Un vistazo al Sur

estamos preocupados en la España profunda y en la superficial porque los precios de la leche, del pollo (el amarillo y el otro) suben sin parar. Dicen que es culpa de las materias primas, que son pocas y cobardes. Por lo visto el petróleo se acaba, se acaba ya, pero ya ¡eh!, que no queda ni un barril. Me recuerda la gitano de las flores, "no se quede sin la rosa Maruja, que me la quitan de las manos, la última, la más bonita para ti cara de ángel, ayer tres euros y hoy por uno te lo llevas, un regalo, oye". Claro que aquí es al revés, cuanto más avanza el día, más caro está el combustible.

No lo entiendo bien oye, parece que se han dado cuenta de golpe de que hay poco petróleo y muchos consumidores, pero bueno, nos sacrificaremos y saldremos al parque de enfrente de casa andando. ¡Qué putada chico! con lo bien que se iba en coche. A lo que tiene que renunciar uno ..., me va a tocar ir andando al gimnasio ¡me cagüen!

El caso es que no se sabe si por culpa del petróleo, o por culpa de los chinos e indios, que se han empeñado en comer tres veces al día, los precios de los alimentos están subiendo de forma alarmante. Y lo malo es que aunque en todos los países suban al mismo ritmo, en unos se nota más que en otros. He leído un artículo en "The economist" en el que se habla del efecto de la subida de precios en un país africano medio, Costa de Marfil, donde el precio del trigo subió el año pasado un 77%. ¿Qué significa esto para los marfileños? Dice la revista que para las clases medias, supone dejar de ir al médico, lo cual ya le parecerá una barbaridad a cualquier occidental que lea esto. Y sigo leyendo, para aquellos que viven con 2$ al día, supone dejar de comer carne y sacar a los niños del colegio para que ayuden en las granjas, para los que viven con menos de 1$ al día, supone olvidarse de los productos frescos y comer sólo cereales, y para los que viven con 50ç al día, supone la muerte o la dependencia absoluta de los fondos de la ONU y de las ONG´s.

¿Qué, cómo se os queda el cuerpo? Es una opción personal, pero este mes he incrementado mi aportación a INTERMON/OXFAM. Desde luego no voy a dejar de tomar cañas, pero tampoco dejar a aquella gente a su suerte, a su mala suerte.