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Complicaciones agudas de la diabetes

Se dan los lineamientos generales del diagnóstico y del tratamiento


COMPLICACIONES AGUDAS DE LA DIABETES.

Prof. Dr. Adolfo V. Zavala.

La diabetes mal controlada, produce glucotoxicidad y lipotoxicidad. La elevación de la glucosa y de los ácidos grasos libres ocasiona diversas alteraciones metabólicas, en entre ellas la pérdida de células beta.

Las alteraciones metabólicas agudas y crónicas van produciendo complicaciones macrovasculares (corazón, cerebro, aorta, miembros inferiores), microvasculares (riñón, ojos, piel, etc.), y neurológicas (en diversos filetes nerviosos del organismo).

Además de las complicaciones crónicas, la diabetes mal controlada puede producir complicaciones agudas, por elevación de la glucemia (cetoacidosis diabética, hiperglucemia hiperosmolar), o bajada de la glucemia (hipoglucemia).

1.- Hipoglucemia.

Hipoglucemia es la disminución de la glucosa en la sangre a menos de 50 mg %. Puede haber diversas causas de hipoglucemias, que también se pueden observar en los individuos no diabéticos.

Los diabéticos pueden tener hipoglucemias por otras causas, igual que los no diabéticos, pero es más común la producción de las mismas, por incoordinación de la alimentación, la actividad física y los antidiabéticos.

Debemos conocer que baja y sube el azúcar:  


  • La sube la alimentación, el sedentarismo, el estrés, algunos medicamentos (diuréticos, corticoides). 
  • La disminuye: comer poco, la actividad física, los antidiabéticos, la insulina y ciertas drogas.


Síntomas de hipoglucemia.

Al disminuir la glucemia, se producen dos tipos de síntomas.

- Adrenérgicos: por liberación de catecolaminas. Se los denomina también síntomas de alarma porque indican el riesgo. Aparecen a cifras más altas de la glucemia y son taquicardia, palpitaciones, transpiración, nerviosismo, hambre, temblor, cefalea, náuseas.

- Por glucopenia del sistema nervioso central. Aparecen a cifras más baja de la glucemia y si no se corrige la misma puede ocasionar lesiones cerebrales, ocasionar convulsiones, coma y hasta la muerte. Son desorientación, falta de memoria, irritación, inestabilidad.

Causas de hipoglucemia.

En los diabéticos pueden producirse hipoglucemias por:

- Comer menos de lo indicado, con pocos hidratos de carbono, saltear comidas ó no respetar los horarios de las comidas.

- Hacer más ejercicio de lo habitual, ó de mayor intensidad.

- Errores en la administración de insulina: mayor dosis, otro tipo, problemas con las jeringas ó lapiceras.

- Tomar más dosis de antidiabéticos que lo indicado.

- Continuar con igual tratamiento luego de un episodio de estrés (gripe, operación, traumatismo, etc).

- Ciertos medicamentos que incrementen la acción de la insulina ó los antidiabéticos.

Prevención.

Es importante recordar porque se puede producir hipoglucemias. Por ello no saltear comidas, controlar bien la medicación que se usa y si se realiza actividad física hacer colaciones. Además ante cualquier cambio ó síntoma anormal medirse la glucemia y tomar una colación.

Los diabéticos deben llevar una identificación que diga su enfermedad, y tener siempre a mano una fuente de hidratos de carbono de absorción rápída. Los diabéticos tipo 1, es aconsejable tener a mano una ampolla de glucagon.

Tratamiento.

Lo primero que hay que hacer es restaurar lo más rápido posible las cifras de la glucemia y luego analizar porque se produjo la hipoglucemia y evitar la repetición de las mismas.

En la existencia de una hipoglucemia debe analizarse si es posible usar la vía oral ó no. Si el paciente puede ingerir, usar la regla de 15 (dar 15 gramos de hidratos de carbono de absorción rápida cada 15 minutos hasta que se recupere de la hipoglucemia). Luego si falta mucho para la hora de la comida, ó en caso de hipoglucemias con insulina de acción prolongada ó con sulfanilureas, ingerir 15 a 20 gramos de hidratos de carbono de absorción lenta.

Si no puede ingerir, y se tiene a mano una ampolla de glucagon, aplicarla intramuscular ó subcutánea. En caso negativo llamar un médico ó llevarlo a una guardia médica para aplicar glucosa hipertónica intravenosa.


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Cetoacidosis diabética.

Se produce por falta de acción insulinica, total ó parcial, ocasionada por errores en la administración de la insulina (jeringas, tipo de insulina, insulina vencida, etc.) ó mayores requerimiento de la misma por un estrés (infección, episodio vascular, trastornos emocionales, etc) ó ciertos medicamentos (corticoides, diuréticos, etc). Más raro es por excesos alimentarios ó trastornos de la conducta alimentaria.

Al descompensarse la diabetes, primero aparecen los síntomas cardinales: poliuria, polidipsia, polifagia, pérdida de peso, prurito, trastornos de la visión. Si no se trata empiezan los síntomas de preacidosis: náuseas, vómitos, anorexia, cansancio, deshidratación.

Luego los síntomas y signos de acidosis: pérdida de peso, piel y mucosas secas, hipotensión, aliento cetónico, respiración de Kussmaul.

Finalmente pueden aparecer dolores abdominales, torácicos, fiebre, hipotensión y pérdida de conocimiento.

Prevención.

Saber que puede descompensar la diabetes, no dejando nunca de comer, ni de aplicarse la insulina ó tomar los andiabéticos. Si el paciente tiene anorexia, náuseas ó vómitos tomar mucho líquido con azúcar y sal. Si aparecen los síntomas cardinales de la diabetes ó de preacidosis, medir la glucemia y si la misma es superior a 250 mg %, dosar cetonas en orina. Si son positivas aplicar insulina de acción rápida, tomar mucho líquido, ponerse en reposo y llamar al médico.
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Tratamiento


Según el grado de acidosis que tenga el paciente, es conveniente su internación en unidad de cuidados intensivos, haciendo un tratamiento intensivo integral, con los siguientes elementos:

1) Hidratación y soluciones electrolíticas.

2) Potasio, si el mismo es muy bajo y el paciente orina más de 40 ml por hora.

3) Insulina de acción rápida en infusión intravenosa.

4) En casos de gran acidosis, hipotensión, ver la necesidad de suministrar bicarbonato 1/6 molar, controlando el potasio y la hipoglucemia.

5) Ver la necesidad de sonda gástrica para evitar la aspiración del vómito y si es necesario una sonda vesical para controlar diuresis.

6) Control frecuente del paciente para ver signos vitales y evolución de los parámetros bioquímicos.

7) Analizar y tratar causa desencadenante (infecciones, episodios vasculares, etc.).
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Fecha de Publicación: 2014-08-19


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Publicado en http://fuedin.org/articulos_fuedin/detalle.php?articulo=365


Recuperar el control de la diabetes: muchos factores alteran los niveles de la glucosa sanguínea

ROCHESTER, Minnesota — Los diabéticos pueden a veces sufrir un desliz en el control de la glucosa sanguínea; pero cuando los niveles sanguíneos constantemente superan el rango objetivo, es importante acudir al médico, dice la edición del mes de mayo de Mayo Clinic Health Letter.

Cuando los niveles de la glucosa sanguínea aumentan, los síntomas pueden ser de 

  • boca seca, 
  • micción frecuente, 
  • visión borrosa y 
  • cansancio.
Si los niveles de la glucosa sanguínea superan los 240 miligramos por decilitro (mg/dl) y el examen de orina revela la presencia de cetonas, entonces hay que comunicarse pronto con el médico. Las cetonas son un bioproducto tóxico que el cuerpo produce cuando no logra obtener energía de la glucosa.

Por otro lado, es también común que aumenten los niveles de la glucosa sanguínea sin que existan síntomas observables. Incluso cuando alguien se siente bien, la glucosa sanguínea excesiva está corroyendo la salud de los nervios, vasos sanguíneos, órganos y demás tejidos. Con el transcurso del tiempo, eso puede derivar en una enfermedad renal, pérdida de la visión, daño nervioso, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.


Algunos factores que causan la elevación de la glucosa sanguínea son:

  • Los cambios en la alimentación, porque las calorías adicionales pueden aumentar los niveles de la glucosa sanguínea.
  • Los cambios en los hábitos de ejercicio, porque el ejercicio disminuye los niveles de la glucosa sanguínea y cuando se hace menos ejercicio de lo normal, la glucosa sanguínea puede aumentar.
  • Los medicamentos, porque podría ser necesario realizar ajustes en las dosis de los fármacos para la diabetes y en la hora de administración a fin de mantener el nivel de la glucosa sanguínea dentro del rango recomendado. Los medicamentos para otras afecciones también pueden repercutir sobre el control de la glucosa sanguínea.
  • Las infecciones, porque los resfriados, la gripe y las infecciones bacterianas pueden hacer que el cuerpo produzca hormonas que aumentan los niveles de la glucosa sanguínea. El nivel alto de la glucosa sanguínea también puede deberse a una infección no aparente, o a una infección encarnizada que no se trató bien.
  • Recibir atención médica o sufrir un problema grave de salud, porque una cirugía, un ataque cardíaco, el estrés emocional fuerte, una herida o una hospitalización pueden repercutir sobre las hormonas que alteran la glucosa.
  • El fenómeno del alba, porque se cree que el aumento anómalo de la glucosa sanguínea al amanecer se relaciona con las hormonas durante el sueño. Posiblemente sea necesario controlar la glucosa sanguínea durante la noche para determinar la causa de la elevación matutina.

Las personas que presentan niveles altos de la glucosa sanguínea una y otra vez pueden tomar medidas para recuperar el control. No obstante, cuando los niveles son constantemente altos pese a alimentarse bien y cumplir con los medicamentos, entonces es el momento de colaborar con el médico a fin de determinar los cambios necesarios para controlar mejor la afección.


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Publicado en http://newsnetwork.mayoclinic.org/discussion/mayo-clinic-health-letter-los-puntos-ms-destacados-de-la-edicin-del-mes-de-mayo?linkId=8515799

Imagen: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJzluG6q0tlv3WS8lU3Xru5znTpuzp-cCq23rIAOI7nXXuz-m71A5BwYeCVXXT55MSsxH8Oi5j1UzNouQ5lDJdoULhKKxQmZjS8Zkv7ID3DGfWIO2RGyC4h2wcS-hZA5J_hUldsRf5QlA/s1600/7.png

Cortisona y diabetes: una bomba

MARTES, 13 DE MAYO DE 2014 12:25 EDWIN HIDALGO

Dr. Kiskesabe

Dentro de la responsabilidad de cualquier médico, se encuentra el conocer los efectos benéficos y nocivos de todos y cada uno de los medicamentos que se prescriben. De no ser así, el riesgo de causar mayor daño a los enfermos aumenta considerablemente. Se falla al principio fundamental de primero no dañar. Los daños pueden ser mínimos o pueden poner en peligro la vida.

Los enfermos diabéticos, sobre todo si llevan muchos años de evolución, son muy susceptibles a complicaciones causados por medicamentos que pueden empeorar la enfermedad, ya sea porque elevan el azúcar bloqueando a los fármacos que la controlan, o por el contrario, bajándola (hipoglucemia) al aumentar la potencia de dichos fármacos.

Uno de estos medicamentos que pueden llegar ser mortales en los diabéticos son los derivados de la cortisona o corticoides, desafortunadamente utilizados en forma indiscriminada y hasta automedicados. Para ilustrar a más de un lector diabético vale la pena narrar lo que sucedió a uno de tantos casos de los que con mucha frecuencia se les prescriben derivados de la cortisona sin sopesar los daños que pueden producir a corto, mediano o largo plazo.

Un paciente diabético con más de 10 años de padecer la enfermedad, se presentó a consulta con dolor en hombro y brazo izquierdo que en ocasiones lo limitaba para sus labores de mecánico automotor, además dolores punzantes como piquetes de alfiler en diferentes partes del cuerpo. Fue tratado con múltiples medicinas para sus dolores, sin respuesta satisfactoria.

De entre los medicamentos que había recibido en la última semana en que consultó a un médico, tomaba tryptanol, una cada 12 horas; tegretol también 2 al día, su médico le dijo que era unaneuropatía diabética la que le causaba el dolor, pero le inyectaron dos ampolletas dedepomedrol intramuscular y había tomado 4 tabletas de celestone. Tres días después de ingerir estos medicamentos empeoró. Se sintió mareado, le dolía la cabeza, y aumentó la cantidad de orina. Consultó al médico nuevamente. Le encontraron la presión alta, l60/110, antes de los medicamentos era normal, de 130/80, le indicaron captopril, 2 al día, para normalizar la presión. Al día siguiente apareció tos seca, le habló por teléfono a su médico, le indicó un antibiótico, pensó en una infección de vías respiratorias. No hubo mejoría, por el contrario, seguía peor.

Se revisó su caso clínico y del análisis integral con estudios de laboratorio y gabinete se concluyó y expuso al enfermo lo siguiente:

Efectivamente, se trataba de un cuadro de neuropatía diabética, complicación crónica o a largo plazo de la diabetes que explicaba los dolores punzantes de todo el cuerpo y el dolor del brazo izquierdo que era lo que más preocupaba al enfermo, pensaba que era del corazón.

Su corazón era sano. Clínicamente no había datos para pensar en lesión de coronarias y el electrocardiograma fue normal.

La diabetes estaba descontrolada, tenía 270 de azúcar en sangre, esto causaba el aumento de orina, el decaimiento, y en parte, la falta de respuesta al tratamiento. Uno de los efectos tóxicos de los derivados de la cortisona (depomedrol y celestone) es la elevación del azúcar tanto en sujetos normales, con mayor peligro en los diabéticos. Estaba sufriendo los efectos tóxicos de estos fármacos.

La elevación de la presión arterial también se debió a los derivados de la cortisona. Otro de los efectos nocivos de estos medicamentos.

La tos que se atribuyó a una infección de bronquios era secundaria a un efecto tóxico del captopril que indicaron para control de la presión. No había infección de vías respiratorias.

Con todo profesionalismo, se continuó con el tegretol y el tryptanol, como tratamiento para la neuropatía diabética, tanto el diagnóstico como el tratamiento eran correctos. No había razón para cambiarlos, de hacerlo, solo aumentaría el costo de la atención médica, que por cierto ya era considerable lo gastado. Sin embargo, se le hizo ver que la respuesta de estos medicamentos es lenta y que el tratamiento sería prolongado por varias semanas. Además, era necesario también controlar su diabetes, ya que el azúcar elevado disminuye la eficacia de otros medicamentos. Obviamente se le prohibió seguir tomando los derivados de la cortisona, responsables de la elevación del azúcar y de la presión arterial, se sugirió que los recordara para que de ahí en adelante tuviera cuidado de evitar en lo sucesivo la aplicación de este tipo de fármacos.

Puesto que la presión se había normalizado, se eliminó el captopril, responsable de la tos.

Un mes después, el peligro había pasado, su azúcar y su presión arterial se habían normalizado. Sin embargo, la neuropatía continuaba molestando aunque con menor intensidad. Continuaba con los mismos medicamentos para sus dolores.

La neuropatía diabética es una de las complicaciones menos graves de la diabetes, aunque es una de las más incómodas para el paciente y para el médico ya que el control es sumamente lento, los medicamentos no son de efecto rápido como el médico y el enfermo quisieran. La desesperación y angustia del paciente con neuropatía, puede contaminar de ansiedad y angustia al médico lo que hace que este, prescriba medicamentos de alta toxicidad, como la cortisona, a la cual se recurre frecuentemente cuando el médico en su desesperación, no tiene idea de la forma de tratamiento de determinadas complicaciones de la diabetes y de otro tipo de enfermedades.

Para algunos médicos, los derivados de la cortisona son una panacea ya que lo recetan a todo tipo de pacientes sin importar el diagnóstico ni los efectos tóxicos que son numerosos y de alto riesgo. Recurren a ellos cuando no se tiene una idea clara del diagnóstico del enfermo, “para ver si es cola y pega”. No deberían venderse sin receta ya que en el corto plazo, provocan más complicaciones graves que varios de los medicamentos sedantes que solo venden con receta debidamente autorizada.

Es recomendable que cada paciente pregunte a su médico si dentro de los medicamentos prescritos, hay derivados de la cortisona, no hacerlo, puede desencadenar serias complicaciones nocivas y costosas.

Fuente/www.kiskesabe.com

Publicado en http://www.solqr.com.mx/periodico/index.php?option=com_content&view=article&id=24304:cortisona-y-diabetes-una-bomba&catid=103:dr-kiskesabe&Itemid=706

Tener bajos los niveles de azúcar en sangre favorece las discusiones de pareja

Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, han visto que tener bajos los niveles de glucosa en sangre, lo que generalmente suele provocar sensación de hambre, puede favorecer las discusiones de pareja y que incluso los afectados por esta deficiencia se vuelvan más agresivos.

Qué.es 15 de abril de 2014

Así se desprende de los resultados de un estudio publicados en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), en el que los investigadores analizaron durante 21 días los niveles de glucosa en sangre de 107 parejas de casados, al tiempo que también midieron diariamente el nivel de enfado que podían tener con su pareja.

Unos resultados que según el autor principal del estudio, el profesor de Psicología y Comunicación Brad Bushman, muestra cómo un simple factor que a menudo se pasa por alto, como el hambre causada por los bajos niveles de glucosa en la sangre, puede desempeñar un papel tan importante en las discusiones de pareja y, en algunos casos, hasta incluso en posibles casos de violencia doméstica. "La gente puede relacionarlo con la idea de que cuando tienes hambre, uno se pone de mal humor", dijo Bushman, que reconoce que incluso en inglés hay un término -hangry- que podría definir a este tipo de personas que están hambrientas -hungry, en inglés- a la par que enfadados -angry.

La investigación se inició con un cuestionario al que se sometieron todas las parejas participantes para medir su nivel de satisfacción con la relación. Posteriormente, todos los participantes recibieron un muñeco que representaba a su pareja y al que, al final del día, podían pegar hasta 51 alfileres en función del nivel de enfado que presentaran, como si fuera un vudú.

Los pinchazos asestados a cada muñeco quedaban registrados a diario durante 21 días seguidos, y los clavaban sin que la pareja lo viera, para evitar posibles situaciones coercitivas. Además, cada persona utilizaba un medidor de glucosa en sangre para medirse los niveles antes del desayuno y antes de acostarse durante los 21 días que duró el estudio.

Tras este periodo, vieron que quienes presentaban los niveles más bajos eran los que más alfileres pegaban al muñeco de su pareja, incluso en quienes decían estar más satisfechos con su relación.

Pero no fueron sólo los muñecos los que pagaron la ira provocada por el hambre de sus participantes. Porque después de estos 21 días, las parejas participaron en otro estudio experimental que confirmó esta relación.

PENALIZACIÓN FIGURADA... Y REAL

En esta ocasión, les dijeron que tenían que competir con su pareja a ver quién presionaba más rápido un botón cuando un cuadrado blanco que visualizaban en una pantalla se ponía rojo. Cada miembro de la pareja estaba en habitaciones diferentes y el ganador tenía la posibilidad de penalizar a su oponente con un ruido fuerte que sonaría por unos auriculares. Sin embargo, en realidad no competían contra su pareja sino contra otro equipo diferente, y los perdedores no eran penalizados de ningún modo. "Dentro de los límites éticos de los ensayos clínicos, les dimos a estos participantes un arma que podían utilizar para penalizar a su pareja con un ruido desagradable", reconoció Bushman.

En esta ocasión, los autores del estudio vieron como los participantes que ganaban la partida y presentaban menores niveles de glucosa solían penalizar a su pareja con un ruido más fuerte y durante más tiempo, incluso a pesar de que su relación fuera muy buena.

Y en un análisis más detallado, vieron que aquellos que pegaban más alfileres en el muñeco de vudú también eran más propensos a penalizar con ruidos más fuertes y largos. "Hay una clara relación entre los impulsos agresivos que se ven con los muñecos y la conducta agresiva real", dijo.

Esto se debe a que la glucosa es como el combustible del cerebro, y a pesar de que el cerebro sólo representa el 2 por ciento del peso corporal, se trata de un órgano "muy exigente" que consume un 20 por ciento de calorías.

Por ello, Bushman recuerda a modo de consejo que "antes de tener una conversación complicada con su pareja hay que asegurarse de que no tiene hambre".

Imagen 1 http://img.bebesymas.com/2009/08/discusion_pareja2.jpg
Imagen 2 http://www.ondacero.es/clipping/2011/01/20/00386/30.jpg

Tengo diabetes y siento hambre todo el tiempo

Por: julie

La sensación de hambre o apetito está regulado por diferentes estructuras dentro del cerebro. Los expertos las llaman centro del apetito, y sus manifestaciones son el hambre y la saciedad.

Cuando sientes hambre es porque tu cuerpo necesita de energía para poder realizar todas sus funciones y como recordarás, esa energía proviene de los alimentos que, una vez digeridos, el cuerpo convierte en glucosa.

Cuando el centro del hambre se estimula, aparece la sensación de apetito, pero si por el contrario el estimulo llega al centro de la saciedad, el deseo de comer se detiene. Pero ¿quién controla las sensaciones de hambre o saciedad?

Los niveles de azúcar en la sangre son los encargados de enviar esa información al cerebro quien en respuesta envía el estímulo o la sensación de hambre. Esto es porque el cuerpo no tiene energía o glucosa y la necesita para llevar a cabo numerosos procesos. Al ingerir alimentos, le das a tu cuerpo la energía suficiente.

Esto quiere decir que tus niveles de glucosa le avisan a tu cuerpo si necesitas o no comer. Un ejemplo de esto es la sensación de hambre previa al desayuno: tu cuerpo ha pasado muchas horas de ayuno y necesita que comas algo para poder tener energía para comenzar el día.

Es importante señalar que el estomago también es un regulador del apetito, dado que cuando permanece por un largo periodo sin recibir alimentos se contrae. Cuando el estomago se contrae, el deseo de comer se intensifica, mientras que cuando hay alimentos en su interior, la señal llega al centro de saciedad y así, dejamos de comer.

Toda la regulación del apetito se produce en el cerebro, y los diferentes estímulos sensoriales generan un impulso nervioso, que actúa sobre el centro del hambre apareciendo o eliminando el deseo de comer. El apetito también se ve influenciado por el clima, ya que en ambientes fríos aumenta el deseo de comer. Esto se debe a que mediante esa ingestión aumentada de comida, tomamos calorías que nos permitirán mantener la temperatura corporal.

En las personas con Diabetes este mecanismo de hambre saciedad se ve afectado debido a que el azúcar o glucosa no puede entrar en las células, entonces el centro de saciedad no recibe la información para detener la ingesta de alimentos. Por ello es que uno de los síntomas de la Diabetes es mucha hambre, combinada con el hecho de que, como tu cuerpo no recibe esa energía, comienzas a bajar de peso ya que usa la grasa almacenada como fuente de energía.

Ahora bien, muchas personas que ya saben que tienen Diabetes siguen experimentando mucho apetito. Esto puede ser la señal de que no han logrado un verdadero control de la Diabetes. Recuerda que para poder bajar tus niveles de glucosa en sangre y ayudar a que tus células ocupen esta energía, es necesario, primero que nada, que te alimentes con comida saludable que no eleve demasiado el azúcar sanguíneo, después es indispensable que realices ejercicio y te mantengas activo la mayor parte del tiempo ya que esto ayuda a que tus niveles de glucosa se regulen y, por último, pero también muy importante es la toma de tus medicamentos, pues éstos le ayudan a tu cuerpo a ya no mantener resistencia a la insulina y así poder aprovechar la glucosa.

Si tú experimentas hambre todo el tiempo y no logras controlar tu Diabetes, te invitamos a que analices lo que comes y la forma en que tomas tus medicamentos. Quizá el hambre que experimentas es porque tu cuerpo no puede utilizar bien tu glucosa y la única forma de regularlo será con una dieta saludable, ejercicio y la toma puntual (tal como te indica tu Médico) de tus fármacos.

Recuerda, además, que la única forma eficiente de regular el apetito es respetar una dieta equilibrada y balanceada fraccionada en 5 tomas diarias: desayuno, a media mañana una colación, comida, segunda colación y cena. De esta forma se regulará correcta y eficientemente el deseo de comer, ayudará a evitar el picoteo de alimentos no saludables entre horas o la ingesta excesiva en una sola ración.








Publicado en http://www.diabetesbienestarysalud.com/tengo-diabetes-y-siento-hambre-todo-el-tiempo/