicaciones, hicieron que ambas obtuvieran un gran rédito en las taquillas de cine de la época vacacional de finales de año.
Si bien la segunda parte no fue tan explosiva (económicamente hablando) como la primera, sí que fue de gran rentabilidad para el estudio. Es decir, una tercera entrega estaba cantada. El tiempo pasó y en 2010 se habló tímidamente de 'Noche en el Museo 3', aunque todo quedó en palabras. No fue hasta ahora, tres años más tarde cuando llega la confirmación de la misma, incluso enclavándola en el calendario de estrenos para las navidades del próximo año 2014.
Se reúne el dueto Ben Stiller y Shawn Levy, quien repitió la fórmula familiar, dulce y sin complicaciones con la película 'Acero Puro', protagonizada por Hugh Jackman.
Las dos primeras entregas de 'Noche en el Museo' vieron la luz en cines en los años 2006 y 2009. Su corte de aventuras familiar, amable y sin complicaciones, hicieron que ambas obtuvieran un gran rédito en las taquillas de cine de la época vacacional de finales de año.
Si bien la segunda parte no fue tan explosiva (económicamente hablando) como la primera, sí que fue de gran rentabilidad para el estudio. Es decir, una tercera entrega estaba cantada. El tiempo pasó y en 2010 se habló tímidamente de 'Noche en el Museo 3', aunque todo quedó en palabras. No fue hasta ahora, tres años más tarde cuando llega la confirmación de la misma, incluso enclavándola en el calendario de estrenos para las navidades del próximo año 2014.
Se reúne el dueto Ben Stiller y Shawn Levy, quien repitió la fórmula familiar, dulce y sin complicaciones con la película 'Acero Puro', protagonizada por Hugh Jackman.
Podría haber película de Batman antes de Justice League
El destino de los superhéroes del universo DC Comics en el cine vuelve a tambalearse ante un nuevo rumor. Batman On Film afirma que, luego de descartar el guión de Will Beall (Fuerza antigángster) para Justice League, DC/Warner podría adelantar el reboot de Batman en cine, y no integrarlo al ensamble de héroes como se especuló hace tiempo.
“No se preocupen por la franquicia de películas de Batman”, dice una fuente de confianza para el sitio mencionado. “Es la propiedad más valorada por Warner Bros. Creo que están viendo la reintroducción de Batman en un filme en solitario, aunque eso sucederá después de lo que habían planeado. Están extremadamente preocupados por cómo se afectaría la franquicia de Batman, si Justice League no sale bien…”.
Así que, si los rumores son ciertos, Warner Bros. no sólo estaría preocupada por el éxito de Man of Steel, sino por el golpe que significaría para la franquicia de Batman en el cine el que Justice League –presentando al nuevo Batman– resultara un fracaso en taquilla.
Ahora, ¿qué sucedería si El hombre de acero resulta un éxito? La fuente afirma que Warner podría aplazar el estreno del nuevo Batman incluso hasta 2019, a fin de dar prioridad a una trilogía de Superman, lo que coloca al ensamble de DC a una fecha incierta (donde podríamos atrevernos a especular que competiría con un The Avengers 3).
Por supuesto, ninguna de estas teorías y especulaciones ha sido confirmada ni desmentida por Warner Bros., por lo que habrá que esperar hasta conocer su postura oficial al respecto.
“No se preocupen por la franquicia de películas de Batman”, dice una fuente de confianza para el sitio mencionado. “Es la propiedad más valorada por Warner Bros. Creo que están viendo la reintroducción de Batman en un filme en solitario, aunque eso sucederá después de lo que habían planeado. Están extremadamente preocupados por cómo se afectaría la franquicia de Batman, si Justice League no sale bien…”.
Así que, si los rumores son ciertos, Warner Bros. no sólo estaría preocupada por el éxito de Man of Steel, sino por el golpe que significaría para la franquicia de Batman en el cine el que Justice League –presentando al nuevo Batman– resultara un fracaso en taquilla.
Ahora, ¿qué sucedería si El hombre de acero resulta un éxito? La fuente afirma que Warner podría aplazar el estreno del nuevo Batman incluso hasta 2019, a fin de dar prioridad a una trilogía de Superman, lo que coloca al ensamble de DC a una fecha incierta (donde podríamos atrevernos a especular que competiría con un The Avengers 3).
Por supuesto, ninguna de estas teorías y especulaciones ha sido confirmada ni desmentida por Warner Bros., por lo que habrá que esperar hasta conocer su postura oficial al respecto.
Ejercicios: Los 3 principios de la técnica "Fallo técnico vs. muscular"
Hay una gran diferencia entre fallo muscular y técnico:
El fallo técnico es aquel punto en que ya no hay capacidad de vencer la resistencia conservando una técnica estricta, es decir, cuando es necesario cambiar la técnica, voluntaria o inconscientemente, para acabar el número de repeticiones fijados.
El fallo muscular, en cambio, es aquel que, por mucho que modifiquemos la técnica, no podemos realizar el ejercicio a no ser que alguien nos ayude. Esto es habitual en los ejercicios propios del culturismo. No se recomienda para aquellos que quieran desarrollar su habilidad en cualquier deporte o si se quiere ganar fuerza o desarrollar los músculos. Los culturistas realizan esta técnica ya que gracias a productos dopantes, nocivos a largo plazo, disponen de una capacidad de recuperación muy alta. Esta técnica provocará que tengamos que descansar más de lo aportado de mejora.
Según Vern Gambetta, entrenador en EEUU y conocido en todo el mundo por ser el poseedor de varias medallas olípicas, comenta: “El entrenamiento es un proceso de acumulación y si realizamos periódicamente el fallo muscular no alcanzamos el nivel óptimo de adaptación. Trabajar realizando fallo técnico significa que el entrenador no conoce las capacidades del atleta.”
Para identificar el fallo técnico y así poder impedir el fallo muscular, se debe evitar descuidar alguno de los tres principios de la técnica (rango, plano y tempo) y cuando no se es capaz de mantener alguno de ellos con regularidad, parar. Si no has realizado la serie de repeticiones fijados se recomienda reducir el peso.
Los tres principios:
1.- Rango: Cuando no se pueda completar el rango de movimiento adecuado para el ejercicio se tiene que detener la serie del ejercicio. Por ejemplo, con el press banca, si no se consigue estirar los brazos, se habría conseguido el fallo técnico.
2.- Plano: Cuando para realizar las series de repeticiones se debe alterar el planto, y consecuentemente la mecánica del ejercicio, se habría conseguido el fallo técnico.
3.- Tempo: Se debe cuidar los segundos que debe durar la fase del movimiento, cuando se estira el músculo principal; la fase de descanso; y la fase concéntrica. Si se sobrepasa el tiempo regular de alguna de las fases se habrá alcanzado el fallo técnico.
El fallo técnico es aquel punto en que ya no hay capacidad de vencer la resistencia conservando una técnica estricta, es decir, cuando es necesario cambiar la técnica, voluntaria o inconscientemente, para acabar el número de repeticiones fijados.
El fallo muscular, en cambio, es aquel que, por mucho que modifiquemos la técnica, no podemos realizar el ejercicio a no ser que alguien nos ayude. Esto es habitual en los ejercicios propios del culturismo. No se recomienda para aquellos que quieran desarrollar su habilidad en cualquier deporte o si se quiere ganar fuerza o desarrollar los músculos. Los culturistas realizan esta técnica ya que gracias a productos dopantes, nocivos a largo plazo, disponen de una capacidad de recuperación muy alta. Esta técnica provocará que tengamos que descansar más de lo aportado de mejora.
Según Vern Gambetta, entrenador en EEUU y conocido en todo el mundo por ser el poseedor de varias medallas olípicas, comenta: “El entrenamiento es un proceso de acumulación y si realizamos periódicamente el fallo muscular no alcanzamos el nivel óptimo de adaptación. Trabajar realizando fallo técnico significa que el entrenador no conoce las capacidades del atleta.”
Para identificar el fallo técnico y así poder impedir el fallo muscular, se debe evitar descuidar alguno de los tres principios de la técnica (rango, plano y tempo) y cuando no se es capaz de mantener alguno de ellos con regularidad, parar. Si no has realizado la serie de repeticiones fijados se recomienda reducir el peso.
Los tres principios:
1.- Rango: Cuando no se pueda completar el rango de movimiento adecuado para el ejercicio se tiene que detener la serie del ejercicio. Por ejemplo, con el press banca, si no se consigue estirar los brazos, se habría conseguido el fallo técnico.
2.- Plano: Cuando para realizar las series de repeticiones se debe alterar el planto, y consecuentemente la mecánica del ejercicio, se habría conseguido el fallo técnico.
3.- Tempo: Se debe cuidar los segundos que debe durar la fase del movimiento, cuando se estira el músculo principal; la fase de descanso; y la fase concéntrica. Si se sobrepasa el tiempo regular de alguna de las fases se habrá alcanzado el fallo técnico.




