Sobre Diabetes: una nota al pie

Por Jorge Hernández Álvarez
26 Ago 2014 - 2:08pm

Caminar por la orilla del mar, dígase sol, playa y arena puede ser la fórmula habitual del cubano para pasar con mayor alegría el verano en esta tierra tropical rodeada de tanta agua. ¿Pero cuántos de nosotros, al hacerlo, no nos hemos lastimado al tropezar con algo oculto en la superficie arenosa, o enterrado algún objeto extraño en la planta del pie durante el recorrido?

Quizás a esa pequeña lesión la mayoría de las personas no suele prestarle mucha atención, pero para el más de medio millón de diabéticos que existen oficialmente en Cuba, no reparar en ello puede acarrearles adversas consecuencias.

Desde luego, la culpa no es de la playa, ni padecer tal condición impide el disfrute pleno de las bondades de nuestro mar, pero en el caso de estas personas existe el riesgo de sufrir complicaciones debido a lo que se conoce como pie diabético, a partir de heridas cotidianas o rozaduras en esa parte del cuerpo.

Sobre tal asunto, el Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral y de Primer y Segundo Grado en Endocrinología, doctor Eduardo Álvarez explicó a Cuba Contemporánea que se llama Pie Diabético a la infección, ulceración o destrucción de tejidos profundos del pie asociados a neuropatía y/o enfermedad vascular periférica en los pies de personas con diabetes mellitus.

No obstante, existe otro concepto como el de Pie de Riesgo, advierte el también especialista de la Clínica de prevención y cuidados integrales del Pie Diabético del Centro de Atención al Diabético del Instituto Nacional de Endocrinología.

Esta última noción alude a cualquier individuo con diabetes mellitus en el que se demuestre, por mínimo que sea, enfermedad vascular periférica, neuropatía diabética periférica, artropatía (deformidades de los pies) y/o dermopatía.

En el caso de la dermopatía se incluyen solo las que tienen una influencia directa en el desarrollo del pie diabético, como las micosis de las uñas y el macerado interdigital, la hiperqueratosis plantar, las fisuras plantares y la resequedad de la piel.

Según el Grupo internacional de trabajo de pie diabético de la Federación Internacional de Diabetes, cada año unos cuatro millones de personas con diabetes desarrollan úlceras en los pies.

La prevalencia varía de un país a otro y es aproximadamente entre 1.5-10%, con una incidencia de entre 2.2-5.9%. De estos, entre el 10-15% termina en una amputación, de ahí la necesidad de estar pendientes para evitar esta situación.

De acuerdo con el doctor Álvarez, el pie diabético no es más que una complicación crónica de la diabetes en una persona que no ha llevado un buen control metabólico luego de muchos años, y en la que se involucran múltiples factores, generalmente a consecuencia de la obstrucción de los vasos sanguíneos de pequeño, mediano y gran tamaño.

Por ejemplo, refiere el galeno, la microangiopatía (obstrucción de pequeñas arterias), es la causa de la neuropatía diabética periférica de los miembros inferiores, responsable de la pérdida de la sensación de protección del pie, es decir, si no hay dolor, la persona no se da cuenta cuando se producen lesiones en los pies como cuando pisamos un clavo o un vidrio, o cuando se introduce un pequeña piedra en los zapatos.

Además, agrega, la neuropatía es responsable de la pérdida de la fuerza y el tono de los músculos del pie, por lo cual se es propenso a caídas y se producen con más facilidad deformidades que cambian los puntos de apoyo con la consecuente formación de callosidades, que si no se rebajan, pueden llevar a la aparición de lesiones.

Por otra parte, la macroangiopatía (obstrucción de grandes y medianas arterias), produce la temida insuficiencia arterial periférica, impidiendo la irrigación correcta de los pies, que ante cualquier lesión, dificulta la correcta cicatrización de la misma, al llegarle poco oxígeno. Ante esta situación, si no se tienen los cuidados apropiados de los pies, se aumenta el riesgo de ulceraciones, considera el especialista.
¿CÓMO EVITAR EL PIE DIABÉTICO?

Según el doctor Álvarez, lo más importante en la prevención de lesiones en los pies es educar a la población diabética sobre los cuidados de esta parte del cuerpo. Esto lo lleva a cabo cualquier personal de los equipos multidisciplinarios de salud, como por ejemplo el médico y enfermera de la familia, el podólogo, el promotor de salud, diabetólogos, angiólogos e incluso personas con diabetes capacitadas para hacerlo.

Los principales consejos son: 

  • inspección diaria del pie para detectar lesiones como ampollas, hemorragias, maceraciones o fisuras interdigitales y signos de presión del zapato. Con ese fin se utilizará un espejo para la inspección de la planta y talón, o se les puede pedir ayuda a amigos y familiares. 
  • Antes de proceder a calzar el zapato, inspeccionar con la mano su interior para detectar resaltes, costuras con rebordes o cuerpos extraños. 
  • Cambiar las medias y los zapatos dos veces al día
  • Usar medias bien calzadas. 
  • No usar medias con costuras y evitarlas con borde elástico
  • Preferir las de algodón y de colores claros. 
  • No caminar nunca sin calzado. 
  • Utilizar zapatillas amplias en lugares como la playa o piscina. 
  • No utilizar nunca bolsas de agua caliente o almohadillas eléctricas para calentar los pies. 
  • No apurar el corte de las uñas, sino hacerlo de forma recta y limarlas suavemente. 
  • Si se utiliza esmalte de uñas, retirarlo cada cierto tiempo para dejar respirar las uñas.
  • Además, se aconseja lavar los pies con agua y jabón durante cinco minutos. 
  • Proceder a un buen aclarado y un exhaustivo secado, sobre todo entre los dedos. 
  • Antes de utilizar agua caliente en la higiene de los pies, medir la temperatura con el codo o pedir ayuda. 
  • Aplicar crema hidratante después del baño, respetando las uñas y la región interdigital.
  • Si los pies están fríos por la noche, usar medias que sean de algodón o lana para conservar el calor corporal. 
  • No cruzar las piernas en la posición sentada. 
  • No usar agentes químicos para eliminar granos y callos. 
  • Acudir periódicamente a los servicios de podología del área de salud.
  • Notificar a su enfermera o médico de familia la aparición de hinchazón, enrojecimiento o maceración aunque sea indolora.
  • Asimismo, se recomienda el uso del calzado adecuado, que debe ser cerrado, con aportación de amplia superficie y preferiblemente hecho de un material de piel suave, flexible y a la vez sólida, sin costuras interiores que puedan erosionar el pie. 
  • El cierre ideal debe ser de velcro o cordones y el tacón inferior a cuatro centímetros y ancho. 
  • Resulta aconsejable además al comprar el calzado, probarse los dos zapatos y llevarlos pocas horas cuando son nuevos.
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¿CÓMO COMBATIR EL PIE DIABÉTICO?

Precisamente en la lucha contra esta dolencia, el doctor Álvarez concedió importancia a la labor de las Clínicas del pie diabético, que a través del trabajo de equipos multidisciplinarios de salud velan por el bienestar de los pacientes con Diabetes mellitus.

En ese sentido, destacó el papel fundamental del podólogo, profesional muy importante en la prevención y cuidados de las lesiones de los pies.

Además de realizar acciones de prevención como el corte de uñas y rebaja de callosidades plantares periódicamente, los podólogos están capacitados en algunos procederes como la cura de las lesiones, y son también, capaces de determinar puntos de presión anómalos y orientar el uso correcto de plantillas y calzado.

En el combate contra esta complicación crónica de la diabetes, el especialista igualmente resaltó la aplicación del Heberprot-P, que es un factor de crecimiento epidérmico, una proteína presente en el organismo que ayuda al proceso de cicatrización, y que se encuentra deficitaria en las personas con pie diabético.

Al infiltrarse en el fondo de la úlcera, explicó el galeno, este medicamento garantiza que dicha proteína haga su función correctamente y no sea degradada por las bacterias que viven en la superficie.

Esta vía de infiltración es la que ha logrado cambiar paradigmas en el tratamiento del pie diabético y ha salvado de la amputación a más de 140 mil personas en Cuba, Venezuela y otros países.

Producido en Cuba por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, el Heberprot-P se utiliza ampliamente desde 2007, por los servicios de angiología de todos los hospitales, así como también en un porcentaje importante de policlínicos, extendiéndose a la atención primaria de salud en los últimos años.
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De esta forma, en Cuba más de 29 mil pacientes han recibido la terapia con la consiguiente reducción del 80% del riesgo de amputación.

Según el especialista, es importante destacar que el éxito de este medicamento depende de una correcta técnica de aplicación y de los cuidados que el equipo multidisciplinario brinde, pues por ejemplo, para su uso no debe existir infección, y el lecho de la úlcera debe estar limpio, así como el paciente bien controlado de su glucemia.
ALGUNOS CONSEJOS ADICIONALES

De acuerdo con el doctor Álvarez, el mensaje más importante es que esta temida complicación de la diabetes se puede prevenir. Las pautas para conseguirlo son las siguientes: lograr un buen control metabólico, que incluye no solo el control del azúcar en la sangre, sino también el del peso corporal, la presión arterial y los lípidos en sangre fundamentalmente, y todo esto mantenido en el tiempo. Llevar adecuadamente el plan de alimentación y el de ejercicios físicos. Dejar de fumar. Aprender a convivir con diabetes y entrenarse en el cuidado de los pies.

Asimismo, se recomienda acudir a la consulta de seguimiento de su enfermedad tantas veces como el equipo médico lo estime y para ello si se logra involucrar en estas actividades a la familia y a la comunidad, se estará garantizando además que nuestra población con diabetes mellitus sea más saludable y tenga mejor calidad de vida, acotó el galeno.