Un zorro en A Coruña

y no, no me refiero al "zorro de Arteixo", aquel ínclito Arsenio, sino a un servidor, el "zorro de Segovia", que viaja a Galicia este fin de semana estrenando unas merecidas vacaciones que se prolongarán toda la Semana Santa. Unos días cerca del mar y el resto en mis queridas montañas de Collado.

Y ya que nos desplazamos tan lejos, a nuestro querida Vigo, por qué no avanzar unos cien kilómetros más y llegar hasta la hermosa A Coruña. Hace años que no voy y como resulta que un amigo mío ha de pasar obligatoriamente por allá el sábado, pues voy a hacerle compañía. La amistad es lo que tiene. He viajado tanto con este amiguete, ... a veces junto a él, otras desde la distancia, pero siempre fiel, siempre a su lado.



Mi historia con este amigo es larga. Quizá mi mejor recuerdo de él se vino conmigo desde París, un tarde en el barrio de Sant Denís. En aquella ocasión mi amigo logró que otros 40.000 colegas le siguieran. Gritamos juntos, cantamos juntos y lloramos juntos. Aquel segundo tanto de McManaman en el Stade de France... nunca lo olvidaré. Qué grandes momentos me has dado amigo blanco.

Así que por eso, porque para mí ser madridista es parte de mi personalidad, he decidido escribir hoy de fútbol en este blog. Normalmente lo hago en Veteranos y Noveles, pero esta excursión a Riazor merece la pena ser contada. Llevamos 17 años sin ganar allá y lo mismo es porque el Madrí se siente solo en aquel estadio junto a la playa, o quizá porque tiene miedo de la mar de Costa de Morte. No te preocupes querido amigo, este sábado estaré en Riazor para ayudarte a ganar al Depor.

¡Hala Madrí!

***

Por un momento pensé que podrías estar leyendo mi mente.

el tumor de fiona



La tiene con los ojos tristes
sentada con las justas
hay un poco de sangre
que habla por ella sobre su dolor.

(me miras a los ojos mientras te inyectan cosas
arrugas tu cara, la conviertes en un puño enfurecido)

si pego mi cara a la tuya podemos compartir tu miedo
así lo sientes menos.
tal vez un poco menos.

un tajo más mañana y luego nos iremos olvidando de todo esto que duele
unos días para el olvido y luego nos vamos a correr por el malecón.



*

y sobre esto no puedo decir nada

busco chamba

Coser las puntas del tiempo para que siga corriendo lo que detuve.

Que lo que hubo al centro se autoguarde en algún lugar para más tarde.                                           La vida cortada en pedazos, en bloques de cosas que todavía no se mezclan.

Una cosa y luego otra       una       y luego otra.