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La obesidad y la diabetes se regulan en el cerebro

  • El gen FTO determina estas enfermedades
  • Un nuevo estudio abunda en el papel del
  • cerebro como regulador de la predisposición genética a la obesidad. 
  • La interacción de 'FTO' y 'IRX3', clave.
Redacción. Madrid | soniamb@diariomedico.com
13/03/2014 00:00
José Luis García-Skarmeta, investigador del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo-CSIC. (DM)


Los estudios de asociación pangenómica (GWAS, por sus  siglas inglesas) han identificado ya más de 75 lugares en el genoma humano en los que la aparición de cambios de secuencia del ADN se asocian con obesidad. En estos estudios se ha constatado que las mutaciones en el gen FTO constituyen el determinante genético más fuerte en el riesgo de obesidad. De hecho, FTO es el acrónimo de fat mass and obesity associated protein (proteína asociada con obesidad y masa grasa).

Los ratones cuya expresión de Irx3 estaba alterada en el hipotálamo fueron un 30 por ciento más delgados y tuvieron mayor resistencia a las dietas ricas en grasas

Sin embargo, se desconocía el mecanismo por el que este gen influye en el sobrepeso.Un equipo internacional en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y las universidades de Chicago y de Toronto demuestra, en un estudio que se publica hoy en Nature, que las mutaciones en el gen FTO ligadas a la obesidad y a la diabetes están conectadas con el gen IRX3. Así, las variaciones en la región no codificante de FTO afectan a la expresión de IRX3, que está localizado lejos de aquel (a unos 500.000 pares de bases del primer intrón del FTO).

Hipotálamo
Según el estudio, el cerebro juega un papel importante en la obesidad y la diabetes, ya que la actividad de IRX3 en el hipotálamo se asocia a dichas patologías. Tras constatarlo en muestras cerebrales humanas, los científicos vieron en ratones que las mutaciones en Irx3 generan animales un 30 por ciento más delgados y resistentes a dietas ricas en grasas.

Los autores de este estudio, coordinados por Marcelo Nóbrega (Universidad de Chicago) y José Luis Gómez-Skarmeta (Centro Andaluz de Biología del Desarrollo-CSIC), recuerdan que la obesidad es hoy en día uno de los problemas de salud más importante de las sociedades avanzadas por su gran impacto en el desarrollo de otras complicaciones metabólicas como la diabetes, las alteraciones cardiacas y algunos tipos de cáncer. Por ese motivo, en los últimos años se han llevado a cabo muchos estudios para identificar mutaciones en el genoma  asociadas al riesgo de presentar obesidad.

En estos estudios se ha observado que las mutaciones halladas en el gen FTO vinculadas a la obesidad no afectan a la proteína de este gen en sí misma, pero sí lo hacen a elementos reguladores localizados dentro del gen; es decir, a interruptores que activan o desactivan la expresión de los genes

"Esta circunstancia ha hecho postular que dichas mutaciones afectan a los interruptores que controlan la expresión de FTO. Esa hipótesis ha sido reforzada con estudios que demuestran que la falta de función de FTO da
lugar a ratones delgados, y la ganancia de función del gen, en cambio, genera ratones obesos", señala uno de los codirectores del trabajo, José Luis Gómez Skarmeta, investigador en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (mixto del CSIC y la Universidad Pablo de Olavide).
Gómez-Skarmeta señala también que "en nuestros estudios, utilizando múltiples técnicas genómicas, demostramos que realmente las mutaciones ligadas a la obesidad localizadas en FTO afectan a interruptores que controlan la expresión del gen vecino IRX3 en el cerebro, un vecino que además se encuentra a bastante distancia en el cromosoma".

Objetivo: fármacos
Además, los ratones mutantes para Irx3 en el hipotálamo son más delgados debido a la pérdida de tejido adiposo blanco, al aumento del tejido adiposo marrón y por la actividad metabólica, y son resistentes a la dieta rica en grasas, como indica Marcelo Nóbrega, de la Universidad de Chicago y codirector del estudio.
"Este trabajo demuestra cómo el cerebro juega una función muy importante en la obesidad y abre la puerta a comprender las causas fisiológicas por las que las mutaciones localizadas en FTO causan un incremento en el desarrollo de la obesidad y la diabetes a través del gen IRX3", concluye Chi Chung Hui, codirector del trabajo en la Universidad de Toronto. Para Nóbrega, "el gen IRX3 es probablemente un regulador clave de programas genéticos en la célula donde se expresa. Nos interesa hacia dónde se dirige este regulador y qué altera. El objetivo es identificar vías en las que esté implicado que puedan servir para el desarrollo farmacológico".

Potenciador de un gen en el intrón de otro

Las implicaciones de este estudio pueden ir más allá de una mayor comprensión de la obesidad, según destacan en una perspectiva al respecto David U. Gorkin y Bing Ren, del Instituto Ludwig de Investigación en Cáncer (California). Estos científicos recuerdan que el hallazgo de la conexión entre los genes FTO y IRX3 es particularmente instructiva, porque muestra que los potenciadores de un gen se hallan en el intrón de otro. Hay más ejemplos de eso, como el intrón del gen LMBR1 que regula el desarrollo de SHH, a un millón de pares de bases de distancia, y cuyas mutaciones repercuten en este último pudiendo causar malformación en las extremidades. El trabajo de hoy en Nature refrenda la importancia de analizar estos detalles.

Los científicos detectan siete regiones nuevas del ADN vinculadas con la diabetes tipo 2



Los investigadores sugieren que sus hallazgos podrían conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para la enfermedad

Mary Elizabeth Dallas

Traducido del inglés: martes, 11 de febrero, 2014

LUNES, 10 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- El descubrimiento de siete nuevas regiones del ADN vinculadas con la diabetes tipo 2 podría llevar a nuevas maneras de pensar sobre la diabetes y a nuevos tratamientos para la enfermedad, sugieren los investigadores.

Los hallazgos estaban entre los resultados del mayor estudio hasta la fecha sobre la genética de la diabetes, que compiló información genética sobre las personas de cuatro grupos étnicos distintos, apuntaron los autores del estudio.

En el estudio participaron más de 48,000 pacientes de diabetes y casi 140,000 personas sin la enfermedad. Al examinar más de 3 millones de variantes de ADN, los investigadores pudieron precisar las regiones que tienen un efecto incluso pequeño sobre el riesgo de las personas de diabetes tipo 2.

Dos de las regiones de ADN identificadas en el estudio están cerca de genes que muestran una asociación potente con unos niveles altos de insulina y glucemia. Esto ilumina cómo los procesos básicos del organismo tienen que ver con el riesgo de diabetes tipo 2, señalaron los investigadores.

"Aunque los efectos genéticos podrían ser pequeños, cada señal nos dice algo nuevo sobre la biología de la enfermedad", comentó en un comunicado de prensa de la Universidad de Oxford la primera autora del estudio, la Dra. Anubha Mahajan, que trabaja en la universidad, en Inglaterra.

"Estos hallazgos podrían conducirnos a nuevas formas de pensar sobre la enfermedad, con el objetivo final de desarrollar terapias novedosas para tratar y prevenir la diabetes", afirmó Mahajan. "Hay muchos motivos para pensar que unos fármacos que actúen sobre esos procesos biológicos tendrían un impacto mucho mayor sobre la diabetes de un individuo que los efectos genéticos que hemos descubierto".

La investigación fue llevada a cabo por un grupo internacional de científicos de 20 países, en cuatro continentes. Los científicos señalaron que el estudio incluyó a hispanos y asiáticos, no solo a personas de ascendencia europea. A medida que más información genética sobre personas del sur de Asia y de África se haga disponible, será posible examinar más de cerca los genes vinculados con la diabetes tipo 2, aseguraron.

Mark McCarthy, el investigador principal del estudio, dijo que "una de las características llamativas de estos datos es la cantidad de variación genética que influye sobre la diabetes que es compartida entre los grupos étnicos importantes".

"Esto nos permitió combinar los datos de más de 50 estudios de todo el mundo para descubrir nuevas regiones genéticas que afectan el riesgo de diabetes", apuntó en el comunicado de prensa McCarthy, del Centro de Genética Humana Wellcome Trust de Oxford.

"El solapamiento en las señales entre las poblaciones de origen europeo, asiático e hispano plantea que las regiones de riesgo que hallamos hasta la fecha no explican las claras diferencias en los patrones de la diabetes entre esos grupos", planteó McCarthy.

El Dr. Andrew Morris, investigador principal, también del Wellcome Trust, dijo que los hallazgos deben aplicar también a otras enfermedades comunes.

"Al combinar datos genéticos de los distintos grupos étnicos, deberíamos también esperar poder identificar nuevas variantes de ADN que influyan sobre el riesgo de enfermedad cardiaca y sobre algunos tipos de cáncer, por ejemplo, que sean compartidas entre los grupos étnicos", comentó Morris en el comunicado de prensa. "Tiene el potencial de tener un impacto importante sobre la salud pública global".

El informe aparece en la edición en línea del 9 de febrero de la revista Nature Genetics.


Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTE: University of Oxford, news release, Feb. 9, 2014

HealthDay

(c) Derechos de autor 2014, HealthDay

Publicado en http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_144552.html