Días de excesos

sí, queridos lectores, días de exageración y pantomima, de fingimiento e hipocresía. Nada nuevo bajo el sol, pero como decía el otro, lo que jode no es que te machaquen mucho, lo que jode, es "lo seguidito".

Y es que esta semana hemos visto excesos a "tutiplén". De la redada nocturna "anca" la Pantoja, a los 1.500€ de la comida para dos que se marcó con cargo a mis impuestos Arenillas, el de la C.N.M.V.

Éste último merece descripción aparte. De las 250.000 pesetas (así suena más chungo aún) que se devoró el Arenillas, "sólo" 25.000 fueron en comida. El resto, querido NewYorker (mi enólogo particular) se fueron tras los corchos de un La Tâche Romanée-Conti 2002 y un Barca Velha de 1995. Los diarios dicen que, aunque pueda parecer otra cosa por los precios, se fueron de vinos, no de putas.

¿Más excesos?, los hay a punta de pala, aunque podría destacar, en lo internacional, al Rey de Suazilandia, con trece esposas y un palacio para cada una. Total, si le sobra la pasta... A él, quiero decir, porque el 70% de su población tiene una renta per cápita de 350$/año. Lo que sí les sobra son virus. El 40% de la población tiene el SIDA. Bien por el rey de marras.

Y en lo local, pues me voy a decantar por putear a IKEA. Ayer hice una compra de 290 euros y me cobraron la bolsa de papel. Diez céntimos del ala. A eso se llama reducción de costes, sí señor.