Mostrando entradas con la etiqueta las cosas del lobo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta las cosas del lobo. Mostrar todas las entradas
¡Enganchados!

Esta semana he comprado una impresora, de éstas que pueden imprimir fotografías y además escanear. Nunca había sentido la necesidad de tener impresora en casa y mucho menos escáner, pero …, me ha dado por ahí.

Aprovechando la reflexión sobre la adquisición del citado aparato, me ha dado por echar la cuenta del número de dispositivos más o menos electrónicos que poseo. Me salen 27. Si me lo hubieran dicho hace unos minutos me hubiera parecido una barbaridad, pero tras listarlos los números cantan. El mero hecho de contarlos hubiera sido un trabajo poco productivo así que vamos a ver si saco alguna conclusión:

  • Sí, son muchos, sobre todo teniendo en cuenta que en esta casa sólo vivimos dos personas, que no tenemos lavaplatos, y que usamos una cafetera de las de toda la vida y un exprimidor manual.

  • Trece de ellos están continuamente conectados a la red. Y yo que me creía ecoalgo.

  • Quince de los ventisiete son usados diariamente. Anda que, si va a ser que soy cacharroadicto.

  • Esta tribu de aprendices de robot pueblan principalmente la cocina y el salón-comedor, mientras que no hay ninguno en mi dormitorio. Bien, bien un reducto a salvo de esos bichos.

  • Por culpa del recuento, un par de ellos se han ganado el matarile. ¡Si es que no he usado el vídeo ni el DVD en todo el año!. Al trastero con ellos.

Y es que, es verdad que las casas siempre estuvieron llenas de trastos (qué obsesión con no tirar nada, oye), pero lo curioso es que ahora son cacharros electrónicos, muchos de ellos obsoletos, pasados de moda, o simplemente producto de algún afán comprador que nos sorprendió con la guardia baja. Y claro, luego nos quejamos de que la casa parece pequeña, y de que la factura de la luz es alta, no te fastidia, ¡con tanto habitante de silicio dentro!. Pero, qué se le va a hacer. Estamos enganchados, o mejor dicho, conectados, ¡ya no podemos vivir sin ellos!.

extraña memoria

y extraña la selección de recuerdos que guarda. Parece producto del azar cómo conseguimos recordar un rostro que no hemos visto desde hace una barbaridad de años y, sin embargo, a veces no conseguimos evocar el de quien nos presentaron ayer mismo. Sucede algo similar con el argumento de una película o relato. Somos capaces de recordar frases enteras aparentemente sin importancia, pero olvidamos párrafos que tuvimos que repasar un montón de veces.

Hace un rato, comentaba en el blog de Princess Valium acerca de la recreación televisiva de "La Plaza del Diamante", de Mercè Rodoreda. Creo que la produjo TVE hace unos veinte o veinticinco años. Era una historia triste, íntima, pero cotidiana, de una muchacha del barcelonés barrio de Gracia. La protagonista era Paloma, encarnada por Silvia Munt. Paloma era la dueña de una vida con más penas que alegrías. Sus ojos, casi siempre melancólicos, nos enseñaron cómo vivieron los jóvenes barceloneses la breve República, el intenso horror durante la guerra, y la resignada vida adulta de la postguerra. También nos enseñaron el cielo de Barcelona, desde la azotea donde Columeta tenía su palomar. Y por supuesto, la vida al ras del suelo en un barrio obrero de una gran ciudad, no más que una pequeña aldea entre edificios.

Viene a colación la pobre Paloma porque, habiendo visto solamente una vez la serie y sin haber leído nunca el libro, me acuerdo perfectamente de aquella Plaza del Diamante, de Columeta y de algunos de los personajes que compartieron su vida, incluso tengo la imagen de los trajes que llevaba. Qué cosas. Siempre pienso que sería más listo si consiguiera liberar mi memoria de tantos archivos dispersos, pero desde luego, también sabría menos cosas, pues qué es el saber sino poder evocar las imágenes escondidas en alguno de esos armarios grises que palpitan ahí dentro.
Año nuevo ¿gobierno nuevo?

estaba leyendo un post de León el Africano donde afirma que, ante su desencanto (por decirlo suave) con algunas decisiones del gobierno, se dispone a votar en blanco en las próximas elecciones generales. Esto me ha recordado mi conflicto de las últimas semanas.

Chico, no sé qué decir. Soy de izquierdas pero me da urticaria escuchar a Llamazares y vergüenza la sola imagen del presidente. ¿Qué hacer con mi voto? Quedan tres meses y por primera vez en mi vida me planteo votar en blanco.

¿Qué me frena? Leo hoy en Público que en las anteriores elecciones más de 400.000 españoles eligieron esa opción pero ni siquiera fue reseñado como noticia. Esos votos suponen un 1,6% del total, vamos que darían para 3-4 escaños, pero como no cuentan a la hora del reparto ... pues se olvidan. Y yo no quiero que mi voto se olvide. Para mí es sagrado. Mi voto vale tanto como el de Zapatero, Rajoy, Botín o Rouco Varela ... y eso es lo bonito de la democracia, que todos los votos pesan lo mismo, menos los blancos, claro.
Días de asueto

¡y eso que no cogeré vacaciones! pero claro, el calendario ha sido tan generoso este año ... Además, ir a la oficina estos días es un placer. Todos contentos y felices, tan relajados, da gusto. Mañana viernes (hoy realmente) se descorcharán algunas botellas y la mañana se irá volando. Luego he quedado el NewYorker y su encantadora esposa, que vienen a España de vacaciones.

Y por la tarde ¡a Collado Hermoso! Hace mes y medio que no voy y debe estar muy solita la casa. Y fría, muy fría. Habrá nieve en la sierra y por supuesto no dejaré de subir a pisarla. El sábado quizá me acerque al Nevero. Uhmm, echo de menos esas cañas del Berna y un Trivial con amigos y orujo.

Y para colofón del fin de semana ¡el Barça-Madrí! Esto promete.
Como el sol de invierno

... que calienta poco pero despista mucho. Así son los días de Navidad. Vacaciones, familia, fiestas, kilos en la báscula, sonrisas más o menos sinceras al abrir los regalos, besos, más kilos en la báscula, matrícula en el gimnasio, SMS a cientos (muchos ni idea de quién los manda), sombreros inverosímiles para los paseantes, ... ¡qué bonito todo!


¿Verdad que la Navidad es más larga cada año?. Como si de ratas de experimento nos consideraran, los ayuntamientos y los centros comerciales encienden las lucecitas en las avenidas la última semana de noviembre, e inmediatamente el logo de El Corte Inglés queda grabado en nuestras retinas. A comprar toca, y rápido señores que me lo quitan de las manos...
Compraremos un montón, y yo el primero. "En busca del regalo perdido", cual Indiana urbanita. No sé cuál será el producto estrella de este año, pero a tenor del espacio que les dedican los comercios, parece que las videoconsolas van a barrer de nuevo.

Y ¡ojo al dato!, como diría el ínclito García, ... los políticos han dado una tregua a Cataluña y nosotros, obedientes, volveremos a comprar cava catalán. Ya he visto por ahí que ha vuelto a las cestas el Freixenet de toda la vida. Ahora me pregunto qué harán extremeños, riojanos y gallegos con los cientos de miles de botellas que han producido. Claro que también me pregunté el año pasado de donde cojones habían salido tantos cientos de miles de botellas en lugares donde no se produce esa cantidad de cava ¿uhmmmmmmmmm?.
Pero no os alarméis por nuestro consumismo feroz. Aún manejados cual cobayas, veo que los españoles no somos de los más tontos. Según una encuesta de las que se ven estos días en los periódicos gratuitos, más del 40% del presupuesto navideño nos lo dejamos en comida para compartir en familia, y otro 20% en cenas y saraos. Bueno, ya que perdemos el dinero, que se vaya por el estómago ¿no?

Feliz Navidad a todos, de uno al que no le gusta la Navidad pero sí ver a la gente contenta.

Corriendo por la vida

estoy viendo la carrera de F1 y desde hace una hora y media, la situación del campeonato del mundo ha cambiado un montón de veces. Nuestra existencia es similar, con cambios, cambios y más cambios. Todos los días, todos los meses, todos los años.

Decía Sartre, algo enrabietado, que estamos condenados a elegir, lo que no parece demasiado malo, aunque sí algo fatigoso y estresante. Pero tampoco ha de preocuparnos mucho este asunto, pues al final de la partida la mayoría de las cosas importantes ocurren gracias a pequeños cambios, a elecciones imperceptibles para quien las realiza. Y debe ser cierto, pues no conozco muchas personas que hayan conducido su vida en una carrera impecable, parando y acelerando en el momento justo, hasta llegar a algún lugar imaginado cuando sólo eran adolescentes.

En mi caso, no corro contra nadie, ni siquiera contra mí mismo. Conduzco tranquilo, mirando el paisaje, y respirando hondo. A veces acelero y veo el mundo pasar a toda velocidad, algo de pimienta en la vida no sobra. Otras veces paro a saludar a los amigos, o a cambiar la banda sonora, incluso de coche o de circuito pero siempre disfrutando la carrera a tope. Así que, si me ves en un semáforo, sonríeme, ajústate el cinturón ¡y acelera! Sin problemas chico, no tiene por qué perder nadie.

Por cierto, ahora que releo el post veo que no me gusta la comparativa con la F1. Mejor éstos ...

Infidelidades

hay que ver qué cosas tan terribles nos hacen los "amigos". Cómo se les ocurrió a contar aquel secreto tan importante, o darnos plantón, o no cogernos el teléfono cuando tanta falta nos hizo. ¿Qué clase de amigo es áquel que te llama para salir sólo cuando le falla la primera opción? ¿y áquel que te ventila a la chavala que te gusta? Pues una mierda de amigo, está clarísimo.

Pero, ahora que me doy cuenta..., ¡todos mis amigos me han hecho alguna de esas cosas imperdonables, y no una vez, sino más de una!. Gentuza, gentuza y más gentuza. ¿Será que no tengo amigos "de verdad"? ¿ o quizá he abandonar a estos sujetos tan infieles y tan poco fiables?. No sé, no sé, creo que les voy a dar una quinta, octava o duodécima oportunidad. Seguro que no vuelven a hacerlo. ¡Ay!, soy un blando.
Clasificaciones varias

cuando llegas a cierta edad (básicamente la que uno tiene en cada momento), sueles pensar que, en términos de personas, has visto de casi todo. A tal efecto uno se fabrica una suerte de armario lleno de cajoncitos para meter a unos u otros según parezcan de esta manera o de aquélla. No digo que sea mala práctica, por cómoda, pero tiene sus peligros. El principal es que cuando conocemos a alguien, tendemos a meterle rápidamente en uno de esos cajoncitos, y frecuentemente nos equivocamos.

Personalmente fui un fan de estas clasificaciones durante un tiempo, pero pronto me libré de la comodidad del prejuicio. La razón de este desapego por los cajones no fue porque me llegara la madurez de golpe, sino porque fallaba once veces de cada diez. Rebusco y rebusco pero no recuerdo haber acertado nunca en esa "primera impresión" que supuestamente queda para siempre.

Hoy sigo teniendo el armario, pero me tomo mi tiempo para meter a cada uno en su cajón (y también para sacarlo, claro).
Ellas

No entiendo mucho de mujeres pero no concibo mi vida sin ellas. Me encanta disfrutar de su compañía, Las observo, las escucho, en ocasiones las consuelo, y desde luego las adoro, pero lo que es entender, entenderlas … nones. Eso sí, de hombres sé un montón. Casi siempre puedo prever el siguiente paso de un tío, algo que me resulta casi imposible respecto a una mujer.

Y no me extraña, la verdad, pues estas criaturas adorables continuamente dicen que la vida es muy complicada y que las relaciones entre hombres y mujeres son más complicadas aún. Mientras se quejan de ello, nos miran con cara de extrañeza y nos reprenden por ser tan simples.

Probablemente tienen razón, sí, nos pasamos de intrascendentes. La conclusión más profunda que surge de una conversación de hombres sobre alguna mujer es “olvídalo, las tías son así, ¿otra copa?”. Y digo la conclusión más profunda, porque si hablamos de la más habitual es algo como “pero resumiendo ... ¿te la tiraste o no?”.

Definitivo, tiene mérito ser mujer y no morir en el intento. Yo me hubiera vuelto “loca” hace tiempo si no tuviera este magnífico "cortafuegos" masculino de la simplicidad que me garantiza no dar muchas vueltas a las cosas. Pobrecitas Maitena y sus congéneres. Debe ser frustrante explicarle a un ser estúpido con las preocupaciones de una ameba lo jodida que es la vida.

Arriba y abajo

era el título de una curiosa serie británica "made in BBC" de ésas que vimos en nuestra tierna infancia televisiva de canal y medio. También es lo que nos pasa a todos cada día: arriba, abajo, arriba, abajo, otra vez arriba y otra vez abajos. Uff, qué mareo de vida.

Hace seis días, ARRIBA, aún con una semanita de vacaciones por delante y con las fiestas de La Granja y varias rutas montañeras en el horizonte.
Hace cinco días, ABAJO, me encuentro mal y no voy a las fiestas de La Granja.
Hace cuatro días, ARRIBA, me recupero y dedico el día a llenar mi dormitorio con mis nuevos muebles. Qué chulo queda.
Hace tres días, ABAJO, se jodieron las rutas. Llueve.
Hace dos días, ARRIBA, vuelvo a Madrid a ver el primer partido de Liga y ¡ganamos! Hala Madrid!
Ayer, ABAJO, brrrrr ... sólo un día para comenzar el curro. No quiero ir.
Esta mañana, ARRIBA, llego al curro, pocos marrones y buen rollo con los compis.
Esta tarde, ABAJO, voy a coger el coche y algún capullo me ha mangado el equipo de música (previa rotura de luna, claro).

Mañana, ¿toca ARRIBA, no?

"Cosas que hacer en Vigo cuando estás vivo"

Parafraseando el título de la peli de Andy García "Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto" escribo tranquilo, relajado y contento (y vivo, of course), las cosas que hace un zorro segoviano en esta ciudad atlántica:
  • desintoxicarme del ordenador: parece irónico puesto que este post no se envía por tam-tam a la blogosfera (efectivamente estoy aporreando un teclado) pero no lo es. Durante toda esta semana he estado conectado un par de horas a lo sumo. Ni trabajo ni ocio delante del PC.

  • disfrutar de la playa: viviendo en Madrid no veo mucho la arena claro, así que no he dejado de ir al mar ni un solo día. El agua está helada, pero me encanta.

  • degustación de manjares gallegos: la cena de ayer, por poner un ejemplo; unas navajas, un pulpo a feira y un fantástico arroz con bogavante. Albariño para regarlo todo y un delicioso flan de café para terminar. Me quedo con el nombre de la tasca: Bar Nisio, en Teis.

  • Ver y escuchar: sorprende la cantidad de detalles que se observan durante las vacaciones. La vida laboral convierte en importante la producción y en accesorio todo lo demás. En estos días miro hacia adelante y disfruto de las fachadas de los edificios, de las caras de la gente, escucho conversaciones en un idioma agradable y distinto al mío.

  • Vestir con comodidad: chanclas, pantalón corto, polo. ¿Cómo demonios aguanto el traje bajo el calor madrileño cuando no estoy de vacaciones? misterios de la Humanidad.

  • Pensar en mí mismo y en mi circunstancia, que ya es hora, aunque procuro no excederme, a ver si me voy a dar cuenta de que algo va mal y me tengo que gastar un pastizal en el psicólogo.

* foto del puente de Rande, junto a Vigo

¿Se necesitan excusas ...

... para quedar con un amigo? La respuesta debería ser no pero ... a veces la vorágine de la vida diaria engulle la vida personal de los individuos y, simplemente, "no tienen tiempo" para ver a los colegas. El que suscribe sostiene que encontrar gente afín es complicado y, sinceramente, cada día tengo menos ganas de escrutar las corazas de las personitas que voy conociendo, así que prefiero convervar los amigos que ya tengo y si la vida trae alguno más, pues mejor. Por tanto no estoy dispuesto a perder la relación con las personas maravillosas con las que he ido topando simplemente porque o ellos o yo "no tenemos tiempo" o "estamos líados".

El antídoto a la dejadez es la persistencia de una de las partes. Y este zorro, como buen comercial, es un crack en la materia. ¿Amigos que están fuera? no es un problema: cuando viajo a las ciudades donde tengo amigos SIEMPRE llamo y me acerco a verlos. Y los que viajan a la capital no tienen escapatoria. ¿Trabajo? Agendas apretadas a mí, ¡ja!. Les cazo en el aeropuerto. Un café en el embarque siempre es posible. Respecto a los que viven en Madrid o en Segovia, si no es uno a uno, ya me encargo de organizar reuniones multitudinarias, que son poco íntimas, pero sirven para matar a varios pájaros de un tiro.

Vaya, tampoco quiero dar ideas para que me jodáis la agenda de la semana próxima, pero si alguno de vosotros se siente desatendido, toque al móvil y me presento echando leches. Prometido.
S = P-Ex

O lo que es lo mismo, Satisfacción es igual a Percepción menos Expectativas. Simple y aplicable a todo lo que nos sucede en la vida, en cada momento.

¿Es una ecuación cuyo resultado podemos controlar?. El objetivo es que el valor final sea alto, muy alto. ¿Y cómo conseguirlo? a priori nunca sabemos el valor de S, y desde luego el de P es muy relativo; ¿y Ex?

Para un hincha del Mallorca quedar quinto en la Liga hubiera sido fantástico, pero para uno del Real Madrid, sería un fracaso. Para Fernando Alonso quedar fuera del podio es una desgracia hoy en día, pero ¿y hace cuatro años? todos tenemos expectativas distintas.

y también tenemos distinta percepción pues ¿a que no es lo mismo quedar quinto habiendo estado toda la Liga en el vagón de cola, que conseguir la misma posición después de haber liderado el campeonato?

Así que aplicando la fórmula a nuestra vida, parece que una persona sencilla y optimista, es decir con expectativas modestas y percepción positiva, tendría muchas posibilidades de estar satisfecho, FELIZ, con su vida.


Dadle una vuelta.



Transporte público

Vivo en una población del norte de la capital, pero trabajo en Madrid, también en la parte norte. Desde mi casa a la oficina hay exactamente (guía Campsa mediante) 15,8 Km y recorrerlos en transporte público es realmente complicado. Incluso ahora, con los tropecientos nuevos kilómetros de metro que la campaña electoral nos ha proporcionado, tardo 1h. y 30 m. en recorrer el camino. Para ello enlazo 20 minutos a pata, 15 en "metro ligero" y unos 45 en Metro (más los transbordos). En coche, sólo tardo 20-25 m.

El caso es que desde los 19 años siempre utilicé el transporte público para ir al tajo pero cada vez es más difícil hacerlo. Las empresas, antes en el centro de las ciudades, se van ahora a solares más baratos en mitad de algún descampado, donde montan un polígono o un parque empresarial de la nada, sin tener en cuenta que los curritos vivimos lejos y tienen que desplazarse para llegar allí. El resultado es más atasco, menos vida, más ruido, más contaminación, más stress.

Con todo, he decidido ir dejar el coche en casa al menos un día a la semana. Tendré que madrugar más y desayunar un plátano de camino al metro, pero al menos conseguiré llegar con el periódico leído (compraré el más gordo que haya).
Dentro de unas semanas contaré si esta modesta experiencia ha tenido continuidad ... por lo menos ya no llueve.


Días de excesos

sí, queridos lectores, días de exageración y pantomima, de fingimiento e hipocresía. Nada nuevo bajo el sol, pero como decía el otro, lo que jode no es que te machaquen mucho, lo que jode, es "lo seguidito".

Y es que esta semana hemos visto excesos a "tutiplén". De la redada nocturna "anca" la Pantoja, a los 1.500€ de la comida para dos que se marcó con cargo a mis impuestos Arenillas, el de la C.N.M.V.

Éste último merece descripción aparte. De las 250.000 pesetas (así suena más chungo aún) que se devoró el Arenillas, "sólo" 25.000 fueron en comida. El resto, querido NewYorker (mi enólogo particular) se fueron tras los corchos de un La Tâche Romanée-Conti 2002 y un Barca Velha de 1995. Los diarios dicen que, aunque pueda parecer otra cosa por los precios, se fueron de vinos, no de putas.

¿Más excesos?, los hay a punta de pala, aunque podría destacar, en lo internacional, al Rey de Suazilandia, con trece esposas y un palacio para cada una. Total, si le sobra la pasta... A él, quiero decir, porque el 70% de su población tiene una renta per cápita de 350$/año. Lo que sí les sobra son virus. El 40% de la población tiene el SIDA. Bien por el rey de marras.

Y en lo local, pues me voy a decantar por putear a IKEA. Ayer hice una compra de 290 euros y me cobraron la bolsa de papel. Diez céntimos del ala. A eso se llama reducción de costes, sí señor.
En busca del líder

históricamente, la democracia es un sistema recién estrenado y, en el mejor de los casos, el sufragio universal no tiene más de cien años. Sin embargo, a lo largo de los siglos sí ha habido muchos sistemas políticos que han utilizado un sufragio reducido, censitario o de "castas" para elegir a sus líderes.

Gracias a estas "elecciones" más o menos abiertas, desde el sistema tribal hasta nuestros días los hombres han elegido a un "primus inter pares" para ejercer el gobierno. Las ventajas eran obvias, pues el grupo estaría conducido por un personaje CAPAZ, ya fuera en la guerra, en la caza o en la diplomacia.

Hoy, afortunadamente para todos, la democracia permite que todos podamos elegir y ser elegidos. Bien por la democracia. Se podría pensar que ello abre el abanico de capacitados para ejercer el poder peeeeero ... los resultados son desoladores:


Y como la ineptitud de estos personajes es evidente, no vamos a debatirla, simplemente intentaremos descubrir CÓMO COJONES HAN LLEGADO HASTA AHÍ:

  • Teoría de la Conspiración: son tontos útiles, manejados por poderes ocultos.

  • Teoría de las falsas apariencias: realmente son listos, aunque no lo parezcan.

  • Teoría de la fatiga cerebral: eran inteligentes, pero tanta presión ha convertido sus cerebros en yogur.

  • Teoría de la exclusión: ningún personaje realmente inteligente desea el puesto.

Uhmmm, difícil elección. Yo diría que es un poquito de cada. A saber:

"el político del siglo XXI es un tonto útil, no tanto como parece, en pleno declive mental y cuya carrera ha sido facilitada porque los gestores realmente buenos están en la empresa privada". Zorro dixit.

Penoso. El proceso habitual es que alguien comienza como ministro o portavoz o algo así, y piensas ¡coño, uno que parece espabilado!; cuando le nombran candidato de algo se le comienza a poner cara de haba y finalmente, si gana, el proceso hacia la idiotez es irreversible. Mirad estos de aquí abajo. Ya les falta poco:

Confundir la realidad

mira que puse a trabajar en el sótano de la creación a los Hermanos Grimm, al Fénix de los Ingenios y hasta al Manco de Lepanto, y ni entre todos fueron capaces de ayudar a Rubalcaba en su afán de contarnos el cuento de De Juana y sacarle un final feliz. Tarea compleja sin duda, la que le encomienda ZP al bueno de Rub-Al Cabah.

Ante el fracaso con los cuentistas, ahora estoy experimentando con ilustres matemáticos, y les he puesto a averiguar cuántos ciudadanos se dedican a pasar la tarde de los sábados a la interperie y de grito en grito. Curiosidades tontas que tiene uno. Y si veo que Euclides no se acerca a la solución, quizá salga más a cuenta contratar al Conde Draco, que cuenta despacio pero más seguro.

Y es que no sé lo que me pasa últimamente. No, no es que mire a la vecina de enfrente, no, sino que ¡no me creo nada!. Rubalcaba, Espe, Capello, mis clientes, ¡todos mienten! ¡¡¡Ahhh!!! ¿me estaré volviendo loco de tanto ver House? Por favor amigos, ayudadme con vuestro consejo ..., aunque dudo si podré creérmelo ...
Odio los martes ... que me hacen comerme el coco ...

seguro que más de una vez ha llegado esa fatídica hora, la hora de dormir de todos los domingos, algunos lunes y muchos martes y asomando la cabecilla un poco por encima de vuestro hombro habéis mirado hacia atrás.

¿Qué se ve? ¿os doy una pista? se ve la maldita semana, seca, agotada. ¿Y hacia al frente? pues se ve otra semana, casi igual que la anterior, con pocas esperanzas de pasarlo bien o muy bien. Dígamos que a la altura del miércoles vislumbramos a lo lejos el fin de semana, y eso, como mucho, nos hace ir tirando.

Qué asco ¿no? Una de dos, o la vida no es tan buena como creía o no la estoy usando bien ...

¡Qué envidia me da la gente que vive todos los días a tope! Algo tengo que hacer para cambiar esto. BRRRRRRRRRRRRRRR.....
Por mucho que pase ...

Ayer estuve cenando en casa de un amigo. Como música de fondo sonó durante unos minutos un LP de "Girasoules", precisamente áquel en el que Quique Tarrasó, el cantante de la banda valenciana, canta a su hermano, desaparecido en accidente. Como siempre que oigo esta canción, se me amontonaron los recuerdos de los que se nos fueron ...

"Porque así lo quiso Dios tu final se adelantó,
creí que siempre estarías.
Y fue tan rápido tu adiós que la boca me dejó,
tantas frases perdidas.

Aunque ya no estés aquí, tal vez me puedas oir.
Un segundo matador,
en recuerdos convirtió, lo que yo más quería.

El ayer se hizo hoy,
y el futuro se paró, al ver tu cama vacía.
Aunque ya no estés aquí tal vez me puedas oir.

Por mucho que pase, jamás podré acostumbrarme
te llevo tan dentro de mi.
No puedo olvidarte, te veo en todas partes
cuanto me cuesta vivir sin ti.

Tu presencia resistió los ataques del reloj y sigue aquí todavía.
Te ganaste el corazón, de todo el que te conoció
con esa dulce sonrisa.
Aunque ya no estés aquí, tal vez me puedas oir. "

... recuerdos buenos y malos, pero siempre dolorosos. Incluso me duele escribir este post.
A veces puedo adivinar algo de lo que piensan los demás ...

... pero el resultado suele ser algo confuso ... Mejor concentrarme en mis pensamientos, que bastante complejos son.