Regreso a nada

Vuelta a Madrid. El calor es horrible en la calle y el ruido, aún más. El ruido es probablemente lo que más me molesta cada vez que regreso, pero sólo el primer día, pues enseguida te acostumbras. Suben los decibelios y los oídos pierden sensibilidad.. La gente habla más alto para compensar el ruido de la ciudad, y dejas de percibir sonidos que en el campo parecen atronar. Igual le sucede a mi olfato. Aunque no me molesta tanto como lo anterior, aquí todo huele igual. Igual de mal, claro.

No obstante, el optimismo irracional en el que vivo me hace incluso sonreír el primer día de curro (¿? lo sé, a cada tonto le da por seguir una linde, y la mía es esta, así vamos). Ja, ja. Día soleado, habitación con aire acondicionado, y café gratis. Esto es como un hotel mediterráneo. Si es que no me puedo quejar …

una prueba de que Madrid arde de verdad

(extraído de www.canonistas.com , tomada por AntonioD )