Oporto

este fin de semana he conocido la última gran ciudad de la península que me quedaba en la agenda ...

O Porto, la cancela que cuida al Douro de las invasiones bárbaras es una bella ciudad con vocación de fortaleza. Melancólica, decadente, como todo Portugal. Más ibérica que aquélla Lisboa multirracial que llena de Tajo el océano y de océano al río. Creo que si he de elegir,  me quedo con la guardiana del Duero.



Ha sido una buena experiencia portuguesa, y a mi pesar muy adecuada para un fin de semana que comenzó alegre y se volvió amargo de repente. Portugal es quizá el lugar del mundo en el que la tristeza es un deporte diario, algo que se entrena, que te asalta en cada esquina y en cada atardecer. Es lo que da una tierra acostumbrada a despedir al sol durante tantos millones de años.



Hoy, en Galicia, otra dosis de "saudade" en el puerto pesquero de Vigo. Café negro, humeante y olor a tabaco de liar en un bar llamado "de las Almas Perdidas". Cosas de puertos de altura, donde los viejos sisean palabras que llaman a monstruos marinos y a barcos que ya no están.


"Exceed"

hay crisis pero la gente parece no haberse dado cuenta. No hablo de sufrirla, pues muchos lo están pasando mal. Hablo de superarla. En un entorno como éste la gente debería estar dando lo mejor de sí mismos por superar el bache, por mejorar su imagen de cara al mercado, por buscarse la vida. Los que aún tenemos trabajo tendríamos que estar luchando por mantenerlo y los que no, solamente deberían tener un objetivo en mente: salir de ésta.

Por desgracia no es así, el conformismo y la displicencia están a la orden del día. En un momento en el que aumenta la gente que lleva la tartera al trabajo y los restaurantes están vacíos no he percibido mejora alguna del servicio o la comida en la mayoría de los negocios hosteleros de mi entorno. Lejos de ello, los caretos de las camareras siguen siendo igual de bordes y su trato va en consonancia.

¿Ideas nuevas? ninguna. ¿En un mercado estancado como es el del automóvil serían de esperar ofertas atractivas que nos hicieran olvidar nuestras reticencias al gasto? Al contrario, parece que la guerra de precios es el único argumento que son capaces de pergeñar los avispados cerebros del Marketing. ¿Y en otros sectores? al margen de los omnipresentes productos MAC de Apple nada parece deslumbrar al personal para abordar compra alguna. A éste paso las rebajas van a comenzar en diciembre.

¿Y en la oficina? no hay cambios a pesar de vislumbrarse la guadaña. El vago sigue siendo vago y el currante, currante. El primero no cambiará aunque su empleo se vuelva inseguro (¡qué me echen!, dice alguno), el segundo seguirá a lo suyo sin llamar la atención o siquiera poner mala cara a aquél que pone en peligro el puesto de ambos. Qué triste, oye. Hace unos años mi empresa basó una campaña de marketing interna en el verbo inglés "exceed", algo así como rebasar o ir más allá de las expectativas. Cómo me gustaría que los españoles hiciéramos nuestro ese objetivo.

Y ahora, mira a los políticos y dime qué ves. España es un reflejo de ellos, y ellos ... de España. Borreguismo y conformismo, esa es nuestra seña de identidad para el siglo XXI.




Peñafiel

este fin de semana nos fuimos de excursión a Peñafiel con la Asociación del pueblo. Gran idea sin duda. Cuarenta collalbos emprendimos viaje allende las fronteras segovianas hasta tierra vallisoletana. Un día de niebla, como tantos en la cuenca del Duero, nos impidió disfrutar de las vistas desde el Castillo de Peñafiel, el "navío de Castilla", pero a la vez colaboró a dar un misterio adicional a esta Villa poblada desde tiempos celtíberos.

Ya entonces, hace veinticinco siglos, se hacía vino en Peñafiel, no bajo la marca "Protos", como hoy, pero seguro que era un buen caldo. Del lechazo ni hablamos: los corderos castellanos llevan dando alegrías a los estómagos de los visitantes desde hace centurias.



Aún bajo los efectos eufóricos del vino de Ribera, el éxito de esta tercera excursión con la Asociación Fuente Plateada me ha hecho reflexionar si no seremos demasiado estado-dependientes. ¿Por qué parte de la labor social no la podemos hacer entre todos? ¿por qué volcar en el Estado el peso de llevar a nuestros mayores de excursión si podemos hacerlo nosotros?


pensamientos perdidos

hace un rato estaba leyendo los comentarios de uno de mis blogs favoritos, La Pluma Viperina , y me ha dado por pensar en todas las ocurrencias geniales que cada día viajan al limbo de las buenas ideas, a ese club de los pensamientos perdidos, de las opiniones y sentimientos vertidos en conversaciones bulliciosas o en momentos de intimidad. Allá van meridianos asertos, declamaciones radicales o dudas emitidas sobre artículos de prensa o en blogs visitados de manera esporádica y anárquica.

En qué han quedado nuestros pensamientos ... son ya trozos de alma licuados a través del teclado. Los mandaremos al Boulevard a ver si hacen buenas migas con los sueños rotos ...

Trompa

A nuestras madres les dierón a elegir para nosotros lo mejor..... ¿marfil o trompa? la mía ha acertado....buena elección....gracias mamá