La diabetes de Carlos Sobera: "Así me curé"

La diabetes de Carlos Sobera
ASÍ ME CURÉ
coordinado por M.C. fotografía de Sergio Enríquez-Nistal producción de María José Cercós

  • ·         Tras notar que tenía más sed de lo normal, el presentador pidió unos análisis y le detectaron diabetes tipo 2.
  • ·         Cambió su dieta, venció su resistencia a hacer ejercicio y le recetaron una pastilla. “Ser diabético me ha supuesto ventajas”, dice. “Soy más disciplinado y estoy más ligero, pienso con más claridad, duermo mejor...”.
“Tengo diabetes tipo 2. Me diagnosticaron hace año y medio y, desde entonces, estoy perfectamente controlado y, salvo algunas restricciones, puedo hacer una vida plenamente normal. En el verano de 2011 empecé a notar que tenía mucha sed, que bebía bastante más de lo habitual. Lo achaqué al calor y a la humedad –estaba grabando entre Bilbao y Barcelona– y no le di más importancia. Me fui de vacaciones a Málaga y la sed continuaba; yo no me daba demasiada cuenta, eran los demás los que me decían: ‘¡Caray, qué sed tienes!’. En una comida me podía beber un litro de cocacola y quedarme tan pancho. Eso despertó una ligera, ligerísima alerta, pero nada más. 

A mi regreso de vacaciones, decidí hacerme un chequeo. Acababa de cumplir 51 años, mis amigos ya empezaban a hablar de la próstata, del colon… y me dije que tocaba hacerme unos análisis. Pensaba que, si la analítica no revelaba nada, no me metería en más fregados, porque les tengo cierto miedo a los médicos. Me hice los análisis en octubre y siempre recordaré que, estando grabando en Bilbao, el médico me llamó y me dijo: ‘Pásate por una farmacia y mírate el azúcar’. Me había salido una cifra muy alta y querían comprobar si era algo puntual o no. Me asusté mucho, paramos la grabación y me fui a hacer una analítica rápida, que reveló que tenía 303 de azúcar. El problema era real. 

Esa misma noche, al acabar de grabar, me fui a urgencias al hospital y fue entonces cuando me diagnosticaron diabetes tipo 2. Más allá de la sed yo no tenía otros síntomas. Los médicos me explicaron que esta enfermedad es peligrosa porque no da sintomatología, es silenciosa. Y las personas que no se revisan con cierta periodicidad pueden estar sufriéndola durante años sin saberlo, y enterarse cuando a lo mejor ya ha provocado daños en otros órganos, como la vista o el riñón, que son los problemas principales de quienes tienen una diabetes no controlada. 

Bien, tenía diabetes tipo 2. Había que tratar de averiguar las causas, si era una predisposición genética, si estaba provocada por mis hábitos dietéticos y de vida… En mi familia solo mi abuelo por línea paterna había tenido, ya a una edad avanzada, la enfermedad. En cambio, si tenemos que hablar de mis hábitos… Comía muy mal, muy desordenadamente. Con mucho pan, dulces, grasas… Eso, unido a mi propensión a engordar, me había provocado un sobrepeso que, sin ser excesivo, era poco saludable. En cuanto al ejercicio, aunque entre los 20 y los 40 años yo había jugado mucho al futbito, lo había dejado cuando empecé a trabajar a tope, viajando constantemente. Y nunca he sido amigo de los gimnasios, ni de la bicicleta estática, que me aburría mortalmente. 

Todo eso había que corregirlo. Desde el principio me tranquilizaron mucho, y me aclararon que la diabetes, como enfermedad crónica, ha cambiado en los últimos años. Eso sí, me obligaba a unos hábitos de vida lo más sanos posible: lo primero, una dieta para adelgazar los kilos que me sobraban y, una vez estuviera en mi peso, otra dieta equilibrada, y mantenida de por vida, prescindiendo de azúcares y alcohol –afortunadamente, nunca he sido bebedor–3, y con un consumo muy moderado de carbohidratos. También debía hacer ejercicio, tomar una pastilla al día de metformina, y revisarme anualmente la vista y el riñón. 

Lo primero que hice fue ir al nefrólogo y al oftalmólogo: ambos me dijeron que todo estaba bien. También me hice una analítica muy completa. Afortunadamente, no surgió ningún problema añadido. Y me puse en serio con la dieta: entre octubre y agosto, de forma paulatina, bajé esos 10 kilos que me sobraban. Lo más duro fue dejar de tomar dulces –me apasionan– y pan, ya que siempre he sido muy panero. Por último, tuve que vencer la resistencia psicológica al ejercicio y me compré una bicicleta estática y una plataforma vibratoria. También compré unas pesas, no de profesional, sino de esas de tres o cuatro kilos, porque parece que levantar peso ayuda mucho a quemar el azúcar. Cuando puedo, me doy paseos. Los días de trabajo fuerte, en los que llego a grabar cinco programas seguidos, estoy tan machacado que, cuando llego al hotel, lo último que quiero es hacer ejercicio; entiendo que son días en los que he andado tanto y he estado tanto tiempo de pie que he quemado todo el azúcar. 

Durante los primeros 10 meses, fui muy riguroso y todos los días me medía los niveles por la mañana, a media tarde y por la noche. Ahora solo me los mido dos o tres veces a la semana, y siempre tengo bien los valores. No he tenido grandes picos: ni subidones de azúcar ni, tampoco, las temidas hipoglucemias, que se dan a veces por ese esfuerzo en no tomar azúcares y que pueden provocar desmayos. De vez en cuando me he notado un poquito bajo, pero eso es algo que puedes resolver sin problemas tomando unas nueces o una pieza de fruta. 

Cuando me preguntan si me ha costado aceptar mi enfermedad, yo planteo que lo verdaderamente difícil es lidiar con un diagnóstico de una patología que te puede llevar en poco tiempo al otro barrio. Cuando te dicen que lo tuyo es una enfermedad crónica, ya te están abriendo una puerta a la esperanza: la cronicidad no es posible sin tiempo, y el tiempo es vida. Me fui empollando todo sobre la diabetes tipo 2 y comprendí que se puede vivir muchos años y con calidad de vida. He hablado con muchos médicos, tanto los que me han atendido como otros que son amigos míos, y todos me han dicho lo mismo: no hay más secreto que llevar una vida ordenada. Siendo moderado y llevando un control médico puedes, sin grandes sacrificios, tener una vida totalmente normal. 

Pero es que, además, ser diabético tipo 2 me ha supuesto algunas ventajas: yo solo era disciplinado en el trabajo, y ahora he introducido la disciplina en todos los órdenes de mi vida. Me encuentro mucho mejor física y mentalmente. Estoy más ligero, más fresco, pienso con más claridad, descanso y duermo mejor, en las grabaciones largas derrocho energía... Me encuentro francamente bien. 

Contar en antena que tenía diabetes tipo 2 no fue premeditado, sino algo espontáneo: surgió y lo dije, sin más. Me sorprendió que, a raíz de aquello, la Asociación de Diabéticos se pusiera en contacto conmigo y me dijeran que les había llamado la atención que lo declarase públicamente, parece que la pauta de conducta es la contraria, ocultar la enfermedad. Yo no quiero ser bandera de ningún movimiento, faltaría más, pero no tengo inconveniente en contarlo a quien lo quiera oír. Ni me enorgullece ni me avergüenza, pero decirlo está bien. Si mi testimonio pudiera ayudar a alguien… mejor que mejor.

Imagen: Carlos Sobera apadrina un cómic sobre la diabetes infantil creado por Diabalance




Publicado en el SUPLEMENTOS | MAGAZINE El Mundo 
Fecha: 14/07/2013 Páginas 26 y 27.

Quiero saber si hay alguna esperanza para los diabéticos tipo 1

LUNES, 18 DE AGOSTO DE 2014
Quiero saber si hay alguna esperanza para los diabéticos tipo 1

En el blog Mi diabetes y mi páncreas recibimos hace tiempo una pregunta que no llegué a contestar porque hablaba de esperanza. No tengo ni idea qué espera cada uno de la vida. Menos aún de la enfermedad que padece.


- "Hola soy diabético tipo 1 y quiero saber si hay alguna esperanza para los diabéticos tipo 1."

Hoy me he animado a contestarle. Tal vez porque al volver del pueblo de mis antepasados, con las pilas cargadas, lo vea todo de verde.

Para nosotros hay muchos avances a día de hoy. Salen nuevos tratamientos cada poco tiempo.

Ya está ahí (en Estados Unidos) la insulina inhalada. Es cuestión de tiempo que la aprueben en Europa.

Para un control sin errores, y no invasivo (que bien falta que nos hace, que acabamos hartitos de pinchazos en los dedos) están practicando con un nuevo medidor de glucemia que obtiene los resultados colgandotelo en el lobulillo de la oreja, sin pinchazos, ni nada. No te cura la diabetes, pero, ¡narices!, es menos dañino.

Y siguen investigando para obtener células productoras de insulina, las células beta, que a nosotros nos faltan. Los diabéticos Tipo 1 debutamos en esta enfermedad porque nuestro sistema inmune considera "enemigas" a nuestras propias células productoras de insulina (nuestras células beta que andan en el páncreas formando islotes). Nuestro propio sistema inmune termina zampándose a todas ellas. Por eso hoy se está investigando con células madre, por un lado, y con células obtenidas de la piel, por ejemplo, para transformarlas en esas células beta que necesitamos. Serían igualitas a las que perdimos. Eso significa que, desde el momento que nos inyectan un puñado de esas células en, por ejemplo, el hígado, empiezan a producir la insulina justa que necesitamos en función de lo que comemos, o el ejercicio que hacemos.

Un pinchazo con el bolo (que así lo llaman) de células productoras de insulina, y nos convertimos de golpe en insulinoindependientes: es decir, que dejamos de precisar insulina inyectada, inhalada, o de donde venga fuera de nuestro cuerpo. Nos transformamos en diabéticos que, gracias a un tratamiento de células beta, dejamos de precisar insulina. Como decimos aquí: ¡un puntazo!(Traducido: una maravilla).

No tendríamos que tomar inmunosupresores, como los tomo yo, que estoy trasplantada de un órgano completo. Los inmunosupresores son enormemente tóxicos, por decirlo de alguna forma. Tienen muchísimos efectos secundarios. Por eso solo se nos trasplanta cuando somos pacientes terminales. Solo cuando las opciones son o morirse, o trasplantarse. Con el trasplante de células beta conseguidas de esa manera te libras de esos "daños colaterales".

Por otro lado, se están haciendo muchos avances respecto a lo que llaman páncreas artificial. Hasta ahora hemos tenido bomba de infusión continua de insulina. Yo la he llevado, y me ha ido mejor que nunca. Pues si es bueno llevar bomba, imagina lo que es unir esa bomba a un sensor que te mide la glucemia un montón de veces a la hora. Medtronic fabrica uno interesante.

Lo último en esa unión es implantarte bajo la piel el dispositivo. Ahora mismo andan fabricando distintos cacharros a este fin. Y los hay que hasta se controlan a través del móvil.

Así que sí. Hay avances para nosotros. Y esos avances son nuestra esperanza.
Pero si queremos que nuestro Sistema Nacional de Salud, el nuestro en España, o el que sea, donde sea, nos financie estos tratamientos tan novedosos que son lo más parecido a una cura, o nos unimos y peleamos por ellos desde asociaciones, o echamos una lotería primitiva cada día con la ilusión de que nos toque, y podamos pagarlos.

En términos estadísticos, lo más fácil es conseguir estas historias desde asociaciones, y asociaciones unidas sin el control del politiqueo barato, es decir, entre grupos de pacientes con pacientes.

Creer en que nos toque la lotería, y que el lobo feroz y Caperucita Roja reviven cada vez que los leemos, es lo mismo. Pero allá cada cual con sus opciones de vida, o con sus posibilidades económicas.

Si eres de los diabéticos tipo 1 que, además de esperanza, tienen dinero, te felicito. Tu futuro será divino. El nuestro, humano. Y yo ando humanamente peleando con mis compañeros. Y ahí vamos avanzando, contándonos las cosas por teléfono, o desde blogs. Caminando al encuentro, ahora, de esas soluciones que marquen nuestro camino de baldosas verdes, no amarillas.

Imagen


Beatriz González Villegas.




Letra de La Vida te da: 

Amparanoia 

La vida te lleva por caminos que ni te imaginas 
A veces me sorprendo triste,
y qué haré yo con mi vida,
lo que debo hacer con lo que quiero, 
lo que quiero tener, con lo que tengo.

Vete tristeza, viene con pereza y no me deja pensar. 
Vete tristeza, tu no me interesas.
Esta sonando la rumba y me llama, me llama a bailar.

La vida te da presión, y no es de garrafa, no es de sifón. 
La vida te da preocupación. Deja la preocupa, pasa la acción. 

¿Que será de la preocupación?, ¿qué será? 
¿Que será de la preocupación?, ¿que será? 

A veces creo que no pasa nada, y algo afecta mi alma. 
Me siento mal conmigo misma; Me siento mal, no encuentro salida.

La vida te da presión, y no es de garrafa, no es de sifón. 
La vida te da preocupación. Deja la preocupa, pasa la acción. 
La vida te da presión, y no es de garrafa, no es de sifón. 
La vida te da preocupación; Deja la preocupa, pasa la acción.

¿Que será?  
Dale, dale, dale,... 
Tí tiriti rirí, ti tiriri, rirá! 


Deja la preocupa, pasa la acción:

Asociaciones españolas de diabéticos

Federación Andaluza de Asociaciones de Diabéticos.
Presidente: Paco Pérez Barroso.
https://www.facebook.com/francisco.perezbarroso?fref=ts

Asociación Asturiana de Diabéticos (ASDICO)Sede central:
C / La Marzaniella n º 43 Bis
33468 – Trasona-Corvera de Asturias.
Teléfonos : 985 576 659 Mv: 647 251 293/677 334 323
e-mails: covadonga@asdico.es; jose@asdico.es

Asociación de Diabéticos Principado de Asturias (ASDIPAS)
C/ Emilio Rodríguez Vigil, S/N, Planta 3 (Edificio Centro Comunitario de Sangre y Tejidos) 33006 Oviedo (Asturias) Tel.Tel.985 252 508 y 685 521 237
Delegación de Gijón: Hotel de Asociaciones Sociosanitarias, Avenida de Galicia, 62, Local 1, 33212 Gijón
info@asdipas.org

Aragón:

Adezaragoza
http://www.adezaragoza.org/
Sancho y Gil 8, 1º (Edif. Cruz Roja)
50001 ZARAGOZA
976.301.519
618 055 844

Asociación de Diabéticos ADETERUEL
Ctra. de Villaespesa, 57 M
44001 Teruel (Teruel)
Teléfono.: 978 607 593

Asociación Valenciana de Diabetes
http://www.avdiabetes.org/
Avda. Barón de Cárcer, 48 8º G Valencia 46001
Telf/Fax 963 481 588 info@avdiabetes.org

Busca la asociación que tengas más cerca, la que más te guste, la que te acoja, y únete a todos nosotros:

Novo Nordisk sigue en la carrera por la cura de la diabetes e insulina vía oral

Martes , Agosto 19, 2014
Copenhague
Para el CEO de Novo Nordisk, Lars Rebien Sorensen, 32 años en la compañía han sido suficientes para no decirle que no a nada. Durante el evento de prensa en la casa matriz de la farmacéutica danesa, el ejecutivo señaló que están a unos seis o siete años de crear una insulina oral, en tabletas.

Indicó también que no creen que ser una firma cuyo negocio está 80% concentrado en el segmento de la diabetes sea un impedimento para trabajar en la cura de la enfermedad. “Curar la diabetes, si se puede, se hará. Y es mejor que nosotros lo hagamos. Si acaba con nuestro trabajo estará bien, porque seremos la mejor farmacéutica del mundo. No creo que la cura sea para todo el mundo, sino que tendrá requerimientos”, aseguró.

Adicionalmente, dio a conocer que por ahora entre 3% y 5% de la inversión de investigación y desarrollo está destinada a la búsqueda de la cura de la diabetes, pues, explicó, las grandes inversiones se harán en el momento en el que se llegue a las pruebas clínicas, de las cuales aún están lejos.

Operaciones internacionales

De acuerdo con la cifras globales, el año pasado, la inversión de los sistemas de salud alrededor del mundo en casos de diabetes fue de US$548.000 millones y se cree que en 2035 será de US$627.000 millones. Lo que calculan, está en un poco más de 10% de la inversión global. Todo esto sustenta la importancia del negocio fuera de Dinamarca, e incluso de los países desarrollados.

Mike Doustdar, vicepresidente senior de operaciones internacionales de Novo Nordisk, dio a conocer que de los cerca de 44.000 empleados que la firma tiene, según la cifra más actualizada, 13% están en las operaciones internacionales, 60% en Europa, 14% en Norte América, 10% en China y 3% en Japón y Corea.

La estrategia de mercado, dijo, está basada en “expandir el liderazgo que tenemos en diabetes y desórdenes de crecimiento, establecer una presencia en obesidad e inflamación, y perseguir el liderazgo en hemofilia”.

Adicionalmente, compartió que la región que denominan Operaciones Internacionales ha crecido cerca de 15% entre 2000 y 2013 y que 77% del total de las ventas es del área de diabetes y 23% de los demás. En esta parte, junto con muchos países más, está ubicada Colombia.

Sobre nuevos lanzamientos de productos en la Región, indicaron que llegarán más de 100 nuevos en los próximos tres años.

Finalmente, en la mayoría de estos mercados, incluido el local, preocupa la regla de las mitades que significa que: de la gente que tiene diabetes, la mitad es diagnosticada; de ese número, la mitad recibe un tratamiento; de ese número, la mitad logra tratamientos que son óptimos; y de esos, solo la mitad tiene los resultados que desean, viviendo una vida normal. Es decir, solo 6% de la población diabética del mundo tiene un vida normal, explicó el ejecutivo.

El problema latente

Los esfuerzos parecen todavía no tener muchos resultados, pues pese a las campañas que los gobiernos están adelantando a través de los sistemas de salud, las estadísticas a futuro muestran un crecimiento importante de personas con la enfermedad.

ImagenLa fundación de Novo Nordisk







Publicado en http://www.larepublica.co/novo-nordisk-sigue-en-la-carrera-por-la-cura-de-la-diabetes-e-insulina-v%C3%ADa-oral_157686

No hay Metformina para los enfermos de diabetes en algunos lugares de Paraguay

19 DE AGOSTO DE 2014

No hay Metformina para los enfermos de diabetes

En el centro de salud N° 9 (ubicado en los alrededores de Emergencias Médicas) funciona el Programa Nacional de Diabetes. Ahí no hay desde hace seis meses Metformina 850, para el tratamiento de los pacientes con diabetes. Tampoco se cuenta con mucha cantidad de insulina NPH, pues hasta el jueves pasado, solo tenían 90 unidades, informaron en dicho centro.


ImagenUn paciente que consultó el pasado 14 de este mes tuvo que comprar el medicamento para su tratamiento. / ABC Color
El paciente Antonio Estigarribia consultó con la doctora Olga Céspedes, quien le recetó Metformina 850. Estigarribia dijo a este diario que desde hace muchos meses viene comprando el medicamento porque le dicen que no hay. Contó que concurre desde Ypané cada tres meses para consultar y que siempre le dan receta.

Los funcionarios informaron que solamente se cuenta con 90 unidades de insulina NPH debido a que la semana pasada la Dirección de Insumos Estratégicos proveyó de 500 unidades. También cuentan con insulina cristalina y mixta, pero en poca cantidad.

La insulina NPH cuesta G. 130.000 y la cristalina G. 170.000, por lo que los pacientes asistidos por el Programa Nacional de Diabetes se encuentran desesperados ante la información de escasez del producto.

Las médicas del consultorio, que prefirieron que sus nombres no se publiquen, admitieron que nunca han pasado por stock cero, pero que la semana pasada sí llegaron a no contar con ningún remedio para suministrar a los diabéticos.

Explicaron que la diabetes no se cura, por tanto, el tratamiento debe ser permanente, continuo y riguroso.


ImagenEl Hospital Regional de Ciudad del Este no tiene insumos y medicamentos para cubrir la demanda de pacientes.




Publicado en ABC Paraguay: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/locales/no-hay-metformina-para-los-enfermos-de-diabetes-1277240.html

La diabetes, el cannabis y la resistencia a la insulina

Hace mucho tiempo que se cree en la existencia de una relación entre el cannabis y la diabetes, y es bien sabido que los cannabinoides afectan al nivel de azúcar en la sangre y al sistema digestivo. Un nuevo estudio ha descubierto que los consumidores de cannabis tienen menos probabilidades de padecer diabetes de tipo 2, una enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo y que supone el 90% de los casos de diabetes.

19 de agosto de 2014
¿Qué es la diabetes?

La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad crónica en la que los niveles de azúcar en la sangre, de no tratarse, son sistemáticamente elevados. Esto se debe o bien a la incapacidad de fabricar cantidades suficientes de la hormona que ayuda a absorber el azúcar, llamada insulina,en el páncreas (DM de tipo 1, que suele presentarse durante la infancia), o bien a la incapacidad de responder a nivel celular a la insulina que se produce (DM de tipo 2, anteriormente conocida como diabetes no dependiente de la insulina o diabetes del adulto). Esta incapacidad se conoce como resistencia a la insulina.

Tanto la diabetes de tipo 1 como la de tipo 2 son enfermedades crónicas sin cura conocida. La insulina y otras medicaciones pueden ayudar a vigilarlas diariamente y a controlar sus síntomas, pero incluso cuando el estilo de vida y el régimen de tratamiento del enfermo están bien llevados pueden darse complicaciones. Dichas complicaciones incluyen daños en los nervios periféricos y los vasos nerviosos, degeneraciones de la retina que provocan una reducción de la visión y daños en el riñón que a menudo hacen necesaria la diálisis. Los vasos sanguíneos principales también se ven afectados por la diabetes, y las personas diabéticas tienen el doble de probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares que las personas sanas.

El cannabis y la diabetes

En la diabetes de tipo 2, los niveles de insulina en la sangre pueden ser anormalmente elevados ya que, a diferencia de lo que ocurre con la DM de tipo 1, el páncreas produce insulina pero las células no son capaces de utilizarla. Se cree que la DM de tipo 2 es provocada por variedad de factores, especialmente un estilo de vida poco saludable y la obesidad, pero también por predisposiciones genéticas. Sin embargo, investigaciones recientes llevadas a cabo por científicos de la Universidad de California y la Universidad de Stanford han indicado que la disponibilidad de azúcar añadido influye directamente en el riesgo de desarrollar DM de tipo 2, independientemente del resto de factores.

En un estudio encabezado por EE.UU. publicado en mayo de este año, los investigadores descubrieron que los niveles de resistencia a la insulina y de insulina en ayunas (medidos después de nueve horas sin comer) eran respectivamente un 17% y un 16% inferiores en aquellas personas que habían sido o eran consumidoras de cannabis que en las personas que no lo eran. También observaron que los consumidores de cannabis solían tener contornos de cintura menores. A priori, estos dos datos parecerían contradecir las asociaciones anteriores entre el cannabis y la ingesta calórica. El mecanismo por el que se produce este proceso aparentemente contradictorio todavía no se comprende del todo, aunque se cree que el cannabidiol puede tener un papel importante en él.

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El cannabidiol es un antagonista del receptor CB1 que, tal como se ha demostrado, tiene un papel fundamental para controlar la obesidad (por ejemplo, los ratones con receptores CB1 desactivados artificialmente son resistentes a la obesidad inducida por la dieta). Los antagonistas se unen a un receptor pero no provocan ninguna respuesta metabólica: se ha demostrado que el Rimonabant, un antagonista sintético del receptor CB1, provoca un aumento en la sensibilidad a la insulina, y se cree que el cannabidiol puede ejercer una influencia similar: esto explicaría los menores niveles de resistencia a la insulina que presentan los consumidores de cannabis.

ImagenNuevos estudios han indicado que el cannabis no solo reduce la resistencia a la insulina, sino que las personas que lo consumen también suelen tener contornos de cintura menores / Foto: North Cascades National Park


Medicamentos de antaño*
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La marihuana es el medicamento más seguro en la tierraPor Baudelaire



Publicado en http://www.lr21.com.uy/tecnologia/1191046-cannabis-marihuana-diabetes-resistencia-insulina