Ayer, un poco más serenos, volvimos a hablar del tema junto con el
interesado. El chaval seguía desesperado, y a tenor de lo que me contó, le di mi propio diagnóstico. "- Chico, tú es que pides demasiado a la vida". Le podía haber dicho que hacía una "mala gestión de las expectativas", pero entonces me hubiera visto obligado a cobrarle a tarifa de psicólogo.
Y es que el sujeto tiene un coche más caro del que sueldo le permite, lleva a los chavales a colegio de los caros, caros, y le gusta no se qué y se va de vacas a no sé donde, y por tanto no le llega el dinero. Luego encima es muy
exigente con todo. Va al menú del día y espera mantel bordado, y en un hotel de 3 estrellas busca el "yacuzzi", así ¿cómo va ir sonriendo por la vida?
Lo dicho, que tampoco hace falta ver documentales de Darfur todos los días para sentir que la vida es más buena de lo que pensamos. Con abrir un poco los ojos y conformarse con las cosas que nos trae el presente, todo debe ir bien, ... o no.