Rajoy, recuerda a don Sancho de Castilla

Ya he dicho en varias ocasiones que Rajoy me cae bien. Tiene pinta de ser un buen tipo, y ayer, en la derrota, me pareció un personaje digno. Lejos del tic sonriente de Acebes (no paraba de reírse el tío) o de la cara compungida y triste de Pizarro, Rajoy salió al balcón de Génova sereno y tranquilo. Me sorprendió cómo las personas se retratan en sus propios actos. No vi a Esperanza Aguirre en ese balcón, tampoco a Zaplana ni a Ana Botella, usuarios adictos de la balconada de las victorias. Y es que a los que sí estaban allí se les pueden escatimar muchos elogios, pero también adornar con otros, como leales y fieles, virtudes de las que carecen los ayer ausentes.

En los próximos meses, Rajoy debería mirar menos a la izquierda y más a su espalda. Ya está Bellido Dolfos afilando su puñal bajo la sombra de las murallas populares, pero mientras tanto los coros le dicen a Mariano que no ha perdido y que ZP no ha ganado.

Espero, por su bien, que Rajoy lea hoy mi blog, y no crónicas como por ejemplo la editorial de ABC. Escribo, textual:

"(...) el crecimiento del socialismo se produce gracias al nacionalismo radical y a la extrema izquierda; mientras el del PP se debe al del electorado moderado y centrista, que ha sabido identificarse con el proyecto encarnado por Mariano Rajoy aunque no en la medida que necesitaba el PP (...)"
"(...) el PP ha logrado avances muy importantes en Madrid y Comunidad Valenciana, batiendo electoralmente, en sus duelos particulares a Rodríguez Zapatero y a María Teresa Fernández de la Vega, perdedores absolutos frente a Mariano Rajoy y a Esteban González Pons(...)"


"(...) el mapa electoral que dibujaron las elecciones de ayer es un buen motivo para que Rodríguez Zapatero reflexione y sea consciente de que el avance del PP está más extendido que el del PSOE (...)"

Apuesto a que, en pocos meses, a Rajoy se le comen por las patas desde esas mismas páginas ...