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De caminar con diabetes, y de la pobreza.

Caminar con diabetes, y la pobreza.

Cuando leí que donde se puede caminar facilmente, la diabetes no tiene tanta incidencia, la primera imagen que se me vino a la cabeza es la del pueblo que siento mío, la tierra de mis antepasados, en plena montaña central leonesa, donde Los Argüellos te obligan a "enmorriñarte" cada día con el recuerdo de la tierra y de la gente.

En mi pueblo, Valdepiélado, es sencillo pasear por sus calles de un lado a otro del Curueño y disfrutar en el paseo de los vecinos, esos vecinos que si no los conoces te parecen hoscos, pero que cuando les sientes de verdad son amabilidad de la buena, sin estar llenos de tonterías como las de un mueble bar.

Pero, a lo que iba, no en todas las aldeas de mi valle lo de pasear es fácil, aunque Julín y otros alcaldes como él hayan hecho calles "antirresbalones". ¡A ver quién es el guapo que se pega media hora de marcha en un sitio como Correcillas, o Valdorria, con diabetes, y jubilado!

Recuerdo que hace años aparecía Asturias como una de las Comunidades Autónomas con más prevalencia en diabetes. Hablando en cristiano, y entre nosotros: prevalencia se refiere a cuántos hay con esto. Se hablaba de los pueblines de la alta montaña, cerquita de los de mi valle, y de la endogamia como razones. Pero ahora resulta que aquellos resultados no eran fiables, porque no se tenían en cuenta factores como el envejecimiento de la población. En las aldeucas solo quedan abuelines. Así que malamente se podían extrapolar los resultados.







Para hablar de diabetes, usando datos de 2007, por CCAA quien se lleva la palma en España es Canarias, y le sigue Andalucía.:

"Canarias fue la comunidad con mayor prevalencia de diabetes, seguida de Andalucía y Baleares. Usando Madrid como referencia (prevalencia ajustada = 5,7%) se observó que Canarias y Andalucía tenían una prevalencia de diabetes significativamente superior a la de Madrid. Por otro lado, La Rioja, Asturias, Navarra, Castilla y León y País Vasco tenían una prevalencia significativamente inferior."

Entonces, ¿dónde queda eso de caminar por rutas facilonas?, ¿no será que hay más relación entre tener azúcar y no tener dinero, que con lo de disfrutar de una buena ruta del colesterol al uso? No tengo ni idea. Los que manejan datos ya dirán algo si les interesa. No olvidemos que, si relacionamos pobreza con diabetes, no les va a resultar sencillo arremeter como lo hicieron en el Reino Unido contra los que no cumplan con el tratamiento. Si es solo cuestión de caminar, sí que lo harán, porque no habrá "melenudo" que se oponga.




Imagen: El río del olvido.













Beatriz González Villegas.


Los vecindarios donde caminar resulta fácil podrían ayudar a reducir las tasas de diabetes

Los residentes de áreas que animan a caminar también tienen unas tasas más bajas de obesidad, muestra una investigación canadiense
Mary Elizabeth Dallas


MARTES, 17 de junio de 2014 (HealthDay News) -- Las personas que viven en vecindarios donde caminar resulta fácil son menos propensas a tener sobrepeso o ser obesas, y también tienen unas tasas más bajas de diabetes.


Imagen: Portada del Diario Marca 
Ese es el hallazgo de dos estudios canadienses que mostraron que los que viven en un área que anima a caminar también tenían tres veces más probabilidades de caminar o montar bicicleta y la mitad de probabilidades de ir en coche de un lugar a otro en comparación con los residentes en las áreas donde se necesita el coche.

Los investigadores concluyeron que el ambiente tiene un rol en el nivel de actividad física de las personas, y que se debe tomar en cuenta al desarrollar estrategias para mejorar la salud.

"La forma en que construimos nuestras ciudades es importante en términos de nuestra salud en general", aseguró en un comunicado de prensa de la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association) la investigadora líder, la Dra. Gillian Booth, endocrinóloga y científica investigadora del Hospital St. Michael y del Instituto de Ciencias de la Evaluación Clínica, en Toronto.

"Es una pieza del rompecabezas respecto a la cual podemos hacer algo, potencialmente. Como sociedad, hemos modificado nuestras vidas hasta eliminar la actividad física. Cada oportunidad de caminar, de salir al aire libre, de ir a la tienda de la esquina o de llevar a pie a los niños a la escuela puede tener un gran impacto sobre nuestro riesgo de diabetes y de sobrepeso", añadió Booth.

Los investigadores compararon a los adultos que vivían en las áreas donde caminar resultaba más fácil en el sur de Ontario con los que vivían en las áreas que se consideraban como las que menos facilitaban caminar. Las áreas metropolitanas consideradas como fáciles para caminar tenían más tiendas y servicios locales a una distancia de un paseo y más calles que estaban conectadas.

El estudio reveló que los que vivían en las áreas donde caminar resultaba más fácil tenían una tasa de desarrollo de la diabetes un 13 por ciento más baja en un periodo de 10 años.

En un estudio distinto, los investigadores también ajustaron por el factor de que quizá la gente más sana elija vivir en lugares que permiten caminar más. Ese estudio también mostró que los vecindarios que fomentaban que se caminara más tenían las tasas más bajas de obesidad y diabetes.

En los vecindarios en que más fácil resultaba caminar, los investigadores hallaron que la incidencia de diabetes se redujo en un 7 por ciento en una década. Mientras tanto, hubo un aumento del 6 por ciento en la diabetes en las áreas en que se consideraba que caminar era menos fácil.

El número de personas obesas o con sobrepeso también fue el más bajo en las áreas donde caminar resultaba más fácil, con una tasa de incidencia que se redujo en un 9 por ciento en 10 años. Pero en los vecindarios donde era más difícil caminar, la tasa aumentó en un 13 por ciento en el mismo periodo, según el estudio.

"Cuando se vive en un vecindario diseñado para fomentar que las personas sean más activas, de hecho uno es más propenso a ser más activo", señaló en el comunicado de prensa Marisa Creatore, epidemióloga del Centro de Investigación sobre la Salud en los Barrios Marginados del Hospital de St. Michael, en Toronto.

Los investigadores apuntaron que los efectos protectores de vivir en un área donde caminar resultara más fácil solo se aplicaban a las personas menores de 65 años. Las personas mayores en esas áreas no experimentaban los beneficios de salud.

Booth concluyó que reducir las tasas de obesidad "requerirá cambios en las políticas además de estrategias individuales. Debemos abordar el problema de una forma más basada en la población, dado el ambiente en que vivimos".

Los estudios fueron presentados el martes en la reunión de la Asociación Americana de la Diabetes, en San Francisco. Los datos y las conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare


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FUENTE: American Diabetes Association, news release, June 17, 2014

Publicado en http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_146878.html