London calling

pues eso, que Londres me reclama y he decidido hacer caso a su llamada. Estaré un mes currando en la capital victoriana con el objetivo de entender las complicadas mentes de los británicos, y admirar sus buenas costumbres, por supuesto.


Bueno, aquí os dejo la susodicha llamada. Pasota, pero sugerente a la vez:




qué gran voz tiene Tarque ...

Supongo que cuando a una gran canción se le une una gran voz sale algo así ...







Time Lapse

Rápido, veloz, arriesgado, intenso
Lento, pausado, esmerado, intenso


Siempre hay varios caminos para alcanzar la intensidad, sea a bordo de un Fórmula 1 o contemplando esta maravilla




escondite

Se fue. Dejó la puerta del patio abierta y subió rápidamente las escaleras hacia la azotea, donde se esconde cuando las cosas no salen como él quiere. Pensé en subir, disculparme, pero me quedé sentada. Escribí un par de cosas, tomé un vaso de agua con gas, me fumé un cigarro y lo oí bajar. Me di cuenta en ese momento que todavía no elijo en esta casa un lugar donde esconderme.

Hambre

"Mohamed tiene 32 años y los pómulos hundidos por una gran delgadez y solo la bata blanca lo diferencia de los pacientes. Él es uno de los 40 enfermeros del hospital, todosellos voluntarios sin sueldo, igual que los 15 médicos, los 90 auxiliares y los casi 100 limpiadores y administrativos."


Foto y texto de El País, 12 de agosto del año 2011. hoy.


Cuelgo "esto" en el blog no sólo porque me espante que la gente muera por cientos en un lugar para muchos ignoto y donde el 100% de nosotros nunca hemos estado, sino por la fotografía. Un niño ¿vivo?, un sanitario presuroso y una madre hierática, resignada quizá. Si tuviéramos ocasión de abrir la fotografía veríamos un espectáculo dantesco, con decenas de hatillos conteniendo niños como éste. No hay camas, no hay médicos, no hay medios para enterrar a los cadáveres, pero sobre todo no hay comida. El sanitario de la foto no va a inyectar ninguna medicina milagrosa a ese ser diminuto e indefenso. Simplemente le va a administrar comida.


Mientras tanto, en Europa duelen las "ventas a corto". Hoy el mismo periódico de donde extraigo esta fotografía dedica 8 páginas a los mercados, cuando lo habitual son tres o cuatro. No es de extrañar pues que nuestros niños sepan lo que es la Bolsa, pero no lo que es el Hambre.