vamos a Rao 1 de febrero 2007







Subindo despues de pasar Murias deRao Eso es para proteger del oso

La educación moderna

Hace años oí el cuento de un chaval un poco cabrón que dedicaba su vida a fastidiar la de los demás. Un día su padre le cogió por banda y le convenció para que hiciera lo siguiente:

"mira hijo, ya que no puedes controlar tu carácter, hazme caso sólo en una cosa".

El padre le mostró al puerta de la casa y un montón de clavos y le dijo: "cada vez que hagas daño a alguien ven a la puerta y clava un clavo".

El chico empezó su tarea a regañadientes y de mala gana, pero meses más tarde, algo había cambiado. Poco a poco, iba pensando menos en él mismo y más en la puerta, cada día más saturada de clavos.
Llegó una semana en la que no clavó nada, y satisfecho, fue a contárselo a su padre. Éste miró primero a la puerta, y luego a su hijo, y le hizo un nuevo mandamiento:

"vamos a tratar de volver atrás. Ahora, cada vez que hagas algo por los demás dejando de lado tu interés, saca un clavo del portón". El chico tomo con brío su nueva tarea y se concentró en sacar los clavos lo antes posible. En poco tiempo orgulloso, mostró a su padre la puerta limpia de metal.

El hombre, pensativo, miraba a la puerta, triste pero a la vez, satisfecho del cambio operado en su hijo. “¿por qué estás serio, padre? ¡He sacado todos los clavos!” “Hijo, has hecho un buen trabajo, pero mejor hubiera sido que la puerta nunca hubiese sufrido las puntadas de los clavos. Mírala y fíjate que está agujereada y herida, como la confianza de aquellos a los que hiciste daño”

¿Qué, habéis aprendido algo?
Ya decía el filósofo alemán de nombre difícilmente pronunciable y desde luego "inescribible" que Dios había muerto. No sé si era para tanto, pero desde luego parece dormido y cuando despierte se va a coger un cabreo ...

¡¡¡¡ Collado Hermoso nevado !!!!

Y vaya si nevó, 30 cm donde menos profunda era la nieve. A la altura de la piscina ya no se podía subir ni con el todoterreno y andando, era complicado alejarse más de un kilómetro del pueblo. Caramelotes que caían del tejado hasta el suelo, más de 15 grados bajo cero por la noche, ...

Uff, no hacía más que acordarme de la casa vieja y los témpanos que nos caían por la nariz y las orejas cada mañana. Viva la calefacción y la modernidad. Campo sí, pero con comodidades. Y si no, que le pregunten a mi hermano la diferencia entre cortar los árboles con el hacha a hacerlo con la motosierra nueva ...

(doble clic sobre la viñeta para agrandar)

Dice el alcalde de Alhaurín el Grande que le extraña que un constructor le haya denunciado por pedirle 100.000€ a cambio de una licencia. El buen edil alega que el dinero "era para mejorar el pueblo" y que además es una "donación habitual" por parte de los promotores. Pobre hombre, al igual Maite Zaldívar seguro que se sentirá víctima de una injusticia,"¡pero si no hacía daño a nadie!". Veremos si el juez opina lo mismo.