¿horrible?, ¿por qué fue horrible? pues porque estuve pensando en un problema complejo desde que sonó el despertador, porque apenas me dio tiempo a desayunar, porque el lío se fue enredando como una madeja entre patas de gato a lo largo de la mañana, porque pasé la hora de comer sin comer, hablando por teléfono con gente en cuyo país se come a las 12, porque ya cabreado me fui a la oficina de mi cliente y hube de mantener la cabeza fría para buscar una solución para su problema a la vez que ellos ponían a parir nuestro trabajo.
Aunque, viéndolo con los ojos de mañana, puede que no fuera tan horrible. Fue apasionante manejar variables hasta encontrar alternativas que fueran bien a todos. Y al final, lo que no mata, fortalece. Además en las dos reuniones aprendí cosas, y por no desayunar ni comer un día tampoco pasa nada, ¿no?.
A este paso y viendo la tendencia, pasado mañana lo mismo añoraré ese "horrible" lunes.
NO hay nada como mirar atrás de vez en cuando.
