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a Barcelona voy ...

... y me quedaré hasta el domingo ...

a disfrutar de la ciudad ... pero antes ...

... dos días de trabajo intenso y reuniones no todo lo previsibles que me gustaría.

Me siento optimista. Ahí va una canción que funde culturas casi tan bien como la ciudad donde la estatua de Colón y yo veremos atardecer los próximos días.

Os gustará. Fijo.

Monte calcinado

Estos días en Canarias, he vuelto a disfrutar de la belleza de Masca. Ahora algo más débil, pero viva, como la última vez que la vi. Masca es uno de los pocos oasis tinerfeños que resisten vírgenes el embate de las urbanizaciones y de los grandes "turoperadores". Es un monte agreste y duro, pero hasta los más duros a veces necesitan ayuda alguna vez y en agosto pasado, cuando un terrible incendio consumió las cumbres de Masca, nadie acudió a prestarle auxilio.

Igual que el año anterior en el Morrazo, o antes en Guadalajara, las supuestamente eficaces medidas anti-incendio brillaron por su ausencia. Vecinos, guardias civiles y algún agente forestal mal preparado hicieron lo que pudieron por salvar a la gente, pero nada pudieron hacer por el monte. Y es que Masca está muy lejos de Sta. Cruz o de Las Palmas, muy lejos de los centros donde se maneja el dinero y la industria, lejos por tanto de los bomberos, quienes no están contratados para cuidar el monte, sino para cuidar los polígonos industriales y los edificios de viviendas. Otra cosa sería si el monte en llamas fuera el Monte de El Pardo, o Montjuic, pero claro, son bosques domésticos, cuidados por el hombre.

Todos los montes corren el peligro de quemarse, pero algunos tienen garantizada una actuación rápida y eficaz. Son esos montes aburguesados, con vitola de ciudadanos. Por el contrario, el monte de los pobres, el monte deprimido, el monte sin dueño, el monte alejado de las urbanizaciones, se apaga solo, ... cuando no queda nada más con vida.
Así que a Masca sólo le queda renacer, con la esperanza de que la próxima vez, la cuidemos algo más.
La montaña es más fuerte

Ayer cuatro excursionistas murieron en el Montblanc. No iban bien equipados ni tenían experiencia de alta montaña y cuando les sorprendió una borrasca a 3.500 metros de altura y en plena ascensión, fallecieron en pocas horas. Es una historia repetida y algunos montes como el Montblanc son muy proclives a actuar como escenario de este tipo de accidentes.

Aquí abajo tenéis unas fotos del Montblanc y del Cervino (Materhorn) ( (cortesía de A Pata) . Ambos están en Los Alpes. Es algo más alto el primero con 4.808m, que el segundo con 4.478m. pero parece mentira ¿eh? El segundo acojona.


Y ese es el peligro del Montblanc. Que parece fácil. Lo malo para el imprudente que ataca este tipo de montaña es que pasados los 1.500m de altura se puede producir una caída de 10 grados de temperatura en unos 15 minutos. Imaginad lo que puede suceder a 3.500m. En nuestro país, en Pirineos y en 2001, cinco montañeros barceloneses murieron en tan sólo unos minutos al verse sorprendidos por un temporal de ventisca en la ascensión al Balandrau. Estaban a menos de 2.500m.

No sé si algún día subiré a estas cimas. Me encantaría. Lo que sí sé es que siempre tendré presente el cartel que se puede leer en la laguna grande de Gredos. Son diez recomendaciones a montañeros, la última de las cuales dice "recuerda, la montaña siempre es más fuerte que tú".
Estamos a sólo unos días de las vacaciones. Mi primera parada este año será Vigo: familia, playa, amigos, y este año, la Cow Parade.


Esto de la Cow Parade es un evento que se sacaron de la manga unos cachondos hace unos años en Chicago.
Desde luego las vacas son el argumento central pero no es propiamente un homenaje al único bicho que no es maldito en ninguna parte del mundo, ni abominable para ninguna religión y que probablemente sea la principal fuente de proteínas del ser humano.


Realmente, las vaquitas son una excusa, un soporte simpático en el que artistas de todo el mundo han plasmado sus creaciones. Sin duda, singular y muy original.


Las cosas que vemos por ahí

tenía pendiente contaros algunas cosillas de las que pudimos disfrutar en nuestro viaje a Francia de hace unas semanas, pero ara no aburriros con historias enlazaré unas cuantas fotografías distintas de las habituales.
Para empezar os diré que llegamos a la ciudad del Sena pocos días antes de las elecciones y que el ambiente político inundaba todo ¡hasta las tiendas de juguetes!


Fue una suerte que todos nosotros hubiésemos estado antes en París así pudimos dedicar los días a pasear, a observar a la gente, a mirar la vida pasar, tranquilos, como cuatro parisinos más ...

y también a disfrutar de fantásticas cenas en la Isla de San Luis (en plan Obelix en "Nos ancetres les gauloises") y en el barrio de Le Marais (fantástica comida típica en "Au Gamin de Paris"). De los platos no tengo fotos pero los dos restaurantes merecen la pena.

Después subimos a Normandía, a pasar unos días en una una casa rural muy chula pero de una arquitectura cuando menos un poquito insegura. Juzgad vosotros. Temí que se nos cayera alguna pared ...


Normandía es preciosa. Un lugar de vacaciones sin duda. No me extraña que esté llena de ingleses ¡les encanta! También muchos americanos, aunque quizá por razones distintas. Las playas normandas tienen tanto de bello como de triste. Me va a costar mucho separar estas dos imágenes de Normandía, el presente ...

y el pasado de la playa de Omaha ... una de las imágenes más tristes de mi vida, el cementerio americano sobre el acantilado, donde 10.000 jóvenes, entre ellos los dos hijos del presidente Roosevelt reposan desde el Día D.


Finalmente, y aprovechando el tiempo al máximo, tuvimos tiempo de atravesar Normandía y llegar al límite de la Bretaña, para ver esa maravilla de la arquitectura y de la naturaleza que es Mont Saint-Michel.


Viaje completo ¡eh!

¡¡Sí, sí, sí, nos vamos a París!!!

eso cantábamos en mi primera visita a la Ciudad de las Luces allá por el año 2.000. Dicen que en la primera ocasión que se va a esta fantástica ciudad se encuentra el amor. Yo encontré la Copa de Europa (años más tarde volví, ahora sí con pareja de carne y hueso, je, je).

Pues eso, que los próximos días podréis encontrame paseando por alguna de estas calles ...
No me extraña que Boabdil llorase al entregar Granada ...

Granada, como todas las ciudades con UNIVERSIDAD con mayúsculas, tiene vida, vidilla, como dirían ellos. Además, es bonita, limpia y se come muy bien. Allí se respira un aire limpio, de ese que cuando viene de las montañas congela los pulmones pero sabe de maravilla.

Granada tiene de todo. Un barrio viejo de esos que en el Norte se llaman "la zona de vinos", siempre cerca de las catedrales. Un barrio pijo, con chalets amurallados y con piscina, en las alturas del Realejo, dominando la ciudad, y por fin, el BARRIO, también con mayúsculas, el Albaizín.


Y ya se acabaron las comparaciones. Punto. Porque además Granada tiene el más bello monumento de España, el palacio que batió el esplendor califal de Medina Azahara, la ALHAMBRA, "Qal'at al-Hamra", "la fortaleza roja" en lengua árabe, un centro de arte y placer que sólo una civilización en decadencia política y militar pero en pleno esplendor artístico podía alumbrar.



Este lugar no se puede explicar con palabras y sólo otro sitio que haya visitado, Pompeya, me produce una sensación similar. Cierro los ojos y veo con el resto de mis sentidos. El sonido del agua, el olor a azahar, mezclado con el de resina de los cientos de cipreses, el frescor que percibo al tocar de las paredes de yeso tallado ...
He visto muchos monumentos hermosos pero casi todos muertos. La Alhambra es distinta. Uno puede imaginarse que sus habitantes van a volver en cualquier momento pues todo parece ... tan vivo.